Estas sorpresas tan inesperadas de vez en cuando ocurren, y van por rachas. Yo ya llevaba un tiempo en el que no encontraba un single pop que me dejase tan tan tan buen sabor de boca.
Pero anoche me pasó.
Su último disco la estación de la libélula, un doble CD muy irregular, me dejó una impresión no muy buena. Éste grupo pueden llegar a ser algo enorme en nuestro país; tienen absolutamente todos los mimbres. Son músicos excelentes, no tienen ningún tipo de aprensión a dejarse influenciar por todo tipo de música; y éso, en un género como el pop, es de vital importancia. Tienen actitud de sobra, en directo son una pequeña bomba atómica de psicodelia y desfase, y encima son capaces de parir ciertos singles de un buen gusto esquisito (Blablabla, o Feeling down, In The Sofa, por citar los más célebres).
Ahora le echan pelotas y se lanzan a cantar en español por primera vez.
¿Se les da bien?
Mi veredicto es que no se les puede dar mejor:
Fascinado.
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Empieza con el estribillo. Y no con cualquier estribillo. Con el típico (pero totalmente atípico en este caso) que se te queda grabado a fuego en la cabeza por el resto del día como poco.
Una melodía oriental y elegante, lángida, irresistible, y que encima tiene toda la pinta de pegar de fondo mientra se hacen fulleridas.
Mejor imposible.
Letra tristona y evocadora, nocturna, de fin de semana, narcótica, de rimas no especialmente simplonas, y que hacen entrever unas cuantas sorpresas en éste disco, que sale pasado mañana a la venta, y que servidor se plantea muy seriamente adquirir por medios legales.
De vez en cuando merece la pena, y hay quien se lo ha ganado.
La letrica de regalo, venga, para frikear:
Me tienes tan fa fa fa fa fascinado.
Me tienes tan fa fa fa fa fascinado.
Es la última canción,
van a dar la luz: fin del hechizo.
Salgo afuera y bajo el sol
hay cadáveres esquisitos.
Y sé
que todos quieren llegar al Edén.
Subo al coche de un tal Luis
que nos va a llevar a casa de Sara.
Veo en el retrovisor
el palidecer de tu cara.
Y sé
que realmente no te encuentras bien.
Y juras que ésta es la última vez.
Me tienes tan fa fa fa fa fascinado.
Me tienes tan fa fa fa fa fa fa fa fa...
No puedo parar de hablar
y me siento tan inmaculado.
Me arrastro hasta el salón
a buscar amor plastificado.
Y sé
que mañana ni me acordaré.
Voy al baño, estás ahí.
Trágico y lunar, me estás mirando.
Me acerco más a tí
y advierto que estás llorando.
¿Por qué?
Si la noche nos ha ido bien.
Si estamos vivos y aún somos jóvenes.
No me digas nada.
Porque escucharé mis propias palabras
y el espejo tendré que romper.
Me tienes tan fa fa fa fa fascinado.
Me tienes tan fa fa fa fa fascinado...
Lo dicho; éste invierno no se nos va a quitar de la puta cabeza. Ya tenemos el primer pelotazo sonoro para el frío.