Procedamos pues tras estas aclaraciones:
Don Jaime de Marichali, Jaime para los amigos y TodoEsoTeVasAMeterSoAnimal para los más íntimos, nació ganador. Pero vamos, que no os digo nada nuevo; uno ve la figura portentosa, elegante y atlética de Don Jaime y lo que ve es la viva imagen de un ganador nato. En las cortes europeas es que es verlo entrar por la puerta, oir el anuncio de "DON JAIME DE MARICHALI, DUQUE DE LUGO" y todas las cortesanas venga ahí a lubricar. De verdad os lo digo. Es un primor.
Para empezar, Marichali perdió la carrera ante todos los demás espermatozoides. No es que los demás fueran una maravilla. El más rápido tardó dos días en fecundar el óvulo. Don Jaime tardó nueve meses y medio, tiempo suficiente para fecundar el siguiente óvulo post-embarazo. La madre de don Jaime no había dejado a su marido realizar acercamientos sexuales desde el tercer mes de embarazo, de modo que cuando de repente se quedó preñada el cabreo de Marichali sénior fue de padre y muy señor mío. El hombre sobreestimó su maltrecho esperma, fruto de siglos de endogamia. Pero cuando el hijo nació no tuvo duda de que era suyo. Las abuelas, las tías, los duques de Halba y un montón más de infrapersonas dieron el mismo veredicto: "tiene la mismita cara de subnormal que su padre". Marichali sénior abrazó a su mujer y le pidió perdón por haber desconfiado de ella, y de paso también se disculpó por haberle pegado día sí día también durante el embarazo, dificultando más aún el desarrollo de un ser ya de por sí deterioriado.
Otras fuentes aseguran que Don Jaime salió de un huevo; otras afirman que nació de la magia de Saruman y el trabajo de los orcos, surgiendo de una membrana cual uruk-hai. Pero eso son todo difamaciones fruto de mentes envidiosas a las que no prestaremos más atención.
Jaimito fue siempre a las mejores escuelas, donde fue educado por los mejores profesores. En concreto empezó estudiando en los jesuítas de Burgos. El nivel era altísimo. Jaimito sacó unas notas sin precedentes: nueve "muy deficientes". Pero Jaimito se rehizo, gracias a un asombroso proceso de superación personal, esfuerzo, trabajo constante y sobornos y amenazas al profesorado.

Podría haber sido modelo pero eligió el camino difícil.
Pronto se convirtió en un tipo con un gran futuro por delante. Su padre le contó que la empresa familiar había vivido mejores tiempos: en la edad media sus antepasados tenían acojonado a todo el mundo. Podían matar a quien les saliera de la minúscula polla, podían usar dicho instrumento para violar a quien les diera la gana, y si eran vírgenes pues daban más ganas, para qué nos vamos a engañar. "Aquello sí eran tiempos", suspiraba su padre, dirigiendo sus ojos hacia el horizonte, con mirada soñadora y mongoloide, quizá con más dominio de lo segundo.
Pero con el retroceso de la incultura, o la expansión de la cultura, si queréis, la plebe empezó a darse cuenta de que semejante barbarie no era deseable y La República de Platón fue un best-seller de aquellos tiempos. Incluso salió en edición de bolsillo, a pesar de que entonces nadie tenía bolsillos, puesto que se inventaron como todo el mundo sabe cuando Julio Iglesias fue a Eurovisión. Total, que el libro describía otros regímenes en los que todo el mundo era feliz y, lo más importante, en los que el noble de turno no se tenía que follar a tu mujer antes que tú. En Francia el libro causó especial conmoción, en especial la causó sobre el cuello de la nobleza. Papá Marichali le contó a su hijo que "menos mal que vivimos en un país donde no hay pelotas" y gracias a ello la empresa familiar no se había ido al traste del todo.
Pero estaba en horas bajas, sin duda. Cuando Marichali nació, el patrimonio familiar era de tan sólo doscientos billones de pesetas. De modo que nuestro héroe surgió de lo más bajo para alcanzar las más altas cotas del mongolismo. Pronto Jaime terminó su (de)formación, que tuvo lugar un poco en todas partes: en Kostka, en Dublín... un poco donde lo aceptaban, vamos. ¿Quién coño va a estudiar a Kostka? ¿Sabéis dónde está Kostka? Pues eso. Estudió economía o, mejor dicho, se licenció en economía y a partir de ahí no le fue difícil encontrar puesto de trabajo. Si no se hubiera licenciado en nada pues seguramente habría terminado currando de lo mismo, que ya sabéis cómo van estas cosas, qué os voy a contar. En fin. Trabajó en París y más tarde fue nombrado presidente de la Fundación Winthertur, que nadie sabe muy bien qué hacen y puede que el trabajo desempeñado ahí por Marichali tenga algo que ver.

