The last samurai escribió:Pues a mi esas tetas me parecen un puto horror, en tamaño y en aspecto.
...empiezo a entender lo de los avatares de Tom Cruise.
The last samurai escribió:Pues a mi esas tetas me parecen un puto horror, en tamaño y en aspecto.
Gandalfini escribió:Yo creo que esa chica fue una herramienta de tu psique para poder soportar el hostel. No existe.
Este es un comentario propio de alguien retrógrado, prejuicioso y ante todo, carente de sentido de la estética -la foto de esa choni desparramada y con aspecto de oler mal a la que llamas Dios no hace más que confirmarlo-; olvídate de todo lo que para ti representa el cine y vuelve a verla. O haz la prueba de quitarle el sonido para disfrutar simplemente de la fotografía y las coreografías aunque claro, te perderías la grandeza musical que acompaña magistralmente ciertas escenas en particular y al conjunto en general. Porque la historia, en éste caso, es lo de menos: se trata de un espectáculo visual plagado de guiños para quienes somos capaces de disfrutar de las cosas dejando las gafas de pasta en casa y las dos neuronas hábiles en la butaca de al lado.Nicotin escribió:"Kill Bill" me pareció un coñazo como una catedral y un truño del 9'9 en la escala Richter.
Todo lo cual carece de importancia ahora que en realidad vengo a decir que Faith es Dios, o se le parece mucho seguro.
Joder chifli, tú alguna vez ves películas de gente normal?
Chiflágoras escribió:The Machine Girl
De este año. Os dejo el trailer que habla por sí mismo. Sólo una cosa: no es de coña (salvo por el humor negro), no es un corta-pega a lo Kill Bill, no creo que sea sólo un gore inocente, y contiene una visión de la familia que hace pupita. Y es divertidísima claro.
Esta película es tremenda, buf. Qué manera de gosar.Chiflágoras escribió:Horrors of Malformed Men
Una versión de La Isla del Doctor Moreau a la japo dirigida por el campeón Teruo Ishii, que consigue convertir un típico producto b en un viaje alucinante. Deformidades, incesto, asesinatos, dobles, torturas, manicomios, y sobre todo una especie de sentimiento de desrealización que se transmite durante toda la peli. No es perfecta, a veces roza lo ridículo y al final se resuelve como la cinta barata que es (aunque en los últimos minutos todavía hay una sorpresa) pero, ¡Dios!, hay que verla.