Por el interés te quiero Andrés
Publicado: 10 Ago 2005 23:45
Dos heterosexuales canadienses deciden casarse para disfrutar de los beneficios fiscales que les ofrece la legislación
Bill Dalrymple, de 56 años, y Bryan Pinn, de 65, han decidido contraer matrimonio después de varias décadas de amistad y camaradería "incondicional".
Estos dos canadienses, que residen en la cosmopolita Toronto, reunieron a sus allegados y conocidos en un bar para darles la feliz noticia a la vez que una sorpresa mayúscula. Pero nada de esto hubiese trascendido si no fuera porque los futuros novios son dos hombres heterosexuales que se casarán únicamente por las "facilidades fiscales" que el Gobierno norteamericano ofrece a todos los matrimonios de Canadá.
Tanto Dalrymple como Pinn, que se apresuraron a aclarar que con su decisión no quieren "perjudicar" al colectivo gay, ya habían estado casados con anterioridad.
Con mujeres
"Todavía no hemos perdido la esperanza de encontrar a dos chicas buenas a las que amar", admitieron en unas declaraciones al diario "Toronto Sun". "No hemos perdido la esperanza de encontrar a dos chicas buenas" afirmó uno de ellos que aseguró que "nuestra boda nos aportará beneficios en materia de impuestos".
La pareja, que todavía no ha fijado la fecha de la boda, se ha asesorado legalmente cerca de la "jugada" que tiene previsto llevar a cabo. Lo que les dijeron los abogados les ha abierto las puertas de par en par: no hay ninguna ley en la legislación canadiense que defina la preferencia sexual de los cónyuges. Es decir, nada les impide casarse como una pareja homosexual siendo, en realidad, heterosexuales.
Menos impuestos
"Se trata, simplemente, de una serie de cuestiones fiscales que el Gobierno no ha resuelto bien", declaró Dalrymple. "Así que nuestra boda nos va a aportar muchos beneficios, sobre todo relativos a los impuestos", acotó. Sobre la posible intervención del Ejecutivo de Ottawa, los dos amigos se han mostrado implacables: "No creemos que el Gobierno deba decirle a la gente lo que tiene o lo que no tiene que hacer. Que se quede fuera de los dormitorios canadienses".
El abogado Bruce Walker, acérrimo defensor de los derechos de los gays y las lesbianas, cargó contra la pareja no-homosexual: "Un matrimonio debe ser por amor. Los que lo hacen por otros motivos tendrán problemas. Pero si alguien quiere hacer el estúpido, que lo haga".