Cuentos tan cortos
Publicado: 05 Sep 2004 13:37
El accidente
Vio el accidente tan de cerca que casi notó en su cuerpo el tremendo impacto. Los dos coches se convirtieron de pronto en un amasijo de hierros tras un pavoroso estruendo. Él quedó como estatua de piedra en la acera mirando, sin capacidad momentánea de reacción. Poco después se dirigió corriendo hacia los vehículos, pero en ellos no vio a persona alguna; los encontró enseguida a unos metros, tendidos y destrozados sobre el asfalto: dos cuerpos sorprendentemente juntos tras salir impelidos de los respectivos coches. Y de pronto reconoció sus rostros a pesar de la sangre. Esa misma mañana se había cruzado con ellos en un rellano de la escalera de su edificio. Era un matrimonio vecino. Y los había escuchado hablar, recordaba. El hombre había dicho:
-Hoy a las cuatro de la tarde.
Y ella había contestado:
-Yo usaré el coche rojo.
Vio el accidente tan de cerca que casi notó en su cuerpo el tremendo impacto. Los dos coches se convirtieron de pronto en un amasijo de hierros tras un pavoroso estruendo. Él quedó como estatua de piedra en la acera mirando, sin capacidad momentánea de reacción. Poco después se dirigió corriendo hacia los vehículos, pero en ellos no vio a persona alguna; los encontró enseguida a unos metros, tendidos y destrozados sobre el asfalto: dos cuerpos sorprendentemente juntos tras salir impelidos de los respectivos coches. Y de pronto reconoció sus rostros a pesar de la sangre. Esa misma mañana se había cruzado con ellos en un rellano de la escalera de su edificio. Era un matrimonio vecino. Y los había escuchado hablar, recordaba. El hombre había dicho:
-Hoy a las cuatro de la tarde.
Y ella había contestado:
-Yo usaré el coche rojo.