El cuerpo de las mujeres

[NORNA]

Seguro que le intentó hacer una felación y se nos ha indignado.

Si le hubieran hecho una felación no establecería con tanta alegría esa relación entre penetrar/llenar y sometimiento.

[Grumete]

No sabes bien el gustico que da Chirri...

¿Tú sí, o qué?

Yo no... Pero lo he visto en películas.

[Urdu]

Yo no... Pero lo he visto en películas.

¿Has visto a chirri en películas dando gustito?




Qué sórdido...

[Grumete]

Yo no... Pero lo he visto en películas.

¿Has visto a chirri en películas dando gustito?

A Chirri, lo que es a Chirri...

[Urdu]

Hala, venga, todas esas preparadas para humillarse llenándose la vagina por mano ajena, qué bonito.

[Grumete]

Oye, Chirri... ¿Y a tí te metería meter tu mano ajena en sus vaginas suplicantes de humillación?

Que conste que te pregunto desde la más mórbida de las curiosidades y con el nabo en la mano.

[Nicotin]

El sometimiento de la mujer va implícito al acto sexual. Llenarse la vagina, completarse por mano ajena, es humillante. El feminismo ve la pornografía como una forma de degradación machista, y acierta. No podía equivocarse en todo.

Yo iba a decir que estás loco... pero he de confesar que me gusta tu concepción del asunto. Aunque tengo varias dudas:

¿A la mujer le humilla más que le metas el rabo o que le metas los dedos? No lo tengo del todo claro.

[tonetti]

¿pero quién puede encontrar el pornaco ochentero aleman humillante?

esto es de locos!!

[TonyMontana]

completarse por mano ajena, es humillante.

¿Soy el único que ha pillado esta sutil a la par que enlatecedora referencia a la masturbación?

[Cíclope Bizco]

completarse por mano ajena, es humillante.

¿Soy el único que ha pillado esta sutil a la par que enlatecedora referencia a la masturbación?

Mi teoría es por cierto, que su travesti tailandés se enguantó hasta el hombro para sondarle y cerciorarse que estaba clueco de veras y eran capaces de tomarse de la mano, así afectadamente como en nupcias o un vals a través de la válvula pilórica.

Él debío entender esto como la más alta concepción del hamor escolástico medieval, cuando el subcampeón mundial muay thai de peso welter (muy animoso y bien aleccionado en el folklor europeo del siglo XIV y la filosofía de Tomás Moro) le dio por trincarse los codos como en una tarantela, Irichc, en un fist-fuck reflexivo sólo pudo ver como colon, bazo y recto estallaban como un condón inflado en la testa de Manolo Kabezabolo.