
La verdad es que si tuviera que elegir la mejor película ¿romántica? ¿de amor? ¿con temática potencialmente moñas? que he visto en los últimos tiempos, probablemente me quede con ésta. Y si echo la vista atrás, puede que incluso no encuentre otra mejor desde que vi la enorme "Olvídate de mi".
Sin duda os la recomiendo, porque yo anoche pasé un rato divertidísimo y emocionante como hacía mucho que una película no me hacía pasar.
Seré breve (je).
Hay que ver esta película porque:
-No es la típica historia de amor "chico y chica se enamoran, tienen problemas, pero al final todo sale maravilloso" que todos hemos visto antes en cine.
No.
Es la típica historia que todos hemos (o eso debieramos) vivido.
-Una pareja protagonista sencillamente PERFECTA.
No hace falta ser un lumbreras para darse cuenta de que Joseph Gordon-Levitt es simple y llanamente el mejor actor de su generación junto a Ryan Goslin. En esta película simplemente clava su personaje: un tipo convencido de que existe eso que se conoce como "tu media naranja" y una vez que la encuentras una fuerza inexplicable te obliga a permanecer el resto de tu vida feliz junto a ella. En todo momento el espectador se pondrá de su parte, porque el tipo no hace otra cosa que caerte simpático aunque (y este es otro de los enormes aciertos de esta comedia/drama amoroso) en ningún momento demonizarás al personaje interpretado de Zooey.
Cada uno tiene sus motivaciones y sus razones. El resto es pura inercia y lógica cruel y aplastante.
Nunca he sido muy fan de la Deschanel en su faceta como actriz (tampoco conozco la de cantante, aunque me consta que tiene madera, y en la película además lo demuestra) demasiado chafado me dejó la esperpéntica El Incidente y cada vez que la recuerdo mis manos inconscientemente buscan un taladro potente con el que perforarme la cabeza. Pero aquí encarna a la perfección a una chica que es capaz de destrozarte sin casi quererlo. La chica que te marcará y que supondrá el rasero por el cual medirás el resto de tus relaciones.
Mención aparte merece el absoluto enamoramiento del director con la Deschanel. Hay escenas en las que se recrea sin tapujos con esta señorita, su físico y sobre todo sus sobrenaturales ojos. Y los espectadores a los que nos encanta lo agradecemos: un festival.
-Guion y montaje. No recuerdo ningún momento de bajón, ni lo más mínimo, algo que considero un auténtico mérito digno de aplaudir. Dialogos inteligentes que me arrancaron muchas carcajadas y un montaje que salta en el tiempo hacia todos los lados (comienza casi al final para ir al principio, luego a la mitad, luego al segundo acto...). Lo dicho, ritmo y entendimiento de la trama perfectos.
-Secundarios. Estupendos. No interesan en ningún momento, ni se comen a los protagonistas, sino que consiguen eso tan difícil que es apoyar en las escenas dotándolas de chispa y dar heterogeneidad a la trama, que en estos casos corre el riesgo de convertirse en monotemática y coñazo.
Un descubrimiento el de éste tipo:

Un amigo autenticamente hamigo.
En definitiva, que me ha encantado.
Mark Webb, el director, parece que es el elegido para liarse con la nueva trilogía de Spiderman. No sé si servirá para el hombre araña, pero para ésta desde luego que si.
Un 8.