Pepegut escribió:[...]
Por ejemplo un botón: Fucking amal, es putamierda, pero la recomendó nosequien y me dije: si la recomienda fulano debe ser buena, pues no
Er... ya me estoy liando, pero vamos...
...que desde esa peli (f.a) [...]
YO.
Y tú no tienes absolutamente ningún criterio, Pepe.
Que algún pajarraco diga algo coherente en contra de Fucking Åmål, a ver si no le hago potar sus propios menudillos.
Las opiniones son muy personales, pero a pesar de eso, de las críticas de los demás, si son amplias y trabajadas, podemos intuir si la película de la que habla nos va a gustar, independientemente de que la ponga a parir o no el prójimo que de ella habla.
Yo hablo bien de esa película, pero también digo por qué: quizás puedas ir en contra de mi criterio y mi gusto, que no se parezca al tuyo, pero no creo que pudieras ir contra lo razonable (o no) de mis comentarios.
A priori, (y por lo visto, según las críticas de los demás, también sería a posteriori) me da tanta grima Eragon que el otro día la mitad de mis amigos fueron a verla en troupe y me tuve que abstener de ir. Salvo en contadas ocasiones, ni por hacer vida social (de mentira, ya sabéis) me trago películas tan malas.
Jairo escribió:La película en sí destaca gracias a sus personajes y a su sencillez. Todos los personajes tienen su encanto y el reparto al completo actúa con una naturalidad acojonante, por lo que al terminar el filme no resultaría extraño acabar enamorado de todos los personajes.
Y en cuanto a la sencillez hay que destacar lo entrañable que resulta el metraje sin recurrir a la ñoñería en ningún momento. Uno se temía lo peor cuando se acercaba el final por miedo a resultar el típico happy-ending de Hollywood, pero no. También temía que hubiese una moralina final por parte de los personajes, pero tampoco. El final está perfectamente encajado y nadie tiene que explicarnos nada, se entiende todo a través de la escena del concurso: la obsesión de los personajes por resultar triunfantes en todo aquello que emprenden y la revelación final cuando descubren que ser un perdedor también está muy bien. Y todo sin NINGUNA ñoñería, repito.
Será porque me parece que toda aquella comedia que pretenda basar su gracia en una amalgama heterogénea de personjaes a cual más histriónico y peculiar va a acabar cayendo en el intentar hacer gracia por el estereotipo en sí mismo, que no me ha atraído a pesar de los comentarios positivos.
Es decir, en las películas en las que meten personajes conflictivos para hacer gracia, suelen meterlos enfatizando esas peculiaridades que los hacen graciosos (o ridículos, tanto da), y acaban siendo poco creíbles (y... bueno: ridículos) . En estrecha relación con tu crítica: no me explico como una película que junta en un viaje en la misma caravana a un tío maricón, a un muchachito nihilista y a un abuelo heroinómano, puede resultar natural.
Y lo de la moralina, leches: no mola no ganar. Si uno no gana se jode, no dice "bueno, no ganar no es tan malo". ¡¡Si dice "bueno, no ganar no es tan malo" no puede no tener moralina!!
