Pues bien, quiero compartir con vosotros un par de imágenes para ilustrar esto.

Aquí vemos un valiente tanuki impidiendo la visión de un malvado camión de la construcción usando la funda de sus cojones.


El anciano maestro dando a los muchachos una valiosa lección de las múltiples formas y usos que se le puede dar a tus testículos. Por ejemplo: una bonita alfombra roja.

Aquí vemos la amarga batalla final en la que algunos tanuki inflan sus cojones para usarlos como arma contundente.
Tenía un par más, pero tampoco quería hacerme pesado.