Esto....
¿Ya?
¿Por fin te has callado, jodido Sordo, aburrido y peripatético?
Es que me das lástima, tú sólo en el ring, mientras todos se han ido ya a sus casas, mientras el operario de limpieza hace su labor en las vacías gradas, y tú todavía enfrascado en un combate contra el aire, clamando al cielo, eufórico, sin poder creerte el haber pillado a Curreta más harto de vino de lo que jamás estuvo.
Y es que todo el que tenga un buen par de ojos, y orejas, sabe que la victoria era para mí.
Pero en fin, que casi que lo prefiero, y me explico.
Si hubiese ganado, de nuevo, habría subido a primera división.
Y no quería.
Es más, de haber ganado hoy, muy posiblemente me hubiese negado a subir de categoría, y cederle el paso a Grumete por varios motivos, y pese al puteo que le ocasionara a Bud.
1º Ya no me habría pegado con Arafat, y quiero hacer de sufrir al moro.
2º Ya no me habría pegado con KraD, y dios sabe que me apetece hostiarme con él en friki-combate singular.
3º Lo más importante. No me habría pegado con Blanquita, y el resultado de este combate me importaría un pimiento, puesto que concentraría todos mis esfuerzos en hacer fintas con el fin de sacarla las tetas al aire para placer (o no, a saber) del público presente.
Sería una estrella.
21º Sustituiría a la maricona, y como que no es bonito ser el segundo plato de nadie, y menos de él, en las condiciones que se ha marchado. Bueno, o en cualquier condición.
> Si hubiese subido no me hostiaría ni con Knucles (ti vas a cagar, cerdo negrata), ni con Barbie (utilizaré la misma técnica que con Blanquita), ni con Monty, con los cuales deseo batirme también, como una mayonesa de las buenas.
Y alguna razón más tendría, como la de no saber sí aquí habría aguantado una temporada entera, o la duda acerca del holor de las nubes.
Que en fin, que eso, que mi puesto ahora es Segunda División, y lo más divertido:
-Verte la cara de tonto (aún más) que se te quedará cuando veas que, aún habiendome vencido injustamente en este combate, tú te pudrirás aquí abajo, y yo ascenderé don el sol dá todos los días.
Je, tiempo al tiempo.
Con respecto a tus post, exaltados y fuera de todo (ni contigo se puede pegar uno a gusto, te pareces al tipo melenudo y feo de Loca Academia de Policía, el cual, al sentir el peligro, comenzaba a babear y a gritar como un mongólico exaltado. Así cualquiera se te acerca):
Hay algo que no puedo admitir, por mucho que me desagrade volver a regalarte un sólo segundo de mi vida:
Poli es el más grande.
Buff.
Y me dices unas cosas:
Para empezar: tiene un juego de ordenador.
Ya.
Éste también lo tiene, y no, ¿verdad?

Tiene tienda de campaña.
Ahá.
También tiene de
esto, y no es diabético.
Y, por último pero no por ello menos importante, película porno.
Esto me mata.
Exaltas a un boxeador por haber hecho una película porno en cualquier tugurio de Pitis, con zorras casacamperas de 10.000 el completo.
A tí te gustan unas cosas que....
Lamentable, relamente lamentable.
Y para acabar, salió en Torrente.
¿Cuando estrenan la 3, colegui?
Es que Torrente es lo más, vamos.
Tu seguro que fuiste uno de los mongolos que hizo cola durante siete horas para ir a ver la segunda parte de... de eso.
Y llorarías de emoción al final.
Si a Carrasco le encuentras algo más allá de su puño derecho, será que te has equivocado.
O será que era boxeador, el mejor de su era, y no acabó en un piso de Vallecas compartido con dos heroinómanos, El Chechu y El Pinchos, atracando viejas y vomitando por las calles de su barrio, llorando por los años perdidos, mientras el líquido sinovial de su brazo se le desparramaba por el pavimento.
Carrasco se murió de un ataque al corazón mientras se hinchaba a follar y a follar sin parar con bellas mujeres, teniendo a la ceporra de La Mosquera como tapadera para los medios de comunicación.
Éso sí que es acabar bien las cosas, ser el mejor.
Pero vamos, que tú con tus tarados preferidos, amante de los perdedores.
Ahora te dejo meditando, repasa tus valores, las cosas importantes que tiene tu vida y las que no.
Repasa la de cosas que has aprendido a mi lado, y utilízalas como mejor sepas.
Conviertete en un hombre de provecho, y echa el vuelo.
Concretamente, échalo desde aquí:
Y a éstos les dejas tranquilos por fin, con diez, como debe ser.
