Yo la he visto esta cuarentena y más o menos coincido con Policorle (si os gusta, os lo cedo), pero con menos entusiasmo. Los valores de producción son triple A (de nuevo HBO sabe qué hacer con el dinerito que tiene), la dirección es elegante, el montaje de los capítulos tiene ritmazo, buenas escenas, buenos diálogos... y la trama culebronesca engancha y no se hace especialmente repetitiva
pese a que realmente en lo mollar no se haya avanzado prácticamente nada en dos temporadas.
Y probablemente el máximo mérito de la serie sea conseguir que te importe lo que les pasa a una recua de personajes vomitivos, frívolos y metidos en su burbuja de barcos de 500 millones y bodas en castillos escoceses (suyos).
Los actores están fenomenal todos:
Kendall es claramente con el que más empatizas (dentro de lo que se puede empatizar con una susia rata ultramillonaria) y el actor lo borda. Estoy de acuerdo con que tiene más mérito lo que hace él que lo que hace Brian Cox (que lo borda también, pero su personaje es un villano psicópata de libro y por ende más agradecido/fácil de "molar"). Kendall es débil, es adicto, es traicionero, es inteligente pero le falta mordiente en los momentos cruciales... y el actor, Jeremy Strong, lo clava brutalmente.
Shiv me cae bastante mal siempre y la trama de su personaje en la primera temporada me importa bastante poco y en ocasiones hasta me estorba. En la segunda la cosa mejora, hay que admitirlo. La actriz a nivel físico no me decía nada hasta que la vi embutida en un vestido color marfil.
Roman es probablemente el que peor me cae, lo cual no es fácil de dirimir. Aún entendiendo que Culkin lo hace muy bien y lo representa a la perfección, me parece que es un personaje odioso PERO sin carisma y que los guionistas pretenden que sea cool con sus continuas puyas y frasecitas hirientes de niñotrauma. Al final lo que consiguen es que me repela. A lo mejor realmente ese es el objetivo, pero tan solo me interesa cuando interactúa con la maravillosa Gerri.
Luego el dúo que protagonizan Tom y Greg me parece de lo mejor de la serie. Dos escorias humanas, trepas, con escaso talento para otra cosa que no sea medrar y chupar del bote, que intentan sobrevivir rodeados de auténticos tiburones psicópatas. Son repulsivos pero, lo dicho, por algún extraño motivo, te interesan.
En fin, que no es una serie absolutamente obligatoria, pero desde luego es un muy buen entretenimiento.
Y Brian Cox, claro.
De momento un 7. Y con ganas moderadas de ver la tercera, que parece que hasta 2021 nada.