Despedida
- Criadillas
- Palomitero mórbido
- Mensajes: 17851
- Registrado: 01 Ago 2003 19:38
- Ubicación: En la calle del pepino.
Un abrazo enorme y muchísima suerte en lo que quiera que tengas en mente.
Como has dicho, pese a que nunca estuvimos en la misma habitación, te has convertido casi sin hacerte notar, en alguien muchísimo más preciado que muchísimas personas que conozco y veo cada día.
Espero saber de tí, tarde o temprano, pese a todo.
Sé feliz, lucha, diviértete hasta quedarte exhausto, escucha buena música y ama a cuantas más personas, mejor.
Un saludo inmenso.
PD: Jodías chinitas de arena...
Como has dicho, pese a que nunca estuvimos en la misma habitación, te has convertido casi sin hacerte notar, en alguien muchísimo más preciado que muchísimas personas que conozco y veo cada día.
Espero saber de tí, tarde o temprano, pese a todo.
Sé feliz, lucha, diviértete hasta quedarte exhausto, escucha buena música y ama a cuantas más personas, mejor.
Un saludo inmenso.
PD: Jodías chinitas de arena...
Dunkis dijo:
Criadillas es un hombre triste de derechas, quién lo iba a decir.
Criadillas es un hombre triste de derechas, quién lo iba a decir.
Por mi como si te la pelas con la puerta de un baúl....
...Bueno, no. Ya sabes donde tienes tu casa... Espero.
...Bueno, no. Ya sabes donde tienes tu casa... Espero.
A la vuelta pasé por al lado de la tuya casa, saqué la cabesa desde mi hauto y grité: CHURETICAS!
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
- Blanquita
- Miss Nación Catalana
- Mensajes: 3275
- Registrado: 04 Jul 2003 13:56
- Ubicación: país en vías de subdesarrollo
Amigo oxi,
Me entristece no poder volver a leerte en el foro, tal vez tampoco vuelva a leerte en ningún otro sitio, o tal vez sí, pero qué importa. La alegría y la satisfacción de haber significado algo en tu camino me conmueven, y con eso es con lo que me quedo, con eso y con el saber que estás tratando de ser feliz y sólo por eso ya lo eres bastante más que muchos. Me quedo con tu optimismo, amigo mío.
Si nos volvemos a encontrar en este u otro escenario ten por seguro que seguiré dispuesta a brindarte toda la amistad que puedo dar. No encuentro muchas más palabras con las que despedirme de tí, y desgraciadamente ahora sólo dispongo de palabras para hacerlo, así que te diré hasta siempre con un pequeño regalo.
Mi regalo hoy para tí es este cuento de tu paisano Jorge Bucay, por si algún día el camino te cansa (cosa que dudo). Te deseo lo mejor (omito tu nombre, pero imagíname pronunciándolo en diminutivo, ok?). Muchos besos.
Blanqui
Obstáculos
Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.
JORGE BUCAY
PD: ¿¿Obstáculos a tí?? jajaja
Me entristece no poder volver a leerte en el foro, tal vez tampoco vuelva a leerte en ningún otro sitio, o tal vez sí, pero qué importa. La alegría y la satisfacción de haber significado algo en tu camino me conmueven, y con eso es con lo que me quedo, con eso y con el saber que estás tratando de ser feliz y sólo por eso ya lo eres bastante más que muchos. Me quedo con tu optimismo, amigo mío.
Si nos volvemos a encontrar en este u otro escenario ten por seguro que seguiré dispuesta a brindarte toda la amistad que puedo dar. No encuentro muchas más palabras con las que despedirme de tí, y desgraciadamente ahora sólo dispongo de palabras para hacerlo, así que te diré hasta siempre con un pequeño regalo.
Mi regalo hoy para tí es este cuento de tu paisano Jorge Bucay, por si algún día el camino te cansa (cosa que dudo). Te deseo lo mejor (omito tu nombre, pero imagíname pronunciándolo en diminutivo, ok?). Muchos besos.
Blanqui
Obstáculos
Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.
JORGE BUCAY
PD: ¿¿Obstáculos a tí?? jajaja
Blanqui, 100pre has sabido donde encontrarme.
Escondido detras de la ducha.
Churretas
Escondido detras de la ducha.
Churretas
- Don Tristón
- Mojahedín
- Mensajes: 444
- Registrado: 15 Dic 2003 15:12
- Ubicación: En la farola más próxima
- Xavi Fernandez
- Ulema
- Mensajes: 3197
- Registrado: 22 Sep 2003 01:43
- Ubicación: A 6.25 m. del aro.
- bud spencer
- Mojahedín
- Mensajes: 677
- Registrado: 06 Mar 2003 12:09
- LunaOskura
- Best Mongo Ever
- Mensajes: 4096
- Registrado: 06 Nov 2002 18:51
- Ubicación: Desde Dresden con desdén
Querido Oxi:
Los senderos de la vida dan muchas vueltas, y el mundo, a fin de cuentas, es un sitio bastante pequeño. Qué voy a contarte a ti.
Volverémos a coincidir de alguna manera. Estoy segura.
Hasta entonces, mucha suerte.
¡Hasta la vista, amigo!
Luna.
P.D.: Haz caso a Bud.
P.D.II: ¡¡¡¡Me pido la moderación del foro de música!!!! jaja
Volverémos a coincidir de alguna manera. Estoy segura.
Hasta entonces, mucha suerte.
¡Hasta la vista, amigo!
Luna.
P.D.: Haz caso a Bud.
P.D.II: ¡¡¡¡Me pido la moderación del foro de música!!!! jaja
Sinceramente, querida, me importa un bledo.