Huevos fritos
Publicado: 20 Jul 2004 13:48
Esto es una pamplina que escribi hace ya tiempo pa probar un final raro. Os lo pongo para que me digais que os parece. La verdad es que al leerlo tras unos meses me parece una mierda de final. Pero si me decis exactamente lo que no es gusta (o lo que os gusta) me hariais un favor ya que no es lo mismo leer algo que ha hecho uno.
[joder, que yuyu el emoticon de gilygil]
HUEVOS FRITOS
"Margari estaba en la cocina preparando unos huevos fritos con patatas. Yo no se como puede esa mujer ponerse a cocinar con este calor. Parece hasta que el aire se para, embutido en la calida atmosfera, pesada, espesa. El tiempo se detiene y solo la cadencia de la propia respiracion hace que cada segundo caiga como una gota de sudor. El calor en exceso tambien hace que uno diga y piense muchas pamplinas.
Alguien llamaba a la puerta que me saco de mi estado pre-catatonico. El timbre parecia haber perdido su significado. Pero ahí estaba mi Margari.
¡Peeepe! ¡Ha' argo, hio! ¡Abre la puerta que yo tengo las papa en la sarten!
¡Como es mi Margari!¡Es que hay que quererla! Como buenamente pude me levante del sofa y fui para el vestibulo cuando se me ocurrio otro de mis fantasticos negocios para hacerse rico en dos dias. Mandos a distancia para abrir el porton. Eso tendria éxito ¿que no?
¡Venga, joe, que es pa hoy!
¡Ya va, ya va!
Menos mal hombre, menos mal que no vives en el Palacio de la Zarzuela porque si no se te moriria la gente esperando en la puerta.
Anda pa dentro. Ahí esta Margari, metia en la cosina.
Era la vecina, la Juani. Una buena persona, quizas demasiado sincera, demasiado directa. Es de ese tipo de gente que sabe decirte en cada momento lo que tu no quieres oir porque sabes que es verdad. O aunque no tenga razon en lo que dice, tal y como se le pasa por la cabeza te lo suelta. Si es que realmente le pasa por la cabeza. Esta vez se fue para la cocina a hablar con Margari. A destripar a alguna de sus amigas, seguro. A veces me gusta ponerme a charlar con ella porque te dice cosas que si no fueran sobre uno serian para escribir un tratado de etica y moralidad del sexto izquierda. Pero claro si entra en valoraciones sobre tus principios, ya la cosa se ve desde otro punto de vista. Menos mal que yo siempre intento mantener una postura distante. No involucrarme mucho, porque ya me lo decia mi madre: Pepe hijo, cuando te involucras con algo te pone hecho un hijoputa.
Me estaba apeteciendo hacer algo positivo pero como la comida estaba a punto de salir no me parecio el mejor momento para bajarme al bar asi que, dado que tampoco habia encontrado inspiracion en toda la mañana para continuar mi novela decidi poner los platos. Sobre todo ahora que habia llegado la Juani, que si no cualquiera la escucha luego. Con lo prudente que es mi Margari no se como puede haberse hecho amiga de esa mujer. Estoy seguro que entre otras maldades viene aquí para controlar como esta la casa y tener luego mas repertorio cuando vaya visitando las otras vecinas que son de su cofradia.
Poner la mesa me relaja. Es bueno que uno tenga sus quehaceres diarios. Es bueno para la mente. Asi se siente uno util, se siente uno satisfecho. Ahora que lo pienso, esto demuestra que Dios es de derechas. ¡Claaaro! Uno se siente bien cumpliendo con su obligacion pero como con eso gana dinero tu jefe, entonces ese placer no es pecado, todos los demas si. Si es que estan todos compinchados para amargarle la vida al trabajador y todo lo que no sea cumplir con tu trabajo es algo que te impide que lo hagas como se te manda. Es la ley de Dios.
Pepe. ¡Pepe! ¿Y este hombre, hija? Yo creo que ha venio pa astronauta por que se pasa tor santo dia en la luna. Chiquillo ¿me quieres hasé caso?
Que, Pepe ¿Ha' encontrao ya trabajo?
