Voy a matizar un poco viendo que ya hay gente que la ha visto.
A ver, la idea original me parece atractiva.
Somos una panda de cabroyas que nos estamos cargando el planeta y el ejército verde nos manda bichitos para que todos nos volvamos emos. Cojonudo.
Pero de ahí a que la cinta esté bien resuelta hay un trecho que el indio no consigue salvar. Para empezar, lo grande de Shyamalan siempre ha sido contar las historias a escala pequeña, desde el punto de vista individual, y con unos personajes con los que te identificabas a través de sus relaciones humanas y en los que recaía el peso de los miedos y angustias que nos retrataba.
Pero Wahlberg no llega al espectador, se queda ahí con su cara de que le aprieta la costura de la entrepierna y poco más. La que hace de su mujer ayuda mucho a la total falta de química, menuda pánfila. Joder, comparadmelos con la química que había entre el niño del sexto sentido y su madre, Bruce Willis y su esposa en El Protegido o Joaquin Phoenix y Bryce Dallas Howard en El Bosque. Coño, que no, que el único que me convence en la película es Leguizamo.
Partiendo de esta base, la película queda vacía en muchos momentos, y eso que no esta tan individualizada como Señales. Gracias a la colectividad, al espectador le llega algo más de sensación de amenaza.
Dejando a un lado esto, creo que Apu abusa de la fé ciega que exige al espectador. Y lo peor de todo es que sea tan descarado y a los 5 minutos de cinta Wahlberg diga:
Lo que no querremos comprender es que hay fuerzas que escapan a nuestra comprensión. O lo que es lo mismo,
os váis a comer lo que yo diga y como yo lo diga porque por esta máxima no tengo que darle credibilidad a nada.
Y efectivamente así es,
las emotoxinas afectan de manera demasiado caótica, se cuelan por una microrajita del techo de lona de un coche pero no pasan por debajo de la puerta de una casa, cada vez afectan a grupos más reducidos pero el grupo de Marky siempre cumple los mínimos. Al final, la sensación es de tomadura de pelo.
Cuando juntas todas estas cosas terminas destrozando una buena idea, y lo que podría haber sido El Incidente acaba siendo El ataque de las lechugas asesinas.
Y para acabar, todo lo bueno de la película:
- La increíble fuerza con la que arranca la película y el ritmo inicial.
- La cantidad de planos cojonudos, como el plano secuencia de la pistola o los obreros saltando al vacío.
- Y sobre todo
el corto de la vieja loca en la casa aislada del mundo. Con calzador, pero buenísimo.
De verdad, una verdadera lástima, porque a mi Apu me parece muy bueno en muchas cosas. Lo que no voy a hacer es, si se tira un pedo, ir a olerle el culo para degustar los matices a lentejas con chorizo.