Pero el personaje tiene más miga y más formas de ser explotado en cada capítulo que el del doctor House, que se limita a las borderías y a cojear.
Ya, claro.
¿Mas miga? Por dios, si quitando sus paranoias con el orden y la higiene el personaje se queda en nada, en absolutamente nada. Y sus obsesiones empiezan a ser un puto coñazo demasiado pronto.