La moda italiana, que rara es
Publicado: 04 Dic 2005 23:50
http://www.elperiodico.com/default.asp? ... c=zapatero
El Periódico - edición impresa
Internacional
EN EL MUNDO
La moda ZP en Italia
• Los italianos ponen en boga el "zapaterismo" como sinónimo de credibilidad en la política
• El carisma del presidente español acapara numerosos debates televisivos
El apellido del presidente del Gobierno español ha entrado de lleno en el lenguaje callejero de Italia. A veces es un sustantivo, a veces un adjetivo, un día un verbo y al siguiente un adverbio. Expresiones como "zapaterista", "código Zapatero", "periodo zapaterista", "salsa española a la Zapatero" y otras similares protagonizan los debates televisivos y las reuniones de los políticos. También están en el centro de las arremetidas de los conservadores contra los progresistas.
'No hagas el Zapatero', tituló un día el diario conservador Il Tempo. Era una frase atribuida al papa Benedicto XVI, quien se dirigió de esta manera al líder del centroizquierda, Romano Prodi, por haber prometido que, si ganaba las elecciones, aprobaría una ley para legalizar las parejas de hecho. "Así nos alejamos de Zapatero", espetaron poco después los progresistas más radicales a su compañero de coalición, Francesco Rutelli, que había sugerido rebajar los contratos sobre las parejas de hecho al nivel de acuerdos jurídicos entre privados.
Canción incluida
La apoteosis del zapaterismo llegó hace unas semanas, cuando se estrenó la película ¡Viva Zapatero!, de Sabina Guzzanti, que sigue en cartelera gracias a la cantidad de jóvenes que acuden a verlo. En el filme no se habla de España, sino de la independencia de la televisión en Italia. Una reunión de un grupo de excomunistas radicales fue convocada con un pasquín que expresaba la síntesis del encuentro con la frase "código Zapatero", y el telediario del canal uno de la RAI despachó el programa que los socialdemócratas alemanes presentaron en las recientes elecciones con la frase: "Sin reformas a la Zapatero".
La locura total llegó hace dos semanas con Adriano Celentano y el estreno de su programa en la RAI, cuando sobre la melodía Bamboleo de los Gipsy Kings, Mauricio Crozza y su conjunto zapatearon una canción cuyo estribillo rezaba: "Zapatero, Zapatera, las primarias no servirían si aquí tú estuvieras / El 1% de tu carisma aquí necesitamos / Un día también yo hallaré un líder de verdad / Uno por lo menos habrá, en la inmensidad".
La primera ola de connotaciones zapateristas positivas provocó de inmediato la reacción contraria, de manera que empezaron a aparecer expresiones de signo opuesto como desviación zapaterista, para indicar que una línea se sale del cauce progresista ortodoxo. El asunto se complicó después con las primeras comparaciones entre Zapatero y Blair. "¿Es más zapaterista Blair o Zapatero?", se escuchaba en las interminables tertulias políticas italianas. "Fundemos el partido Zapa-blairista", lanzó un comentarista ecuménico desde las páginas de un suplemento del Corriere della Sera.
"Nada de zapablairistas", le respondió una presentadora de televisión, explicando que ambos líderes políticos no tienen nada en común y que ella se quedaba "con ZP".
Hurgando en el fenómeno que se está produciendo en Italia con el apellido del presidente español, parecería que la moda tiene dos aspectos que se sintetizan en uno. La novedad del zapaterismo se basa en el pragmatismo de la línea seguida por el político español: prometí esto y aquello, pues aquí está. Pero ésa es una lectura superficial, pues escarbando en lo que sucede se descubre que lo que más admiran algunos italianos del mandatario español no es que haya mantenido sus promesas sobre la retirada de las tropas de Irak, las bodas homosexuales, la violencia doméstica, la inmigración, el aumento del salario mínimo o la reforma de la televisión; se trata de otra cosa.
Lo escribió Ritanna Armeni en el Magazine del Corriere della Sera: "Ha devuelto credibilidad a la política". Una fiabilidad que, según los comentaristas, distancia a Zapatero de Blair y, sobre todo, representa lo más novedoso que existe en este momento en la izquierda europea. Argumentan que Blair no ha añadido nada nuevo, nada en todo caso que otros no hubieran ya dicho antes otros, y que, en el fondo, la izquierda light del líder británico es un resumen de ideas neoconservadoras. "En cambio, ZP tiene algo que enseñar a la izquierda italiana", se ha escrito.
Prometer y cumplir
"Zapatero no promete nada, pero cuando lo hace, lo cumple", añadió Armeni, subrayando que no importa si para ello tiene que enfrentarse con Washington o con la Iglesia católica. "Zapatero no es light", escribió Armeni, sino "un innovador" convencido de que "no existe socialismo sin democracia" y que, para alcanzar el primero a través de la segunda, antes "hay que liberar a las personas de todas las formas de dominio".
