Publicado: 24 Nov 2004 19:58
Bueno... voy a poner la crítica de un colegui periodista que tuve al lado en el concierto de KOL...
[url=http://www.notesalves.com/modules.php?name=Musica&file=conciertos&op=MusicaVerCritica&id_critica=37]
Los nuevos reyes por Jabitxu
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Nos hemos quejado muchas veces de que, a pesar de ser una ciudad enorme, la oferta musical de Madrides bastante más reducida si la comparamos con otras ciudades españolas (¿Barcelona?) y vemos con cierta tristeza cómo hay muchas giras de grandes artistas que, desgraciadamente, para los que nos ha tocado vivir aquí, no pasan por la capital y nos quedamos sin poder disfrutar de ellos. Pero quizás, Noviembre se haya convertido en los últimos años en un mes en el que la agenda se empieza a llenar de buenas propuestas, llegando incluso a juntarse varios eventos en el mismo día, como fue el caso del jueves 11, día en el que coincidieron el inicio del festival Wintercase con el concierto de los Kings of Leon. Esta vez, lamentablemente, hubo que elegir.
Personalmente, me decanté por el concierto de Kings of Leon, aunque la verdad es que después de verles este verano en el FIB, me sentí un poco defraudado, ya que los de Nashville no ofrecieron una gran actuación de en el festival castellonense. La decepción quizás fuera motivada porque casi dos tercios del concierto estuvieron copados por canciones que luego formarían parte de su nuevo disco, Aha Shake Heartbreak, publicado en nuestro país el pasado 2 de Noviembre. Pero en ese momento, nadie conocía esas canciones... y si a eso le unimos que el sonido de la carpa no fue del todo fino, nos quedamos con un amargo sabor de boca; sobre todo, para aquellos que era la primera vez que los veíamos en directo.
Sin embargo, esta vez fue distinto. Después de llevar dos semanas devorando el nuevo trabajo, me encontraba en ese punto álgido donde disfrutas tanto de las canciones que las escuchas todos los días, y empiezas a comerte las uñas esperando a que llegue la cita. Y es que con Aha Shake Heartbreak ha llegado la confirmación y creo que el salto definitivo de los americanos. Si Youth and Young Manhood fue considerado como quizás el disco más influyente, rompedor, interesante, diferente, desde el Definitely Maybe de Oasis, este segundo largo pone de claro manifiesto la genialidad de esta banda.
Como preludio a la actuación, la organización del concierto había propuesto como teloneros a unos muy interesantes Mooney Suzuki, pero cuando llegamos nos encontramos con un cartel avisando de un cambio de última hora. Y fue Jonny Kaplan el que finalmente se encargó de introducir la actuación de los Kings of Leon. Solo, únicamente acompañado por su guitarra y por su vaso de Johnnie Walker con hielo (y sin coca cola) encarriló una simpática actuación donde hubo tiempo para una versión de los Pixies y otra de Tom Waits. Y sirvió para mantener expectantes a un público que, sobre todo, en las primeras filas, venía ya bastante predispuesto a pasárselo bien. Un público que, después de terminar Jonny Kaplan su actuación y prometer su regreso en el mes de Marzo con su banda The Lazy Stars, había llenado completamente la sala.
Eran las diez en punto cuando las luces se apagaron e hicieron acto de presencia los hermanos Caleb, Nathan y Fared Followill, y su primo Matthew. El ambiente era digno para una gran cita y desde luego que esta vez no iban a defraudar a nadie. Y, para calentar más aún el ambiente y meterse desde el inicio al público en el bolsillo, qué mejor que comenzar con canciones del Youth and Young Manhood, cuyas letras se sabía de memoria el respetable. Y así, como un huracán, sin mediar palabra y con apenas segundos entre canción y canción, encarrilaron las tres primeras canciones de su primer trabajo pero en este orden: Happy alone, Red morning light y Wasted time. Un sonido que rayó la perfección y la elección de las canciones, permitieron que todo el público estuviera ya sudando y casi ronco al finalizar estas tres canciones. Pero la noche no iba a dar tregua a nadie. La batería y el bajo empezaron a sonar dando paso a la primera canción que sirvió para introducir su reciente Aha Shake Heartbreak... y qué mejor que Taper Jean Girl, donde las primeras palabras de cada estrofa dicen precisamente “Aha Shake”... lo cierto es que el final de esta canción marcó uno de los primeros momentos álgidos de la actuación.