¿Trabajo? - (que querra la lagartona esta preguntando por mi vida laboral).
Si, trabajo, eso que hacen los que pagan impuestos y se van de vacaciones.
Si, ya, ya, Juani. No te embales que tu coge enseguida carrerilla. De momento estoy esperando que me respondan de un par de sitios donde mande el curriculum. A ver si hay suerte.
Mira, suerte es que te toque la primitiva. Pa trabajar lo que hay que hacer es tener ganas y yo a ti no te veo con mucha disposicion, perdona que te diga.
Eso era tipico de ella. Siempre que terminaba una frase con su “perdona que te diga” es porque acababa de soltarte uno de sus pildorazos.
Bueno Juani, luego me paso por tu casa pa tomar el cafelito. Nosotros vamos a comer ahora que se nos va a enfriar el almuerzo.
Anda, que tienes el sielo ganao. Venga, pasate luego y te termino de contar lo de la cuñá de la del tercero que todavia no sabe tu lo peor.
Vale, cuenta conmigo. Luego te veo.
Si, hasta luego.
Como es mi Margari. Menos mal que estaba ella pa salir al quite. Y menuda prenda la Juani, menuda es. De lidia.
Margari estaba muy callada despues de que se hubiera ido su amiga. Seria el calor. La pobre estaba empapaita en sudor despues de hacerme la comida. Yo podia haber empezado alguna conversacion pero no se, solo se me ocurria mirarla y eso era bastante actividad para mi ingenio en ese momento. Definitivamente no tenia yo un dia creativo hoy. Como la veia tan apagadita decidi fregar los platos yo. Asi podria irse ella a charlar con la Juani. Igual eso era lo que tenia, estaria intrigada con lo que le iba que decir la otra. Eso tenia que ser.
Despues de terminar con los platos cogi 2 euros del monedero de mi Margari y me baje un momentito al bar. A ver si me encontraba con el Juaqui. Con el Juaqui se echan siempre grandes sobremesas. Es un gran tipo, y muy lúcido, sobre todo cuando lo pillas sereno.
Al llegar al bar solo estaba Paquito, el chavalito nuevo de la barra. Ese chiquillo no tiene vida, se pasa el dia entero metio detrás de la barra y solo sale para descargar los barriles vacios.
Que pasa Paquito.
Que tal, Don Jose.
Deja, deja, a mi no me vengas con formalidades.
Bueno hombre, que se ofrece.
Ponme un cortado. Oye, ¿y tu jefe?
Ahora viene. Ha salido un momento. La mujer lo llamo por el movil y el salio pitando.
¿Pero ha pasao algo?
No, no creo, dijo que volvia enseguida y yo lo vi tranquilo.
¡Ah!...¿Y Juaqui? ¿Lo has visto por aquí?
Estuvo aquí esta mañana y por como iba, imagino que ahora estara durmiendo.
¡Vaya hombre!
Mire, por ahí viene Don Jesus.
Hombre Pepe, je, je, que casualidad. Paco, un whisky, bien despachao.
Ya esta ahí.
¿Qué paso, Jesus? Si tu normalmente no bebes.
Es que tengo vengo a discutir un par de cosas con mi mujer.
Jesus era el marido de la Juani y juntos hacian ciertamente una pareja muy rara. El se veia que la queria mucho pero ella no hacia mas que quejarse de el. Siempre echandole en cara como habia dedicado su vida a ponerle de comer y limpiarle los calzoncillos. Ella, que habia tenido los pretendientes a manojitos, y de dinero. Por lo menos eso es lo que contaba en todos los pisos de la escalera. Jesus de todas formas se veia que la queria mucho. Y ella a su manera tambien lo queria a el. O al menos eso creia yo leer entre lineas. Pero no.
Jesus estaba como fuera de si, como mal drogado. Me contaba que sabia de buena tinta que su mujer lo estaba engañando y que acababa de enterarse con quien. Yo me mostraba muy reticente a creerle. ¿La Juani? Acostarse con esa mujer es como tirarse a una sexologa, por h o por b te va a encontrar un complejo sexual de cualquier cosa. El de todas formas tenia una razon de mucho peso. Todo el mundo sabia que Juani no era conocida por su prudencia y habia dicho por todo el barrio que se habia liado con alguien del mismo bloque. Yo pense que estaba de broma. Simplemente no era creible, aunque era una buena linea para seguir mi novela.