El Periódico - edición impresa
Internacional
EN EL MUNDO
La moda ZP en Italia
• Los italianos ponen en boga el "zapaterismo" como sinónimo de credibilidad en la política
• El carisma del presidente español acapara numerosos debates televisivos
El apellido del presidente del Gobierno español ha entrado de lleno en el lenguaje callejero de Italia. A veces es un sustantivo, a veces un adjetivo, un día un verbo y al siguiente un adverbio. Expresiones como "zapaterista", "código Zapatero", "periodo zapaterista", "salsa española a la Zapatero" y otras similares protagonizan los debates televisivos y las reuniones de los políticos. También están en el centro de las arremetidas de los conservadores contra los progresistas.
'No hagas el Zapatero', tituló un día el diario conservador Il Tempo. Era una frase atribuida al papa Benedicto XVI, quien se dirigió de esta manera al líder del centroizquierda, Romano Prodi, por haber prometido que, si ganaba las elecciones, aprobaría una ley para legalizar las parejas de hecho. "Así nos alejamos de Zapatero", espetaron poco después los progresistas más radicales a su compañero de coalición, Francesco Rutelli, que había sugerido rebajar los contratos sobre las parejas de hecho al nivel de acuerdos jurídicos entre privados.
Canción incluida
La apoteosis del zapaterismo llegó hace unas semanas, cuando se estrenó la película ¡Viva Zapatero!, de Sabina Guzzanti, que sigue en cartelera gracias a la cantidad de jóvenes que acuden a verlo. En el filme no se habla de España, sino de la independencia de la televisión en Italia. Una reunión de un grupo de excomunistas radicales fue convocada con un pasquín que expresaba la síntesis del encuentro con la frase "código Zapatero", y el telediario del canal uno de la RAI despachó el programa que los socialdemócratas alemanes presentaron en las recientes elecciones con la frase: "Sin reformas a la Zapatero".
La locura total llegó hace dos semanas con Adriano Celentano y el estreno de su programa en la RAI, cuando sobre la melodía Bamboleo de los Gipsy Kings, Mauricio Crozza y su conjunto zapatearon una canción cuyo estribillo rezaba: "Zapatero, Zapatera, las primarias no servirían si aquí tú estuvieras / El 1% de tu carisma aquí necesitamos / Un día también yo hallaré un líder de verdad / Uno por lo menos habrá, en la inmensidad".
La primera ola de connotaciones zapateristas positivas provocó de inmediato la reacción contraria, de manera que empezaron a aparecer expresiones de signo opuesto como desviación zapaterista, para indicar que una línea se sale del cauce progresista ortodoxo. El asunto se complicó después con las primeras comparaciones entre Zapatero y Blair. "¿Es más zapaterista Blair o Zapatero?", se escuchaba en las interminables tertulias políticas italianas. "Fundemos el partido Zapa-blairista", lanzó un comentarista ecuménico desde las páginas de un suplemento del Corriere della Sera.
"Nada de zapablairistas", le respondió una presentadora de televisión, explicando que ambos líderes políticos no tienen nada en común y que ella se quedaba "con ZP".
Hurgando en el fenómeno que se está produciendo en Italia con el apellido del presidente español, parecería que la moda tiene dos aspectos que se sintetizan en uno. La novedad del zapaterismo se basa en el pragmatismo de la línea seguida por el político español: prometí esto y aquello, pues aquí está. Pero ésa es una lectura superficial, pues escarbando en lo que sucede se descubre que lo que más admiran algunos italianos del mandatario español no es que haya mantenido sus promesas sobre la retirada de las tropas de Irak, las bodas homosexuales, la violencia doméstica, la inmigración, el aumento del salario mínimo o la reforma de la televisión; se trata de otra cosa.
Lo escribió Ritanna Armeni en el Magazine del Corriere della Sera: "Ha devuelto credibilidad a la política". Una fiabilidad que, según los comentaristas, distancia a Zapatero de Blair y, sobre todo, representa lo más novedoso que existe en este momento en la izquierda europea. Argumentan que Blair no ha añadido nada nuevo, nada en todo caso que otros no hubieran ya dicho antes otros, y que, en el fondo, la izquierda light del líder británico es un resumen de ideas neoconservadoras. "En cambio, ZP tiene algo que enseñar a la izquierda italiana", se ha escrito.
Prometer y cumplir
"Zapatero no promete nada, pero cuando lo hace, lo cumple", añadió Armeni, subrayando que no importa si para ello tiene que enfrentarse con Washington o con la Iglesia católica. "Zapatero no es light", escribió Armeni, sino "un innovador" convencido de que "no existe socialismo sin democracia" y que, para alcanzar el primero a través de la segunda, antes "hay que liberar a las personas de todas las formas de dominio".