Me gustan mucho todas, incluso las de los bichos de vuestra pared y las que pensáis que se ven más cutres. Los milanos los tengo presentes de verlos volar en recuerdos de niñez al igual que las grajillas, que son aves que también forman colonias en núcleos urbanos antiguos como las de generaciones y generaciones que viven en la Plaza de San Jorge: ¡Las Grajillas! Van todas en pandillas muy alborotadoras y dicharacheras sobrevolando la parte antigua.
Sniff
Y qué poco hay descrito sobre el caballito de invierno, que parece ser que coincide por lo que leo con el nombre de caballito del diablo en el mundo imaginario o maravilloso. Parece ser que esa especie de tu foto es de las pocas de ese género porque recito y poetizo un poco:
"Uno de los caballitos del diablo más difíciles de ver por su comportamiento huidizo, por sus hábitos y colorido críptico, por posarse con las cuatro alas muy pegadas al cuerpo y por sus pterostigmas que no se solapan. Es el único de Europa que hiberna y sobrevive al invierno refugiado entre la vegetación con colores más apagados". Ya en la primavera deja ver la causa de que se asocien con las esmeraldas. En general todas las libélulas tienen unos colores maravillosos.
Prefiere las aguas lentas y estancadas o las chaaaarcas..., lass chaaaarcas de Esspaaaaña (por ejemplo) camuflándose en la vegetación de alrededor. No obstante no es raro encontrarlos escondidos entre lo más profundo de un bosque mientras hibernan para luego descender y poder despertar del trance en estanques no de aguas podridas.
¿Pero y las luciérnagas? ¿Acaso no se encontró Alicia un caballito del diablo? Del mismo modo: ¿no pudiera ser que nuestros excursionists nos deleitaran algún día con alguna, aunque luego no lo sea pero nos digan aquí que sí lo es? Como os preguntaría alguien que poco sabe sobre "la poesía de la poesía": ¿acaso no hemos estado aquí y caminado aquí antes en este país de las maravillas, sorprendidos de haberlas visto en nuestros pasados?
Sniifff
http://www.greguerias.es/ramonguzmanalv ... ida.html#6
(Me ha gustado).
Pues eso, a ver si hay suerte en zona muy boscosa y húmeda, lejos de luces humanas, concéntricas a las capas más bajas de los árboles. Les gustan mucho los caracolillos y las babosas.
Al final haréis una foto en donde aparezca una chiribita y que si la cámara tal y que si no sé tal. Todo tontería.
Yo, si sucede, seguramente afirmaré que es el rastro de la estela fosforita de la mismísima leyenda archiconocida por todo el folclore de los bosques, campos y caminos como Pochola, portando una antorcha olímpica a modo de candil. También se le conoce en la actualidad bajo muchos otros nombres pero mi preferido es El runner de La Intemperie.