Juani, no me gusta que le digas esas cosas a mi marido, sobre todo en su propia casa.
Venga mujer, el mismo es el que se deja. Ademas el no te merece. Tu eres la que lleva los pantalones en tu casa. Igual que yo aquí. No son nadie sin nosotras. Tu te mereces mucho mas que ese babeta.
Pero el es bueno, lo que pasa es que no ha tenido suerte.
¡Ah! ¿Tambien te ha convencido a ti de lo de la suerte? Lo que pasa es que la gente tiene que saber donde pisa. Todos no han venido para ministros y los nuestros, mi niña, no son grandes hombres. Detrás de un gran hombre ahí una gran mujer y detrás de una gran mujer ahí normalmente un calzonazos, perdona que te diga.
Margari se quedo callada, para callar su conciencia. A pesar de todo lo que se lo decia, en lo mas hondo, ella sabia que no sabia si ya lo queria o no.
Anda ven aquí, tonta. Que te veo que ya vas a llorar. ¿No ves que yo te digo todo esto por tu bien?
Ya, si yo ya se que tienes razon y por eso me duele.
Tu no te preocupes. Veras que pronto salimos de esta carcel sin rejas en la que nos tienen metidas.
Margari sonrio de forma incomoda, como no sabiendo o no queriendo saber lo que Juani queria decir. Y empezo a abanicarse mientras se echaba para atrás en la silla. El calor seguia agobiando y ennerviando. Con esa cualidad que tiene para exaltar las pasiones. Juani se levanto de su silla y se acerco a la ventana para abrirla de par en par. Mientras en la calle sonaba una sirena de un coche de policia iluminado por las luces de una ambulancia en el bar de la esquina. Se cogio detrás el pelo y se volvio a mirar su Margari. Mientras en la escalera, la del quinto, gritaba como pregonero:
- Juani ¡Juaaani! ¡Tu marido! ¡Y el pobre Pepe! ¡Dios mio!"
[joder, que yuyu el emoticon de gilygil]
HUEVOS FRITOS
"Margari estaba en la cocina preparando unos huevos fritos con patatas. Yo no se como puede esa mujer ponerse a cocinar con este calor. Parece hasta que el aire se para, embutido en la calida atmosfera, pesada, espesa. El tiempo se detiene y solo la cadencia de la propia respiracion hace que cada segundo caiga como una gota de sudor. El calor en exceso tambien hace que uno diga y piense muchas pamplinas.
Alguien llamaba a la puerta que me saco de mi estado pre-catatonico. El timbre parecia haber perdido su significado. Pero ahí estaba mi Margari.
¡Peeepe! ¡Ha' argo, hio! ¡Abre la puerta que yo tengo las papa en la sarten!
¡Como es mi Margari!¡Es que hay que quererla! Como buenamente pude me levante del sofa y fui para el vestibulo cuando se me ocurrio otro de mis fantasticos negocios para hacerse rico en dos dias. Mandos a distancia para abrir el porton. Eso tendria éxito ¿que no?
¡Venga, joe, que es pa hoy!
¡Ya va, ya va!
Menos mal hombre, menos mal que no vives en el Palacio de la Zarzuela porque si no se te moriria la gente esperando en la puerta.
Anda pa dentro. Ahí esta Margari, metia en la cosina.
Era la vecina, la Juani. Una buena persona, quizas demasiado sincera, demasiado directa. Es de ese tipo de gente que sabe decirte en cada momento lo que tu no quieres oir porque sabes que es verdad. O aunque no tenga razon en lo que dice, tal y como se le pasa por la cabeza te lo suelta. Si es que realmente le pasa por la cabeza. Esta vez se fue para la cocina a hablar con Margari. A destripar a alguna de sus amigas, seguro. A veces me gusta ponerme a charlar con ella porque te dice cosas que si no fueran sobre uno serian para escribir un tratado de etica y moralidad del sexto izquierda. Pero claro si entra en valoraciones sobre tus principios, ya la cosa se ve desde otro punto de vista. Menos mal que yo siempre intento mantener una postura distante. No involucrarme mucho, porque ya me lo decia mi madre: Pepe hijo, cuando te involucras con algo te pone hecho un hijoputa.
