¿Quieres ser Barbarita?
Publicado: 24 Dic 2005 15:45
Ha llegado la hora de agradecer a la foc... a Barbarita, todo el entertainment que nos proporciona su original post-concurso “¿Quiere ser millonario?”, que ella, en su proverbial generosidad (de espíritu, no sólo de tejido adiposo) ha confeccionado amorosamente para nosotros. Sin embargo, pronto me he dado cuenta de que ella es (¡pobrecilla!) la única que no puede disfrutar del placer de su propio juego, obligada como está a ser la presentadora. ¡No hay derecho! Se está perdiendo uno de los grandes placeres foreriles de los últimos tiempos: que te pregunten sobre asuntos de rabiosa actualidad y elevada enjundia intelectual como los Gremlins y la metafísicamente fascinante metáfora de alto valor poético de que se reproducen echándoles agua por encima. Enriquecedor.
Yo no podía asistir impertérrito a semejante desajuste foreril (por no hablar del desajuste neuronal.. pero ahí ya no puedo hacer nada) de ver que ella no puede jugar a su propio juego, y permanecer inerte. Así que, ajeno al significado de palabras como “venganza”, “revancha”, o “vas a ver pedazo de guarra lo que te va a pasar por andar tocándome los huevos” (expresiones todas que no están en mi diccionario, así como en el diccionario de ella -de próxima aparición- no figuran palabras como “libro”, “jabón” o “las cosas del suelo no se comen”), he decidido organizar este “¿Quiere ser millonario?” especial navideño, que, así como en el “Un, dos tres” participaban niños, en nuestra versión festiva participará... ehhhmm.... alguien con.. ehhhm... bueno, digamos que su proceso de desarrollo... bueno.. ...Barbarita, ¿estás contenta de jugar?
Las reglas del concurso serán las siguientes:
-Insultar al presentador: 100 euros menos.
-Llevar la contraria al presentador: 100 euros menos.
-Hacer comentarios irónicos, sarcásticos y/o chistosos sobre el presentador: 100 euros menos.
-Desacato al presentador: 100 euros menos.
-Tocarle los huevos al presentador: 300 euros menos.
Los comodines de que dispondrá nuestra agraciada (lo que hay que decir cuando se trabaja en TV) concursante serán los siguientes:
-Comodín de la llamada: La concursante podrá llamar a gritos a un dios mitológico de su elección (de entre una amplia gama: Thor, Tutatis, Apis –no, no es el paté, ¡haz el favor de calmarte! ¡¡no es el paté!!- Júpiter, Poseidón), y, si el susodicho dios se aparece con la respuesta entre tormentas de fuego y su aparición es cubierta por las televisiones generalistas y la CNN, entonces daremos la respuesta por válida (o sea, no vale decir “¡se me ha aparecido en sueños!” o “¡he tenido una visión!” como haces cuando aseguras no haber cenado aún) .
-Comodín del asistente social: este ya lo conoces, ¿recuerdas esa señora tan simpática de aquella escuela de “educación especial” (porque tú, nena, ¡eres especial!) que te ayuda a hacer las figuritas de plastelina de los deberes? Pues lo mismo, pero aquí, en vez de chuches como premio, ¡puedes llevarte dinero!.
Eso sí, el programa pedirá el dictamen de un perito psiquiátrico para asegurarse de que el dinero no le es entregado a una concursante con potencial para emplear ese dinero en autolesionarse (por ejemplo gastándoselo en Red Bull hasta sufrir un paro cardíaco por sobredosis de estimulantes; nos permitimos recordarte que lo de “Red Bull te da aaalas” es un eslógan, una metáfora, y que ya puedes enchufarte la manguera del camión de reparto que no vas a volar como Campanilla).
-Comodín de la pataleta pueril: úsalo con sabiduría... es decir, no a todas horas como de costumbre. En este juego sólo podrás emplearlo una vez (sí nena, ¡una sola vez! Nadie dijo que concursar iba a ser fácil).
Por decisión del director del programa, el cochambroso comodín “Pero yo siempre te gano al ajedrez” ha sido eliminado (multa: 100 euros); en cambio nuestra concursante podrá emplear el comodín “qué inteligente es Nicotin, cómo admiro a Nicotin, qué espesa cabellera tiene Nicotin (énfasis aquí y más te vale sonar sincera) y cómo me gustaría que Nicotin me cambiase la pregunta por otra.”
Y sin más dilación, recibamos a nuestra ilustre concursante:
Barbarita.
Buenas tardes, ¿dispuesta a ganar mucho dinero y premios en nuestro programa? ¡Claro que sí! Me permito recordarle que el dinero es papel, pero no se usa para sonarse, sino que se puede intercambiar por cosas bonitas: caramelos, ketchup, hula-hops, ingresos benéficos en la cuenta bancaria del presentador, etc.
Vamos allá con la pregunta de calificación:
-Ordene, de más lamentable a menos lamentable, las siguientes tipologías humanas:
a) Adolf Hitler.
b) Alguien que cuida a los niños, a los ancianos, y que reparte sus bienes entre los pobres.
c) Alguien que piensa que la película “Los Gremlins” es cultura.
d) Un valenciano.