El rock ´n´ roll con ese estilo gamberro característico de los KOL hizo acto de presencia con Pistol of fire provocando la sonrisa a más de uno al ver la mueca en el rostro de Caleb al cantar ese Aiyah. Pero volvimos hábilmente al primer disco, para que no decayeran los ánimos de aquellos que no hubiera escuchado las canciones anteriores, con Holy Roller Novocaine, tocada mucho más rápida que en el disco y con otro final de canción memorable. Y acto seguido, escuchamos los primeros acordes de lo que ha sido su primer single y presentación de su nuevo trabajo: The Bucket... ¡tremenda! las guitarras de Caleb y Matthew sonaron a las mil maravillas. Seguimos desgranando canciones a un ritmo enloquecido, no más de quince segundos entre canción y canción... El estribillo pegadizo de Soft dio paso a otro de los ya clásicos del grupo: Molly’s Chambers que nos hizo enloquecer definitivamente. Tomamos un respiro momentáneo para coger aire, mientras Caleb cantaba en solitario el inicio de Milk, efímero, porque la canción se va transformando a medida que se van incorporando el resto de componentes e instrumentos. Y seguimos con Razz, momento en el, quizás, caímos en la cuenta de la calidad y la claridad del sonido que reinó durante toda la noche en la sala... una forma sencilla de cuantificar lo bien o mal que suena un grupo es quizás por el sonido del bajo. La mayoría de las veces o no se oye o suena demasiado saturado. En una banda como los KOL, donde este instrumento es tan importante, la mejor canción para probarlo es quizás Razz y a juzgar por cómo sonó, sólo podemos agradecer y felicitar a los técnicos de sonido.
Tras Four Kicks, la canción rock más clásica del disco, enfilamos la recta final del concierto en manos del Youth and Young Manhood para el delirio del público... tampoco faltó, cómo no, la gran California Waiting. Con toda la sala entregada y saltando al ritmo de sus guitarras, los Followill abandonaron el escenario por primera vez.
Tras el bis llegó uno de los momentos más especiales de la noche, pues fue cuando interpretaron las dos primeras canciones del Aha Shake Heartbreak, que en mi opinión suponen un cambio de registro, ya que se nota una mayor sofisticación en las melodías, alcanzando una cota más alta en la labor compositiva del grupo. Sin duda, un broche final digno de una noche que será recordada por mucho tiempo en la memoria de los que tuvimos la oportunidad de estar allí.
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Podeis compararla con la mía (que bueno.. ni es crítica ni es ná)
foticos
http://www.notesalves.com/images/musica ... 1104_2.jpg
http://www.notesalves.com/images/musica ... 1104_3.jpg
http://www.notesalves.com/images/musica ... 1104_4.jpg
http://www.notesalves.com/images/musica ... 1104_5.jpg
Yo estaba a una distancia de los muchachitos aproximada a la del jabitxu, que fue el que sacó las fotos.
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Los nuevos reyes por Jabitxu
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Nos hemos quejado muchas veces de que, a pesar de ser una ciudad enorme, la oferta musical de Madrides bastante más reducida si la comparamos con otras ciudades españolas (¿Barcelona?) y vemos con cierta tristeza cómo hay muchas giras de grandes artistas que, desgraciadamente, para los que nos ha tocado vivir aquí, no pasan por la capital y nos quedamos sin poder disfrutar de ellos. Pero quizás, Noviembre se haya convertido en los últimos años en un mes en el que la agenda se empieza a llenar de buenas propuestas, llegando incluso a juntarse varios eventos en el mismo día, como fue el caso del jueves 11, día en el que coincidieron el inicio del festival Wintercase con el concierto de los Kings of Leon. Esta vez, lamentablemente, hubo que elegir.
Personalmente, me decanté por el concierto de Kings of Leon, aunque la verdad es que después de verles este verano en el FIB, me sentí un poco defraudado, ya que los de Nashville no ofrecieron una gran actuación de en el festival castellonense. La decepción quizás fuera motivada porque casi dos tercios del concierto estuvieron copados por canciones que luego formarían parte de su nuevo disco, Aha Shake Heartbreak, publicado en nuestro país el pasado 2 de Noviembre. Pero en ese momento, nadie conocía esas canciones... y si a eso le unimos que el sonido de la carpa no fue del todo fino, nos quedamos con un amargo sabor de boca; sobre todo, para aquellos que era la primera vez que los veíamos en directo.
Sin embargo, esta vez fue distinto. Después de llevar dos semanas devorando el nuevo trabajo, me encontraba en ese punto álgido donde disfrutas tanto de las canciones que las escuchas todos los días, y empiezas a comerte las uñas esperando a que llegue la cita. Y es que con Aha Shake Heartbreak ha llegado la confirmación y creo que el salto definitivo de los americanos. Si Youth and Young Manhood fue considerado como quizás el disco más influyente, rompedor, interesante, diferente, desde el Definitely Maybe de Oasis, este segundo largo pone de claro manifiesto la genialidad de esta banda.