Me estaba apeteciendo hacer algo positivo pero como la comida estaba a punto de salir no me parecio el mejor momento para bajarme al bar asi que, dado que tampoco habia encontrado inspiracion en toda la mañana para continuar mi novela decidi poner los platos. Sobre todo ahora que habia llegado la Juani, que si no cualquiera la escucha luego. Con lo prudente que es mi Margari no se como puede haberse hecho amiga de esa mujer. Estoy seguro que entre otras maldades viene aquí para controlar como esta la casa y tener luego mas repertorio cuando vaya visitando las otras vecinas que son de su cofradia.
Poner la mesa me relaja. Es bueno que uno tenga sus quehaceres diarios. Es bueno para la mente. Asi se siente uno util, se siente uno satisfecho. Ahora que lo pienso, esto demuestra que Dios es de derechas. ¡Claaaro! Uno se siente bien cumpliendo con su obligacion pero como con eso gana dinero tu jefe, entonces ese placer no es pecado, todos los demas si. Si es que estan todos compinchados para amargarle la vida al trabajador y todo lo que no sea cumplir con tu trabajo es algo que te impide que lo hagas como se te manda. Es la ley de Dios.
Pepe. ¡Pepe! ¿Y este hombre, hija? Yo creo que ha venio pa astronauta por que se pasa tor santo dia en la luna. Chiquillo ¿me quieres hasé caso?
Que, Pepe ¿Ha' encontrao ya trabajo?
¿Trabajo? - (que querra la lagartona esta preguntando por mi vida laboral).
Si, trabajo, eso que hacen los que pagan impuestos y se van de vacaciones.
Si, ya, ya, Juani. No te embales que tu coge enseguida carrerilla. De momento estoy esperando que me respondan de un par de sitios donde mande el curriculum. A ver si hay suerte.
Mira, suerte es que te toque la primitiva. Pa trabajar lo que hay que hacer es tener ganas y yo a ti no te veo con mucha disposicion, perdona que te diga.
Eso era tipico de ella. Siempre que terminaba una frase con su “perdona que te diga” es porque acababa de soltarte uno de sus pildorazos.
Bueno Juani, luego me paso por tu casa pa tomar el cafelito. Nosotros vamos a comer ahora que se nos va a enfriar el almuerzo.
Anda, que tienes el sielo ganao. Venga, pasate luego y te termino de contar lo de la cuñá de la del tercero que todavia no sabe tu lo peor.
Vale, cuenta conmigo. Luego te veo.
Si, hasta luego.
Como es mi Margari. Menos mal que estaba ella pa salir al quite. Y menuda prenda la Juani, menuda es. De lidia.
Margari estaba muy callada despues de que se hubiera ido su amiga. Seria el calor. La pobre estaba empapaita en sudor despues de hacerme la comida. Yo podia haber empezado alguna conversacion pero no se, solo se me ocurria mirarla y eso era bastante actividad para mi ingenio en ese momento. Definitivamente no tenia yo un dia creativo hoy. Como la veia tan apagadita decidi fregar los platos yo. Asi podria irse ella a charlar con la Juani. Igual eso era lo que tenia, estaria intrigada con lo que le iba que decir la otra. Eso tenia que ser.
Despues de terminar con los platos cogi 2 euros del monedero de mi Margari y me baje un momentito al bar. A ver si me encontraba con el Juaqui. Con el Juaqui se echan siempre grandes sobremesas. Es un gran tipo, y muy lúcido, sobre todo cuando lo pillas sereno.
Al llegar al bar solo estaba Paquito, el chavalito nuevo de la barra. Ese chiquillo no tiene vida, se pasa el dia entero metio detrás de la barra y solo sale para descargar los barriles vacios.