Nuestro hombre. Trabajando. O algo.
Más o menos por esos años fue cuando conoció a toda una princesa, una belleza por desflorar (inexplicablemente) y con unos orígenes genéticos similares a los suyos. Tras hacerse la prueba del ADN descubrieron que eran primos, de modo que procedieron al casamiento. La Infanta Limón Helena, que es como se llama el engendro, era la hija mayor del rey, lo cual situó a Don Jaime en la segunda posición del ranking de candidatos a la corona española durante unos años, hasta que el tontolaba del príncipe se casó y tuvo que tener hijos, complicándonos las cosas a los que ansiamos ver a Don Jaime como rey de este país imaginario llamado Hespaña.
Pronto su vida fue de vértigo: el martes por la tarde una sesión de fotos para la Fundación, el jueves por la mañana una comparecencia en público con la familia real, el domingo una comida con los suegros, una vez al mes mirar la cartilla del banco... un estrés... algo que su débil organismo no podía soportar. De modo que se metió un montón de coca. De bizcocho.
Los que hayan engullido cantidades industriales de coca (de bizcocho) sabrán que el organismo se resiente. Y el de Marichali, resentido de por sí, pues dijo basta. Un cuerpo puede decir basta de muchos modos; el mío lo dice provocando lo que yo llamo "ortosifón", que es algo así como una violenta diarrea repentina. Pero dejemos de hablar de mí. En el caso de Marichali, su cuerpo escogió la vía de la embolia. Desde entonces Don Jaime no ha vuelto a ser el mismo. No quiero decir que esté ni mejor ni peor (es difícil saber si está más degenerado el antes o el después) pero el mismo no es, eso desde luego. Ahora va en patinete motorizado por los sitios. Y viste mucho más fashion.

Un tanto perjudicado.
Hombre humilde desde su nacimiento, nunca supo actuar como un alto cargo. En una cena en Nueva York, se emborrachó y montó un pollaco. Entre otras escenas desagradables de las que no hablaremos, Don Jaime se dirigió a un par de cubanos, a los que insultó por no condenar la dictadura castrista. Interesante. No parecía encabronado con los dirigentes del PP por no condenar NUESTRA dictadura. En fin. Después de espetar ante una anonadada audiencia (entre los que estaban Calvin Klein o Bianca Jagger, para que os hagáis una idea) que Castro es un asesino y un maricón -palabras exactas-, lo tuvieron que acompañar amablemente hasta la puta calle. Una cogorza para el recuerdo. Seguro que a la familia le hizo una gracia tremenda. Menos mal que en Hespaña los medios están censuradotes y no se le dio eco a la noticia.
Ahora Don Jaime es padre y le pone a sus hijos nombre de chiste, para falicitarles las cosas a los del Jueves y demás publicaciones satíricas que, dicho sea de paso, no tienen ningún respeto, los muy hijos de puta, por la majestuosa figura de Don Jaime de Marichali.
Dios salve al duque de Lugo! Manque pierda!
Venga!