El gesto de bebercio con el pulgar y el meñique es algo que les vendría muy bien a los putos ingleses que vienen por aquí a dar por culo.
¿Y han sacado el gesto de caradura (darse con la palma en la mejilla, vamos)?
Edito: creo que el de caradura también lo usan ahí para decir "he's got a cheek", pero no estoy seguro.
Learn Spanish gestures
- 6dedosgordosdelpie
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Re: Learn Spanish gestures
Mi primer trabajo fue en un almacén. Mi padre estaba harto de que le hurgara en el monedero a mi madre y en el cajón del tabaco a mi abuelo, así que habló con un amigo suyo y me colocó embalando cosas, llevándolas de un lado a otro en furgoneta (nunca le confesé al buen hombre que no tenía carné de conducir) y atendiendo viejas emperifolladas de la burguesía coruñesa de entonces.
Pero al señor le daba vergüenza verme trabajar, según me confesaría más tarde, y lo cierto es que algo de vergüenza sí debía dar, pues no era un derroche de ansias lo que yo ponía en mis labores. Por lo que me acabó dejando pasar las ocho horas de jornada laboral sentado y mirando a los clientes, sin hacer nada, por deferencia con mi padre, que lo único que quería era mantenerme alejado del feliz seno familiar en el que nunca me dejaron encajar. El señor me pagaba con cruasanes y un ejemplar del Marca en el que yo acababa haciendo dibujos de pollas.
Un día me harté. Aquél trabajo no me gustaba, así que me fui a buscar otro en el que pudiera demostrar mi productividad para así dar en las narices al necio de mi padre. Fue en un bar. El jefe era un hombre gordo que no me respetaba y con el que siempre me acababa pegando al cierre del establecimiento. Siempre me ganaba y dejaba echo unos zorros, porque estaba muy gordo. Una mañana andaba yo caviloso por la aldea sobre mi humillante situación laboral cuando vi, en la mercería de Romero, al bueno de Magariños padre moviendo la pierna sin parar y fingiendo violentos espasmos y desgarradores aullidos. Se hacía el loco para espantar a las viejas que hacían cola; Magariños padre siempre fue un hombre muy impaciente. Si fuera un dibujo animado, en ese mismo instante se me hubiera iluminado una dicharachera bombilla al lado de la cabeza.
Fue así como conseguí ganarme el respeto de mi jefe y, por consiguiente, el de mi padre. El gordo dejó de pegarme porque desde aquel día llegué al trabajo emitiendo estentóreos aullidos, viscosos gemidos y palabrotas por entonces prohibidas en Radio Nacional que barnizaban de locura mi tullidez física y medicridad humana, y alejaban su forzuda barriga de mis huesos. Cuando entraba a trabajar y servía copas en medio de aquel festín de extentricidades la gente se arremolinaba con sigilo y daba vueltas con un dedo índice en círculos frente a su sien. Decían: "a este chóvelle", o "loco", o "ajacha a carteira". Mi padre, por su parte, dejó que le jodiera puros de la caja de puros porque al menos tenía un sueldo y no tenía que trabajar bajo la reponsabilidad de estar pagando los vicios a la oveja negra.
Todavía hoy hay gente que, por culpa de otras entretenidas anécdotas, sigue haciendo el gesto ése del dedo cada vez que me ve por la calle. Ése y otro gesto universal: huír.
6D
Pero al señor le daba vergüenza verme trabajar, según me confesaría más tarde, y lo cierto es que algo de vergüenza sí debía dar, pues no era un derroche de ansias lo que yo ponía en mis labores. Por lo que me acabó dejando pasar las ocho horas de jornada laboral sentado y mirando a los clientes, sin hacer nada, por deferencia con mi padre, que lo único que quería era mantenerme alejado del feliz seno familiar en el que nunca me dejaron encajar. El señor me pagaba con cruasanes y un ejemplar del Marca en el que yo acababa haciendo dibujos de pollas.
