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Libertad, libertad, sin IRA libertad...

Publicado: 23 Feb 2005 12:03
por tonetti

El Gobierno británico defiende ante los Comunes sus planes de detener sin juicio a sospechosos de terrorismo

El gobierno laborista británico anunció ayer en el parlamento un controvertido proyecto de ley que permite la detención domiciliaria indefinida de un sospechoso de terrorismo, nacional o extranjero, sin mandato judicial previo. La propuesta, fuertemente contestada por la oposición, autoriza asimismo al Ejecutivo a someter al sospechoso a vigilancia electrónica, denegarle la posibilidad de comunicarse por teléfono o internet y asociarse con determinadas personas.

La oposición conservadora, pero sobre todo los liberales demócratas, exigen que sea un juez y no el ministro del Interior quien decida la detención de un sospechoso, algo a lo que se niega el gobierno de Tony Blair, que argumenta que está en juego la seguridad del Reino Unido.

"El ministro del Interior tiene la responsabilidad de proteger la seguridad nacional del país. No es responsabilidad de ningún juez", declaró hoy el titular de ese departamento, Charles Clarke.

En un gesto hacia la oposición, Clarke se declaró dispuesto a aceptar que el detenido pueda apelar automáticamente y un juez revisar eventualmente la orden de detención del Ejecutivo, lo que representa una salvaguardia legal.

El ministro precisó ayer, por otro lado, que las órdenes de control de los sospechosos se ajustarían a la amenaza que representase cada caso particular y estarían limitadas en el tiempo aunque podrían renovarse.

Sin embargo, reconoció que las órdenes más duras exigirían la derogación de uno de los artículos de la Convención Europea de Derechos Humanos, lo que requeriría a su vez la aprobación de ambas Cámaras del Parlamento.

El ministro rechazó al mismo tiempo una de las demandas de la oposición, a saber que puedan utilizarse en los procesos contra terroristas pruebas obtenidas mediante escuchas telefónicas para facilitar los juicios y evitar los casos de detención indefinida sin proceso alguno.

Las prisas del Gobierno Un hecho que irrita especialmente tanto a liberales como a conservadores es la decisión del Ejecutivo británico de tramitar el nuevo proyecto de ley por la vía rápida.

La oposición está furiosa por las prisas del gobierno, que quiere limitar a dos días el debate de la ley en la Cámara de los Comunes, donde los laboristas tienen una abrumadora mayoría, antes de que pase a la de los Lores, donde se cree que encontrará, sin embargo, numerosos obstáculos.

En previsión de que los lores la bloqueen, el propio ministro del Interior advirtió de que ello significaría que terroristas peligrosos podrían estar en libertad sin que nadie los controlara, algo de lo que responsabilizó a la oposición.

Para justificar sus prisas, el gobierno del Reino Unido argumentó, además, que necesita que la nueva ley entre en vigor el 10 de marzo, antes de que caduque la actual, promulgada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, que permite igualmente la detención de sospechosos por tiempo indefinido y sin juicio aunque está limitada a los ciudadanos extranjeros.

Esa ley fue considerada a finales del pasado año contraria a los pactos de derechos humanos a la vez que discriminatoria por los jueces de la Cámara de los Lores.

Sin una nueva ley que la sustituya, el gobierno debería, en efecto, poner en libertad el próximo 14 de marzo a diez individuos detenidos en las prisiones de Belmarsh y Woodhill, tildadas por algunos como el Guantánamo británico en alusión a la base cubana donde Estados Unidos mantiene a sospechosos en un limbo legal.

Una diferencia fundamental de la nueva ley es que se aplicará también a los británicos, lo que, según sus críticos, constituye el mayor asalto a las libertades de los ciudadanos de este país en los últimos trescientos años.