La joven austríaca, que estuvo secuestrada durante ocho años, comentó que es "perseguida por cualquier persona" y que recibe "cartas de locos". Agregó que la presión de la opinión pública es una carga para ella y siente que no es "verdaderamente feliz".
Cuatro meses después de haber escapado a un cautiverio de ocho años, la austríaca Natascha Kampusch no se siente verdaderamente libre, según dijo en una entrevista emitida anoche por el canal ORF.
"Al principio pensé que estaba libre. Pero la presión de la opinión pública es una carga para mí", añadió la joven de 18 años.
"Lo lamento por las personas que opinan que me va terriblemente bien y que les gustaría estar en mi lugar", dijo Kampusch, quien aparentó estar mucho más insegura que en su primera entrevista con ORF hace tres meses. "Ellos deberían realmente intentar ponerse en mi situación", agregó.
En otro tramo de la entrevista, la joven dijo ser "perseguida por cualquier persona" y que recibe "cartas de locos".
La joven dijo que también su familia está bajo mayor presión. "Es muy duro", señaló Kampusch. "Ahora recién vienen las nuevas dificultades", admitió.
Kampusch fue secuestrada cuando tenía diez años e iba camino de la escuela en marzo de 1998. Su secuestrador, el austríaco Wolfgang Priklopil, la mantuvo escondida en un espacio sin ventanas en su garaje hasta que pudo huir el pasado 23 de agosto. Pocas horas después, Priklopil se suicidó.
Se ve que el cambio de vida la ha traumatizado. Y gracias a la magia de la televisión, no hay programa de relocalización que valga, así que lo tiene jodido. Claro que nadie le puso una pistola en la cabeza para salir en cadena nacional, pero en fin.