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Yo creo de que otra de las incontables aberraciones que destruyen la hombría y mente de nuestros pequeños en comparación con generaciones anteriores son los debujitos que ponen en la 2 por la mañanas en los que los protagonistas son prepúberes cabezonas que visten como putas y se llaman Bratz.
Yo iba al cole después de meterme al cuerpo un hipermongólico episodio de Chicho Terremoto. Los chavales se van a clase tras haber visionado una lección de trece diferentes tonos de rojo para los labios en sus pantallacas de plasma de 30 pulgadas.
Y eso no.
No puede ser sano.
