En aquella época toda la península pertenecía al imperio chino aunque había estado acosada por alguna incursión de piratas japoneses desde hacia mucho tiempo. En ese año China, un imperio en franca decadencia, y Japón, otro imperio que se ha abierto al mundo hace tan solo 50 años y se esta modernizando a pasos agigantados deciden resolver sus diferencias históricas a guantazo limpio, con el resultado de que Formosa (la Taiwán actual) y la península coreana pasan a manos japonesas. Siguen un par de guerritas mas donde los japoneses van de excursión a aumentar la gloria del emperador y la nación (guerra ruso-japonesa, primera guerra mundial, guerra de china y conflictos fronterizos muy localizados con los soviéticos donde un tal Zhukov empieza a despuntar maneras). Total, que nos encontramos a finales de la segunda guerra mundial, con el siguiente escenario: Alemania derrotada, Japón chupando ostias en todos los frentes excepto en China donde más mal que bien aun aguantaba y pidiendo de paso mediación soviética para negociar un tratado de paz con los americanos, y un Stalin que por una vez en su vida ha decidido cumplir un pacto... pero porque no tiene nada que perder y todo que ganar. En una conferencia con Roosevelt y Churchill (creo que fue Yalta, pero puede que ya se decidiera en Teherán) se decide que Berlín se deja a los soviéticos, pero que estos deben declarar la guerra a Japón 6 meses después de la derrota de Alemania, como apoyo a los aliados y para de paso entrar al reparto del pastel asiático sin haber aportado gran cosa.
Así las cosas a primeros de Agosto del 45 después de mas de un mes de darles largas a los japoneses y de mantenerlos confiados respecto al tratado de paz Stalin le declara la guerra al Japón, entrando a saco y obteniendo a cambio de menos de un mes de hostilidades las islas kuriles, el sur de Sajalin, y una importante zona de influencia al norte del paralelo38 en la península de Corea, donde procederá a la creación de un estado títere que hasta el día de hoy sigue jodiendo la marrana.

Y llegamos al momento que nos interesa. El 25 de junio de 1950 las tropas norcoreanas atraviesan la frontera y barren a las surcoreanas, reduciéndolas a un exiguo perímetro defensivo en torno a la ciudad de Pusan. Estados Unidos, ya alerta desde la “inocentada” de Berlín, reacciona inmediatamente, convoca al consejo de seguridad de la ONU, y se aprovecha de la auto impuesta ausencia de los soviéticos (error que estos no volverán a cometer) para sacar adelante una resolución de condena a Corea del Norte que en la practica venia a ser una declaración de guerra (para los políticos “acción policial en Corea”) dando el mando de las tropas combinadas de la ONU, que en su mayor parte eran estadounidenses, al General MacArthur, héroe de la guerra del pacifico.
MacArthur toma el pulso de la situación, y enseguida ve una solución tan genial como logísticamente complicada: el desembarco de Inchon. Mediante esta maniobra reconquista Seúl, corta los suministros al grueso de las tropas norcoreanas, y produce un cambio en los acontecimientos tan grandes que para el 19 de octubre Pyongyang, la capital de Corea del Norte había sido capturada, y una división americana había alcanzado la frontera china.

Y entonces se pone fea la cosa. En vista de los acontecimientos Stalin urge a China, e aquella época aun una gran aliada a entrar en guerra, y el 16 de octubre las tropas chinas atacan cruzando 3 puentes estratégicos sobre el río que sirve de frontera. MacArthur urge a un bombardeo para destruir los puentes, a lo que el alto mando se niega, autorizando únicamente un bombardeo que destruyera la mitad norcoreana de los puentes, (cosa que ya se sabia imposible, las armas aun no disponían de tal precisión) para no provocar a los chinos y evitar su entrada en la guerra (si bueno, yo tampoco entiendo ese razonamiento, pensarían que los 3 millones de chinos iban de camping, ya se sabe “inteligencia militar”).
El ataque chino es incontenible, los norteamericanos no pueden detener semejante avalancha humana y para el 4 de enero de 1951 los chinos entran en Seúl. En este momento es cuando MacArthur propone la solución definitiva: El bombardeo atómico. Aparte la solemne burrada de utilizar armas atómicas, Truman se acojona y destituye a MacArthur (es que claro no es lo mismo lanzar un par de pepinos a un país medio destruido y al borde de la rendición que no tiene capacidad para responder que a otro que tiene un “primo de zumosol” con una tecnología de cohetes mas avanzada y que te responde con pepinos en casa en cuestión de horas).

El nuevo general al mando, Ridgway, consigue frenar la embestida y recuperar Seúl, pero la situación queda en tablas por dos años, no viendo una solución militar al conflicto en Julio de 1953 se firma el armisticio, casualmente esto no pudo suceder hasta después de la muerte de Stalin, el “padre de la patria amante de la paz”.

Una de las consecuencias mas importantes de esta guerra, si bien no directa, fue la perdida de la presidencia de Truman, que encumbro a Eisenhower al despacho oval, donde decidió que ya estaba bien de tonterías y comenzó la carrera de armamentos. Otra fue que a partir de ese momento ya todo el mundo se daba cuenta claramente de lo que pasaba, y que a la menor tontería nos iríamos todos a freír gárgaras radioactivas. La guerra fría ya era un hecho.
El texto esta mas o menos de memoria, con alguna pequeña consulta a Internet para fechas y nombres, así que se agradecerían las correcciones oportunas.