¡Qué calor!

[Nicotin]

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Pues entre el 90% primitivo y el 10% misterioso lo tengo bien chungo.

[Ariadna]

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Que no decaiga tu ánimo, tarde o temprano aparecerá una chavala que se muera por tus huesos, a lo mejor hablas con ella todos los días y ni te das cuenta.

[Nicotin]

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Ah, no, mi ánimo bien.

Siempr eme quedará ganar a las chicas al ajedrez... ejem.

Aunque hasta ahora sólo he jugado con una (Bárbara) y ya me ha ganado dos veces, y me ha ganado bien.

[Ariadna]

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Ganarme a mí no es difícil, juego una partida muy de vez en cuando por puro aburrimiento y con ese instinto competitivo nulo sumado a mi natural falta de atención pues pasa lo que pasa, pregúntale a Patizambo y alguno más que ganaron sin despeinarse.

[Nicotin]

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Bueno, el ajedrez no deja de ser un juego.

Paralelamente, podríamos competir en algo que se te dé mejor. ¿Qué se te ocurre?

[Ariadna]

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Me parece que hay pocas cosas en las que destaque, soy una persona mediocre, en bastantes ámbitos al menos. Si se te ocurre a ti algo, encantada de competir pero con calma y tranquilidad que estamos en verano y con estas temperaturas la mente funciona más despacio y pesadamente, incluso aunque sea en tema de escritura y me des un buen repaso. Preciosa carta la que escribiste, por cierto.

[Nicotin]

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Mira, el otro día vi en un canal de TV una clase magistral de piano impartida por una pianista famosa en Madrid (por cierto que recordé lo que hablábamos de Alicia de Larrocha). Yo de piano ni papa, pero fue interesante ver lo que decía la mujer incluso para alguien que no tiene ni idea.

Pero lo que realmente me llamó la atención fue una de las alumnas del público: una chica jovencita, no era en absoluto fea pero sí lo que suele decirse una "mosquita muerta", con gafitas, cara de no haber roto nunca un plato, y vestida en plan "alumna de piano", es decir, sin gracia ninguna. No era una chica ante la que se giraría nadie al pasar para mirarla, para más inri era delgadita (cosa que no suele gustarme: lo mío son más las mujeres rotundas con culos que se mueven y curvas por todas partes), pero... daban ganas de apuntarse a clase de piano.

Estoy seguro de que esa chica en su vida imaginaría que ejerció de mini "sex-xymbol" televisivo durante media hora. Ella jamás se presentaría a modelo fotográfica, pero si yo fuese fotógrafo le hubiese hecho una sesión sin pensarlo dos veces.

Así que uno (y una) nunca sabe en qué va a destacar realmente y a ojos de quién.

[Ariadna]

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Bueno, tú hablas en un plano mucho más subjetivo por lo personal que resulta que al que yo me refería. Destacar en algo no es resultar maravilloso a una única (o un grupo reducido) persona en algún aspecto, yo diría que a lo que tú te refieres es lo contrario porque es el que siente esa capacidad expcepcional en el otro el único que está sometido a la magnificencia, más que destaque esa persona es que tú te rindes ante ella pero no el resto de la población, que sí lo hace cuando alguien claramente es superior a todos los demás en algún aspecto, recibe reconocimiento, etc.

Por eso yo te decía que no destacaba en nada y que era mediocre, porque aunque algunas veces he recibido elogios aislados, en general no hay ninguna faceta que haya descubierto aun en la que pueda decir que soy excelente.

Quizá jugando a algo la descubra. ¿Qué se te ocurre a ti?

[Nicotin]

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Por mi experiencia, que evidentemente es igualmente subjetiva, he aprendido a considerar mediocre a una persona por motivos que poco tienen que ver con que sea excelente en alguna actividad o no.

De todas formas, lo que trataba de decir antes es que la excelencia es subjetiva: hay actitividades o talentos que tienen más prestigio y reciben más elogios, por motivos sociales o culturales, pero para mí cualquier cosa que hagas bien es igual de meritoria aunque parezca una nimiedad.

Y es difícil que no haya algo que hagas bien. Sólo que podría ser que sean cosas no muy "aparentes" (aunque no menos meritorias).

Además, tengo un concepto de las personas similar al que tengo de la cocina: lo que importa no son los ingredientes por separado, sino el conjunto.

Quizá jugando a algo la descubra. ¿Qué se te ocurre a ti?

No quiero ser malo...

[Ariadna]

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Te entiendo, pensandolo tranquilamente he llegado a la conclusión de que soy buena en las relaciones personales pero muy mala para empezarlas y también soy buena poniendo la música necesaria en el momento adecuado, siempre he recibido elogios del público que me se ha puesto en mis manos.

Se puede ser malo pero en un lugar tan libre como este no tanto como se querría ser.