pH, más que hamor, frensi.

jairo195 escribió: ↑08 Mar 2024 13:34 Justo estoy con este y lo estoy devorando a un ritmo como hacía tiempo que no me enganchaba un libro. Quizàs desde hace año y medio, cuando leí esa joyita que es El señor Wilder y yo de Coe.

Yo también lo he devorado en poco tiempo, sobre todo a partir del momento en que entendí la estructura del libro (después de la primera mitad, más o menos). Cuando lo acabes comentamos el final.

Me apunto el de Coe, aunque leí hace años otro del autor ("La lluvia antes de caer") y no me gustó nada.

Justo hoy me lo apunté para futura lectura a recomendación de una amiga de mi mujera porque, aparentemente, lo leyó Dua Lipa y flipó tanto que hizo un podcast o una entrevista o algo así con el escritor, que es argentino.

Cada vez gana más fuerza la teoría de que somos un sólo ente foril.

Yongasoo escribió: ↑09 Mar 2024 22:23 Justo hoy me lo apunté para futura lectura a recomendación de una amiga de mi mujera porque, aparentemente, lo leyó Dua Lipa y flipó tanto que hizo un podcast o una entrevista o algo así con el escritor, que es argentino.

Cada vez gana más fuerza la teoría de que somos un sólo ente foril.

El escritor es argentino, en efecto, pero vive en EEUU y escribe en inglés.

Dua Lipa como prescriptora de libros, mmmmh, notable mejora.

M. Corleone escribió: ↑10 Mar 2024 09:12

Yongasoo escribió: ↑09 Mar 2024 22:23 Justo hoy me lo apunté para futura lectura a recomendación de una amiga de mi mujera porque, aparentemente, lo leyó Dua Lipa y flipó tanto que hizo un podcast o una entrevista o algo así con el escritor, que es argentino.

Cada vez gana más fuerza la teoría de que somos un sólo ente foril.

El escritor es argentino, en efecto, pero vive en EEUU y escribe en inglés.

Dua Lipa como prescriptora de libros, mmmmh, notable mejora.

Sí, la recomendación fué algo así: "Che, a vos que te gustan los libros, tengo este que lo recomienda Dua Lipa".

Que es una frase inusual, por decir poco.

Pero parece que bien.

Lalalalala

Es una distopía, pero creo que igual no va en literatura

Ups, gracias doc.

"Festín de serpientes" de Harry Crews.

Granjeros ebrios. Majorettes viciosas y toxicómanas. Negros silenciosos con instintos homicidas. Un exjugador de fútbol americano que podría haber llegado a lo más alto. Un parque de caravanas. Un sheriff con una pata de palo, souvenir de su paso por Vietnam, que utiliza la cárcel de picadero. Un ayudante del sheriff que no da abasto. Una navaja. Peleas ilegales de perros. El entrenador Tump y sus muchachos. Una chica pegada al televisor. Mucho moonshine, mucha cerveza y alguna que otra botella robada de whisky del bueno. Un predicador de serpientes. James Brown en la gramola. Canciones de Merle Haggard. Un abogado que solo puede follar pensando en Treblinka. Bebés llorones. Una estudiante de filosofía que lee novelas de ciencia ficción (y que forzosamente ha de ser idiota). Un montón de melenudos. Viajantes de comercio. Gente procedente de todo el país (el año pasado se presentaron dos de Canadá y cinco de Texas). El certamen de Miss Crótalo. Y un montón de serpientes. Serpientes por todas partes. Consoladores con forma de serpiente, preservativos con forma de serpiente, ropa interior con estampado de serpiente, cazadores de serpientes y serpientes a la sartén con salsa picante de Louisiana…

¡BIENVENIDOS AL RODEO ANUAL DE SERPIENTES DE CASCABEL DE MYSTIC, GEORGIA!

La mandanga habitual que proporciona la editorial Dirty Works en general y Harry Crews en particular. Paletos sureños, ambientes locos y opresivos, violencia, sexo, dislates, religión loca, alcohol a raudales...

Lo he disfrutado porque soy fan del género (y la editorial) y el autor, sin ser tampoco una obra notable. No es para todo el mundo, supongo.

Por cierto, para los aficionados a la literatura redneck en general, y a Chris Offutt en particular: https://elpais.com/icon/2024-03-13/chri ... l-dia.html

@poshol na, creo que habías leído alguno de Offutt de Sajalin.

Un grupo de amigos jubilados todavía recuerda la tarde de aquel domingo de enero de 1994 en que un Tito Gil maduro hizo su aparición en el bar restaurante del pueblo, en la Sierra de Madrid. Lo reconocieron por su prodigiosa voz. Regresaba a su lugar natal el afamado actor, el niño prodigio, la gran promesa teatral que parecía haber triunfado en los escenarios de la capital, o tal vez de medio mundo. Quizá en busca de notoriedad, Tito Gil no tardará en proponerles una gran representación colectiva con la que revitalizar el turismo y atraer a gente. Será la última oportunidad de evitar el despoblamiento paulatino. Nadie parece resistirse, pero necesitan a una gran actriz que le dé a él la réplica. En esas fechas, Paula, una mujer que ha visto aplastados sus sueños por la rutina laboral, toma el último tren en Atocha y despierta, sin saberlo, en la estación de un pueblo para ella desconocido.
Bajo el sortilegio de un relato oral colectivo, en La última función Luis Landero vuelve a deleitarnos con la fascinación de una historia y de unos personajes que parecen salir de la bruma y tomar la escena para sentirse transformados. Una historia de amor inesperada, y un sinfín de personajes secundarios humorísticos y admirables que culminan en un magistral desenlace.


Es lo primero que leo de Luis Landero tras las recomendaciones de un par de colegas. Bien, sin más, pero la verdad es que esperaba otra cosa. Quizás más adelante le dé una oportunidad a algún otro título suyo, pero de momento lo dejo en espera. Seguro que tiene cosas mucho mejores a tenor de las críticas tan buenas que tienen sus obras.