La tormenta de cristal, de Pedro Torrijos.
Esta es la sinopsis:
Nueva York, 1977. En el centro de la ciudad acaba de inaugurarse el flamante edificio de Citicorp. Su peculiar estructura ha roto las reglas de la arquitectura moderna y lo ha convertido en uno de los rascacielos más reconocibles del skyline de Manhattan, pero pocos saben el desafío que este proyecto ha supuesto para Bill LeMessurier. Desde que aceptó el encargo seis años atrás, la gravedad no ha sido el único obstáculo que ha tenido que superar para alzar esta gigantesca torre de acero, hormigón y cristal.
Sin embargo, una llamada inesperada está a punto de poner en jaque su reputación. Una estudiante de Ingeniería estructural ha detectado un posible error de cálculo y todo apunta a que el edificio podría desmoronarse causando una catástrofe inimaginable. LeMessurier no quiere admitir su error, pero la proximidad de una gran tormenta precipita una cuenta atrás que amenaza la ciudad entera.
Entretenido, “un pasapáginas” (tal y como reconoce el propio autor). Para pasar un rato bueno sin esperar mucho si no tienes otras pretensiones.
AHORA BIEN
Gran parte del libro básicamente es un “capitalismo MAL, mujeres BIEN Y LISTAS”. Muy cansado ya de la retórica tipo Years and Years donde todo era guay si lo hacían o decían personas que no son hombres blancos heteros. Aquí me molesta bastante más porque está basado en una historia real que conozco y que se manipula para que, eso, capitalismo MAL y mujeres BIEN Y LISTAS.
Lo del capitalismo MAL lo recalca varias veces porque había crisis en los 70 y que cómo se podían construir rascacielos con gente muriéndose de hambre por la calle. Así que Demagogia BIEN.
Por otro lado, de un tiempo a esta parte se está metiendo la zarpa con el feminismo mal entendido en ciertos aspectos de la ciencia, como por ejemplo decir que a Einstein prácticamente le dictó la relatividad especial su primera mujer y que el puente de Brooklyn se pudo construir gracias a una mujer. Todo eso es rotundamente falso, por supuesto, si sabes de lo que va el tema.
Y en el caso del jaleo con el edificio Citicorp pasa lo mismo. En el libro se da una dimensión extraordinaria a la estudiante cuando en la realidad no tuvo tantísima importancia (LeMessurier, el diseñador de la estructura, se dio él mismo cuenta del error, pero eso sí, gracias a las preguntas de la estudiante; no es exacto el perfil de tipo soberbio y prepotente en el que se proyecta Torrijos) y directamente se inventa un personaje mujer que no solo dice que es la que detecta la debilidad de las uniones con roblones (en realidad lo hizo el propio LeMessurier) sino que es quien salva el edificio al reprogramar el amortiguador de masas desde dentro de la cúspide del rascacielos, en medio del huracán (una escena con gran tensión dramática pero inventada completamente ya que el huracán no llegó Nueva York, puesto que giró a lo largo de la costa este de USA).
También se hizo algo así en la serie Chernobyl (se inventaron un personaje mujer que no existió en realidad, fusionando otras personas reales), pero aquí se lleva más allá de forma calculada y estudiada (no dudo de su astucia en este sentido) para arrimar la sardina al ascua que más calienta: hasta ha metido una historia paralela con negros para dar diversidad racial al tema. En mi caso, le he visto los hilos al muñeco clarísimamente.
En fin, que a mí personalmente me ha sacado completamente de la historia todos estos temas. Esto es un poco como cuando los historiadores braman porque Braveheart no podía llevar tinte azul en la cara y por supuesto mucho menos calzarse a Sophie Marceau. Así que aquí me tenéis agitando el puñito, que es lo único que me queda.
Me estoy volviendo un viejo amargado, valga la redundancia. Solo estoy ya para reseñas encabronado, como me pasó con Patos.
Un saludo a todos.