Como podrá ver, la pregunta resulta sumamente fácil. Hemos ehhhm... “adaptado” las características de nuestro programa a los...digamos “peculiares” condicionantes de nuestra concursante.
Suerte y recuerde:
Aunque le pegues golpes al monitor, a mí no me duelen pero a tu mano sí.
Yo no podía asistir impertérrito a semejante desajuste foreril (por no hablar del desajuste neuronal.. pero ahí ya no puedo hacer nada) de ver que ella no puede jugar a su propio juego, y permanecer inerte. Así que, ajeno al significado de palabras como “venganza”, “revancha”, o “vas a ver pedazo de guarra lo que te va a pasar por andar tocándome los huevos” (expresiones todas que no están en mi diccionario, así como en el diccionario de ella -de próxima aparición- no figuran palabras como “libro”, “jabón” o “las cosas del suelo no se comen”), he decidido organizar este “¿Quiere ser millonario?” especial navideño, que, así como en el “Un, dos tres” participaban niños, en nuestra versión festiva participará... ehhhmm.... alguien con.. ehhhm... bueno, digamos que su proceso de desarrollo... bueno.. ...Barbarita, ¿estás contenta de jugar?
Las reglas del concurso serán las siguientes:
-Insultar al presentador: 100 euros menos.
-Llevar la contraria al presentador: 100 euros menos.
-Hacer comentarios irónicos, sarcásticos y/o chistosos sobre el presentador: 100 euros menos.
-Desacato al presentador: 100 euros menos.
-Tocarle los huevos al presentador: 300 euros menos.
Los comodines de que dispondrá nuestra agraciada (lo que hay que decir cuando se trabaja en TV) concursante serán los siguientes:
-Comodín de la llamada: La concursante podrá llamar a gritos a un dios mitológico de su elección (de entre una amplia gama: Thor, Tutatis, Apis –no, no es el paté, ¡haz el favor de calmarte! ¡¡no es el paté!!- Júpiter, Poseidón), y, si el susodicho dios se aparece con la respuesta entre tormentas de fuego y su aparición es cubierta por las televisiones generalistas y la CNN, entonces daremos la respuesta por válida (o sea, no vale decir “¡se me ha aparecido en sueños!” o “¡he tenido una visión!” como haces cuando aseguras no haber cenado aún) .
-Comodín del asistente social: este ya lo conoces, ¿recuerdas esa señora tan simpática de aquella escuela de “educación especial” (porque tú, nena, ¡eres especial!) que te ayuda a hacer las figuritas de plastelina de los deberes? Pues lo mismo, pero aquí, en vez de chuches como premio, ¡puedes llevarte dinero!.
Eso sí, el programa pedirá el dictamen de un perito psiquiátrico para asegurarse de que el dinero no le es entregado a una concursante con potencial para emplear ese dinero en autolesionarse (por ejemplo gastándoselo en Red Bull hasta sufrir un paro cardíaco por sobredosis de estimulantes; nos permitimos recordarte que lo de “Red Bull te da aaalas” es un eslógan, una metáfora, y que ya puedes enchufarte la manguera del camión de reparto que no vas a volar como Campanilla).
-Comodín de la pataleta pueril: úsalo con sabiduría... es decir, no a todas horas como de costumbre. En este juego sólo podrás emplearlo una vez (sí nena, ¡una sola vez! Nadie dijo que concursar iba a ser fácil).
Por decisión del director del programa, el cochambroso comodín “Pero yo siempre te gano al ajedrez” ha sido eliminado (multa: 100 euros); en cambio nuestra concursante podrá emplear el comodín “qué inteligente es Nicotin, cómo admiro a Nicotin, qué espesa cabellera tiene Nicotin (énfasis aquí y más te vale sonar sincera) y cómo me gustaría que Nicotin me cambiase la pregunta por otra.”
Y sin más dilación, recibamos a nuestra ilustre concursante:
Barbarita.
Buenas tardes, ¿dispuesta a ganar mucho dinero y premios en nuestro programa? ¡Claro que sí! Me permito recordarle que el dinero es papel, pero no se usa para sonarse, sino que se puede intercambiar por cosas bonitas: caramelos, ketchup, hula-hops, ingresos benéficos en la cuenta bancaria del presentador, etc.
Vamos allá con la pregunta de calificación:
-Ordene, de más lamentable a menos lamentable, las siguientes tipologías humanas:
a) Adolf Hitler.
b) Alguien que cuida a los niños, a los ancianos, y que reparte sus bienes entre los pobres.
c) Alguien que piensa que la película “Los Gremlins” es cultura.
d) Un valenciano.
Como podrá ver, la pregunta resulta sumamente fácil. Hemos ehhhm... “adaptado” las características de nuestro programa a los...digamos “peculiares” condicionantes de nuestra concursante.
Suerte y recuerde:
Aunque le pegues golpes al monitor, a mí no me duelen pero a tu mano sí.