Este hilo lo abro para endiñar esos peculiares temas que inexplicablemente han sobrepasado los reductos de fieles y frikis y alcanzan cotas de éxito inusitado (sí, el opá sería un ejemplo, pero no jodamos ya con el cenutrio ese). No sé, el trío de puteros aqul de Zapato Veloz y su jodido Tractor amarillo sería otro ejemplo. No digáis luego que no traigo lustre y honor a estas páginas.
En este caso se trata de La Cabritiha, del luso Quim Barreiros. Para poneros en situación, os diré que tiene ya varios años y no es ninguna novedad. No en Portugal y Brasil, pero sí fuera de las lusíadas. Barreiros es un tipo bonachón, próximo a los sesenta (años, que no década musical) y simpre pertrechado tras un acordeón y su orquesta (eso ahora, que tiene con qué pagarla). Un día un amigo portugués me lo definió como el Manolo Escobar luso, pero más cutre y de andar por casa (¿más? pues sí). Me contaba que las verbenas y fiestas parroquiales se peleaban por su presencia.
Yo tuve conocimiento del tema hace ya tres años por lo menos, en un garito de mal vivir la pincharon y no pude reprimir el viaje a la barra para indagar el origen de esas hipnotizadoras notas. Se la pasé (bajada, porque nunca se comercializó aquí) a los colegas de rigor, y pasó a ser un himno de fiestas y celebraciones varias, no pasando de un pequeño "guiño" entre un reducto de tarados.
De un tiempo a esta parte la he venido oyendo con más insistencia en bares, coches y menciones en blogs varios. De la sorpresa inicial pasé a la apuesta: se convertiría gracias a la puta red en jit veraniego al estilo del opá. Hoy puede decirse que he recibido la confirmación oficial:
La canción gallega del verano es lusa
Camufladas para el gran público gallego durante años en los puestos de venta de casetes de los mercadillos lusos, las canciones gamberras del portugués Quim Barreiros preparan el desembarco en el repertorio habitual de las orquestas gallegas. El salto del artista luso a este lado del Miño se debe al impulso de A Cabritinha, un tema que recuerda al agro-rock en el que el cantante, tras explicar que fue criado por vacas y borregos, repite insistentemente: «Eu gosto de mamar nos peitos da Cabritinha»(...)
Pues sí, hamigos, el estribillo es tan bonito como revelador. Todos nos podemos sentir reflejados en esas palabras tan evocadoras con imagenes que salpiquen nuestra biografía más lúdica y sabrosa. Succionemos pues el tema: (la calidad es mala, pero no así el audio)
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No sé, si yo tuviera un blog, digamos como milinkito, a lo mejor le dedicaba un recuncho a este peculiar personaje antes de que se extienda su fama y nos saturemos de su bigote. Con esto no he dicho nada, claro.
Los fanes como panes aprovechan lo explícito de sus letras para recrearse con vidrios como este:
Chupa, Teresa
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