«Resulta patente que (los CD) no proceden de las casas productoras de los originales, siendo así que quien las adquiere es consciente de que se trata de una copia casera», recoge el fallo judicial. La sentencia considera que no hay perjuicio económico para los propietarios de los derechos intelectuales porque la cuantía a la que el joven vendía los CD «era inapreciable».
Si las copias son burdas no pasa nada
Si las copias son burdas no pasa nada
Un juez de Oviedo absuelve a un vendedor de CD piratas porque las copias «eran burdas»
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Ultima actualización 5-8-2011
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