Pues el de "
Comer animales" me llama la atención y me hace cantos de sirenita, a pesar de que me gusta mucho comer animales, y no tengo intención de dejar de hacerlo. Lo que pasa es que si voy a seguir con mis hábitos y me voy a sentir mucho más culpable que estando desinformado, no sé si me compensa.
He leído "
Mi padre, el pornógrafo", de
Chris Offutt.
Del mismo autor, he leído "Kentucky seco", un libro de relatos que me gustó bastante, ideal para los fans de los rednecks, hillbillies y paletos montañeses USA.
Cuando Andrew Offutt murió, su hijo Chris heredó un escritorio, un rifle y ochocientos kilos de porno. Andrew fue considerado el rey de la pornografía escrita del siglo xx, con una carrera literaria que comenzó como un medio para pagar la ortodoncia de su hijo y que pronto cobró vida hasta alcanzar su punto álgido durante la década de los setenta, cuando la popularidad comercial de la novela erótica llegó a su apogeo. Con su esposa ejerciendo como mecanógrafa, Andrew escribió desde su casa en las colinas de Kentucky, encerrado en una oficina en la que nadie osaba entrar, más de cuatrocientas novelas. Pero, cuanto más escribía, más crecía su ambición y más difícil era para sus hijos formar parte de su mundo. En el verano de 2013, Chris regresó a su ciudad natal para ayudar a su madre, ya viuda, a salir de la casa de su infancia. Cuando comenzó a leer los manuscritos y las cartas de su padre, por fin tuvo la oportunidad de conocer a aquel hombre difícil, voluble y, a veces, cruel al que había amado y temido a partes iguales, y se dio cuenta de que en ausencia de su padre podría dar sentido a su vida y a su legado.
El autor se marca un libro en la línea que me gusta de "ahondar en la vida del padre/madre", que viene a ser mi género favorito cuando se hace de forma descarnada y trastornadora de gentes de frágil equilibrio psicológico (yo, vamos). La relación con un padre autoritario pero que no les ponía la mano encima, escritor de porno compulsivo, una madre pasiva y esa vida montañesa en la que, en realidad, encajaban a medias.
Yo creo que a Pochola podría gustarle bastante. A mí me ha gustado mucho. Y no es largo. Solo echo de menos unas cuatro o cinco páginas de fotillos del padre.
Empecé a leerme "
Alegría", el nuevo de
Manuel Vilas tras "Ordesa", y me pillé un cabreo monumental. Porque, ¿para qué quiero un libro del autor de "Ordesa" contándome su vida después de "Ordesa"? ¿Pero esto qué es? ¿Una estrategia de Planeta para fichar a un autor cuando ha pegado un pelotazo con su obra más personal pidiéndole "haznos otra igual, Manuel", y te hacemos finalista del Planeta? ¿Y esa portada REPUGNANTE? ¿Y esa tapa dura PERO con páginas como papel de fumar? Que más allá del formato del libro, solo he leído como 50 páginas, pero me he desesperado un poco, porque lo bueno de "Ordesa" es que era la escritura de un tipo desesperado, deprimido, con las tripas fuera, y ahora está en un hotel de lujo tocando los cojones. PERO BUENO, ¿pero esto qué es? Que igual lo retomo dentro de dos años y me encanta, pero ayer me pareció la paja de la paja de la paja autorreferencial, y lo tuve que dejar.
Que el Vilas siempre te clava una frase por página, ¿eh?, que eso está ahí, como cuando dice que "Los padres somos siempre mendigos del amor de los hijos", y tengo que tragar saliva, pero oye, que no.