Un día me harté. Aquél trabajo no me gustaba, así que me fui a buscar otro en el que pudiera demostrar mi productividad para así dar en las narices al necio de mi padre. Fue en un bar. El jefe era un hombre gordo que no me respetaba y con el que siempre me acababa pegando al cierre del establecimiento. Siempre me ganaba y dejaba echo unos zorros, porque estaba muy gordo. Una mañana andaba yo caviloso por la aldea sobre mi humillante situación laboral cuando vi, en la mercería de Romero, al bueno de Magariños padre moviendo la pierna sin parar y fingiendo violentos espasmos y desgarradores aullidos. Se hacía el loco para espantar a las viejas que hacían cola; Magariños padre siempre fue un hombre muy impaciente. Si fuera un dibujo animado, en ese mismo instante se me hubiera iluminado una dicharachera bombilla al lado de la cabeza.
Fue así como conseguí ganarme el respeto de mi jefe y, por consiguiente, el de mi padre. El gordo dejó de pegarme porque desde aquel día llegué al trabajo emitiendo estentóreos aullidos, viscosos gemidos y palabrotas por entonces prohibidas en Radio Nacional que barnizaban de locura mi tullidez física y medicridad humana, y alejaban su forzuda barriga de mis huesos. Cuando entraba a trabajar y servía copas en medio de aquel festín de extentricidades la gente se arremolinaba con sigilo y daba vueltas con un dedo índice en círculos frente a su sien. Decían: "a este chóvelle", o "loco", o "ajacha a carteira". Mi padre, por su parte, dejó que le jodiera puros de la caja de puros porque al menos tenía un sueldo y no tenía que trabajar bajo la reponsabilidad de estar pagando los vicios a la oveja negra.
Todavía hoy hay gente que, por culpa de otras entretenidas anécdotas, sigue haciendo el gesto ése del dedo cada vez que me ve por la calle. Ése y otro gesto universal: huír.
6D
Re: Learn Spanish gestures
El señor me pagaba con cruasanes y un ejemplar del Marca en el que yo acababa haciendo dibujos de pollas.
El jefe era un hombre gordo que no me respetaba y con el que siempre me acababa pegando al cierre del establecimiento. Siempre me ganaba y dejaba echo unos zorros, porque estaba muy gordo.
Jajajaja, qué grande que eres hijo de la gran puta.
Al margen de esos dos comentarios que son los que me han hecho reír decirte que me ha molado mucho el cuentecito, teniendo en cuenta que te lo has sacado de la manga en cinco o diez minutos sin tabaco, alcohol o sexo tengo que reconocer que eres un cabronazo.
- jubilao
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Re: Learn Spanish gestures
Pepegut escribió:Al margen de esos dos comentarios que son los que me han hecho reír decirte que me ha molado mucho el cuentecito, teniendo en cuenta que te lo has sacado de la manga en cinco o diez minutos sin tabaco, alcohol o sexo tengo que reconocer que eres un cabronazo.
¡hostia! Yo también me saco el gorrito con la borla. ¡la madre que te parió!
- 6dedosgordosdelpie
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Re: Learn Spanish gestures
La verdad, Pepe, no sé qué te hace tanta gracia de lo que he contado. Es, sencillamente, lo que pasó. Me temo, estimado burgués lamebraguetas, que tenemos conceptos bien diferentes de lo extraordinario.
Como también me temo que ninguno de vosotros aguantaría pasar cinco minutos en cualquiera de las peripecias mínimamente resaltables de mi pasada vida.
Como también me temo que ninguno de vosotros aguantaría pasar cinco minutos en cualquiera de las peripecias mínimamente resaltables de mi pasada vida.
Re: Learn Spanish gestures
6dedosgordosdelpie escribió:Como también me temo que ninguno de vosotros aguantaría pasar cinco minutos en cualquiera de las peripecias mínimamente resaltables de mi pasada vida.
Es cierto. Yo no aguantaría ni cinco minutos de secso con Pilar Eyre.
Demasiada mujer para mí.