Que pasa Paquito.
Que tal, Don Jose.
Deja, deja, a mi no me vengas con formalidades.
Bueno hombre, que se ofrece.
Ponme un cortado. Oye, ¿y tu jefe?
Ahora viene. Ha salido un momento. La mujer lo llamo por el movil y el salio pitando.
¿Pero ha pasao algo?
No, no creo, dijo que volvia enseguida y yo lo vi tranquilo.
¡Ah!...¿Y Juaqui? ¿Lo has visto por aquí?
Estuvo aquí esta mañana y por como iba, imagino que ahora estara durmiendo.
¡Vaya hombre!
Mire, por ahí viene Don Jesus.
Hombre Pepe, je, je, que casualidad. Paco, un whisky, bien despachao.
Ya esta ahí.
¿Qué paso, Jesus? Si tu normalmente no bebes.
Es que tengo vengo a discutir un par de cosas con mi mujer.
Jesus era el marido de la Juani y juntos hacian ciertamente una pareja muy rara. El se veia que la queria mucho pero ella no hacia mas que quejarse de el. Siempre echandole en cara como habia dedicado su vida a ponerle de comer y limpiarle los calzoncillos. Ella, que habia tenido los pretendientes a manojitos, y de dinero. Por lo menos eso es lo que contaba en todos los pisos de la escalera. Jesus de todas formas se veia que la queria mucho. Y ella a su manera tambien lo queria a el. O al menos eso creia yo leer entre lineas. Pero no.
Jesus estaba como fuera de si, como mal drogado. Me contaba que sabia de buena tinta que su mujer lo estaba engañando y que acababa de enterarse con quien. Yo me mostraba muy reticente a creerle. ¿La Juani? Acostarse con esa mujer es como tirarse a una sexologa, por h o por b te va a encontrar un complejo sexual de cualquier cosa. El de todas formas tenia una razon de mucho peso. Todo el mundo sabia que Juani no era conocida por su prudencia y habia dicho por todo el barrio que se habia liado con alguien del mismo bloque. Yo pense que estaba de broma. Simplemente no era creible, aunque era una buena linea para seguir mi novela.
Juani, no me gusta que le digas esas cosas a mi marido, sobre todo en su propia casa.
Venga mujer, el mismo es el que se deja. Ademas el no te merece. Tu eres la que lleva los pantalones en tu casa. Igual que yo aquí. No son nadie sin nosotras. Tu te mereces mucho mas que ese babeta.
Pero el es bueno, lo que pasa es que no ha tenido suerte.
¡Ah! ¿Tambien te ha convencido a ti de lo de la suerte? Lo que pasa es que la gente tiene que saber donde pisa. Todos no han venido para ministros y los nuestros, mi niña, no son grandes hombres. Detrás de un gran hombre ahí una gran mujer y detrás de una gran mujer ahí normalmente un calzonazos, perdona que te diga.
Margari se quedo callada, para callar su conciencia. A pesar de todo lo que se lo decia, en lo mas hondo, ella sabia que no sabia si ya lo queria o no.
Anda ven aquí, tonta. Que te veo que ya vas a llorar. ¿No ves que yo te digo todo esto por tu bien?
Ya, si yo ya se que tienes razon y por eso me duele.
Tu no te preocupes. Veras que pronto salimos de esta carcel sin rejas en la que nos tienen metidas.
Margari sonrio de forma incomoda, como no sabiendo o no queriendo saber lo que Juani queria decir. Y empezo a abanicarse mientras se echaba para atrás en la silla. El calor seguia agobiando y ennerviando. Con esa cualidad que tiene para exaltar las pasiones. Juani se levanto de su silla y se acerco a la ventana para abrirla de par en par. Mientras en la calle sonaba una sirena de un coche de policia iluminado por las luces de una ambulancia en el bar de la esquina. Se cogio detrás el pelo y se volvio a mirar su Margari. Mientras en la escalera, la del quinto, gritaba como pregonero:
- Juani ¡Juaaani! ¡Tu marido! ¡Y el pobre Pepe! ¡Dios mio!"