pH, más que hamor, frensi.

La noticia dice que se trató "de un error"... lo cual es un desprecio a la inteligencia de la mujer de la limpieza y un esnobismo mierdoso propio de Urdu o Dorian.

Ahora resulta de que la pobre mujer, porque se dedicaba a limpiar, ha de cargar con las culpas de que el mundo del arte sea un nido de subnormales autocomplacientes. A quienes no tenemos muchos estudios, he de decir que la redacción de este titular nos ofende.

Yo hubiese hecho exactamente lo mismo que esa mujer, sin darme cuenta tampoco de que "eso" era una "obra de arte".

Eso sí, me he descojonado vivo: es la clase de noticia que parece ocurrir ex-profeso para mi disfrute.

http://www.elmundo.es/elmundo/2004/08/27/cultura/1093603576.html

Como en el cuento del traje del emperador, ya era hora de que alguien dijera al rey que estaba desnudo.

Menos mal que en el mundo hay suficiente mierda como para reponerla enseguida.

Eso sí, nunca entenderé el arte autodenominado moderno.

Tengo la impresion de que la idea es que no lo entendamos...

Un saludo

¿iba la señora armada con una potella de Don Limpio-Mr.Proper?
Vamos a ver que no fuera de la competencia (pop-up, que no pop-art, si!)

¿O quizás de algún comando arterrorista (así lo vio el mundo)

Aunque la bolsa haya sido recuperada, Gustav Metzger, de 78 años, ha considerado que está demasiado dañada y la ha sustituido por otra inmediatamente

¡Por ahí si que no paso! Hasta el punto de que fuera una obra de arte, puede que llegue haciendo un esfuerzo, pero si se jode, se jode. Una obra de arte es única e insustituible. Sino ya no es una obra de arte.

Hace tres años, le ocurrió un suceso parecido al artista británico Damien Hirst. Una de sus composiciones -un cenicero lleno de colillas, botellas y paquetes de tabaco vacíos- acabó en la basura, donde lo depositó una mujer de la limpieza. La obra fue rehecha

¡cabrona mi parienta oye! ¡Suerte que uno es perseverante y siempre rehace también sus obras. Y encima la muy golfa insiste (en formato bronca) en que me las autodestruya yo mismo. ¡Hasta ahí habríamos llegao!