Como preludio a la actuación, la organización del concierto había propuesto como teloneros a unos muy interesantes Mooney Suzuki, pero cuando llegamos nos encontramos con un cartel avisando de un cambio de última hora. Y fue Jonny Kaplan el que finalmente se encargó de introducir la actuación de los Kings of Leon. Solo, únicamente acompañado por su guitarra y por su vaso de Johnnie Walker con hielo (y sin coca cola) encarriló una simpática actuación donde hubo tiempo para una versión de los Pixies y otra de Tom Waits. Y sirvió para mantener expectantes a un público que, sobre todo, en las primeras filas, venía ya bastante predispuesto a pasárselo bien. Un público que, después de terminar Jonny Kaplan su actuación y prometer su regreso en el mes de Marzo con su banda The Lazy Stars, había llenado completamente la sala.
Eran las diez en punto cuando las luces se apagaron e hicieron acto de presencia los hermanos Caleb, Nathan y Fared Followill, y su primo Matthew. El ambiente era digno para una gran cita y desde luego que esta vez no iban a defraudar a nadie. Y, para calentar más aún el ambiente y meterse desde el inicio al público en el bolsillo, qué mejor que comenzar con canciones del Youth and Young Manhood, cuyas letras se sabía de memoria el respetable. Y así, como un huracán, sin mediar palabra y con apenas segundos entre canción y canción, encarrilaron las tres primeras canciones de su primer trabajo pero en este orden: Happy alone, Red morning light y Wasted time. Un sonido que rayó la perfección y la elección de las canciones, permitieron que todo el público estuviera ya sudando y casi ronco al finalizar estas tres canciones. Pero la noche no iba a dar tregua a nadie. La batería y el bajo empezaron a sonar dando paso a la primera canción que sirvió para introducir su reciente Aha Shake Heartbreak... y qué mejor que Taper Jean Girl, donde las primeras palabras de cada estrofa dicen precisamente “Aha Shake”... lo cierto es que el final de esta canción marcó uno de los primeros momentos álgidos de la actuación.
El rock ´n´ roll con ese estilo gamberro característico de los KOL hizo acto de presencia con Pistol of fire provocando la sonrisa a más de uno al ver la mueca en el rostro de Caleb al cantar ese Aiyah. Pero volvimos hábilmente al primer disco, para que no decayeran los ánimos de aquellos que no hubiera escuchado las canciones anteriores, con Holy Roller Novocaine, tocada mucho más rápida que en el disco y con otro final de canción memorable. Y acto seguido, escuchamos los primeros acordes de lo que ha sido su primer single y presentación de su nuevo trabajo: The Bucket... ¡tremenda! las guitarras de Caleb y Matthew sonaron a las mil maravillas. Seguimos desgranando canciones a un ritmo enloquecido, no más de quince segundos entre canción y canción... El estribillo pegadizo de Soft dio paso a otro de los ya clásicos del grupo: Molly’s Chambers que nos hizo enloquecer definitivamente. Tomamos un respiro momentáneo para coger aire, mientras Caleb cantaba en solitario el inicio de Milk, efímero, porque la canción se va transformando a medida que se van incorporando el resto de componentes e instrumentos. Y seguimos con Razz, momento en el, quizás, caímos en la cuenta de la calidad y la claridad del sonido que reinó durante toda la noche en la sala... una forma sencilla de cuantificar lo bien o mal que suena un grupo es quizás por el sonido del bajo. La mayoría de las veces o no se oye o suena demasiado saturado. En una banda como los KOL, donde este instrumento es tan importante, la mejor canción para probarlo es quizás Razz y a juzgar por cómo sonó, sólo podemos agradecer y felicitar a los técnicos de sonido.
Tras Four Kicks, la canción rock más clásica del disco, enfilamos la recta final del concierto en manos del Youth and Young Manhood para el delirio del público... tampoco faltó, cómo no, la gran California Waiting. Con toda la sala entregada y saltando al ritmo de sus guitarras, los Followill abandonaron el escenario por primera vez.
Tras el bis llegó uno de los momentos más especiales de la noche, pues fue cuando interpretaron las dos primeras canciones del Aha Shake Heartbreak, que en mi opinión suponen un cambio de registro, ya que se nota una mayor sofisticación en las melodías, alcanzando una cota más alta en la labor compositiva del grupo. Sin duda, un broche final digno de una noche que será recordada por mucho tiempo en la memoria de los que tuvimos la oportunidad de estar allí.
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Podeis compararla con la mía (que bueno.. ni es crítica ni es ná)
foticos
http://www.notesalves.com/images/musica ... 1104_2.jpg
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http://www.notesalves.com/images/musica ... 1104_4.jpg
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Yo estaba a una distancia de los muchachitos aproximada a la del jabitxu, que fue el que sacó las fotos.