pH, más que hamor, frensi.

Caballeros, como verán no soy Oximoron, pero por motivos de fuerza mayor seré su substituto. Ya sé que pierden con el cambio, pero así es la vida.

Les propongo un tema bastante con bastante margen de maniobra:

¿Cuál es su personaje histórico favorito?

Les recuerdo que empieza y elige opción el Sr. Gray, que el primer asalto de cada uno deberá ser meramente argumentativo (sin citas directas o indirectas a los argumentos de ni al personaje elegido por el rival) y que en los segundos asaltos ya pueden sacar a relucir las miserias de la elección de su oponente. En principio tienen de plazo hasta el domingo 22 de febrero, aunque debido a que llevamos algunos días de retraso, si necesitan más tiempo no duden en solicitarlo.

Que gane el mejor.

Antes de sumergirnos en las entrañas de mi primer asalto se me antoja necesario advertirles que la defensa de este personaje se basa en su valor histórico y no en el estrictamente religioso. Es por ello que invito al Sr. Criadillas a que no confunda mis argumentos interpretándolos desde el punto de vista de una creencia/doctrina/filosofía/religión que, como agnóstico, considero queda en un segundo plano ante la indiscutible y total referencia que supone este personaje en la Historia con mayúculas.


- Jesús de Nazaret -

No voy a descubrirles nada, tan sólo destacaré los puntos más interesantes e importantes que considero necesarios conozcan y recapaciten para entender por qué no existe en la historia de la humanidad ningún personaje con tanto valor como Jesús de Nazaret.

1) Su valor bibliográfico. No existe ningún personaje sobre el que se haya escrito más libros. Es, con total seguridad, la persona más estudiada por los historiadores, la figura más nombrada en los manuales de historia. Él solito supone el punto de inflexión: Antes de Cristo, Después de Cristo. ¡Anda que no!



2) Su valor iconográfico. Es también el personaje más representado en el mundo del arte. Crucificado, muerto o resucitado. Inspiración de pintores y escultores.



3) Su valor enigmático. Encierra uno de los misterios más maravillosos y aún sin desvelar de la historia: la Sábana Santa.



4) Su valor mágico y de leyenda. Sus famosos milagros. Que científicamente carecen de valor, pozí, pero el mito sobre sus poderes divinos lo han convertido en una figura de culto y adoración.



5) Su valor simbólico. No hay señal más extendida ni conocida en el mundo que la cruz en la que dicen que murió. Ni siquiera el símbolo de Nike o el logotipo del McDonald’s es tan conocido.



6) Su valor político. Porque se rebeló contra el poder reinante y opresor sin utilizar la violencia. Sólo con el poder de sus palabras.



7) Su valor propagandístico. Porque no conoce la historia una campaña mayor ni mejor que la de la doctrina que lideró. Ni siquiera el movimiento nazi puede compararse a la estrategia de comunicación puesta en marcha por su equipo de asesores de imagen y expertos en el mundo del marketing institucional. No se conoce líder mundial que llegara tan lejos ni tan alto como él.



8) Su valor económico. Parte del libro más vendido del mundo versa sólo y exclusivamente sobre él. Debería ser también el santo de los joyeros.



9) Su valor cultural (hipócrita y falso). Es la adoración a su imagen tallada en maderas nobles lo que mantiene a media Sevilla despierta durante una semana para verlo montado sobre una burra, orando en el huerto, prendido, caído, arrastrando una cruz con todo su gran poder, crucificado, muerto y resucitado. La otra mitad va encapuchada o debajo del paso.



10) Su valor histórico. Porque ningún personaje de la historia es tan potencialmente defendible teniendo en cuenta y reuniendo todos estos puntos de vista ni tan difícilmente atacable sin observarlo, como decía al principio, desde un punto de vista estrictamente religioso.

Amén.

Prez escribió:En principio tienen de plazo hasta el domingo 22 de febrero, aunque debido a que llevamos algunos días de retraso, si necesitan más tiempo no duden en solicitarlo.

Me lo pido.

Hasta la fecha no he tenido problemas con los días de finalización de cada combate.

Esta es una excepción.

Durante estos últimos días me ha sido imposible sentarme durante más de 15 minutos frente al ordenador.

Esta semana no se presenta mejor, pero haré lo que pueda por ofrecer un buen espectáculo. Tanto mi oponente como el árbitro y público, lo merecen.

Pido que se alargue el plazo unos días. Espero tener mañana listo mi primer post, y en menos de tres días el último.

Un poquito de por favor.

Julio Cesar lo merece.

Je.

Saludos y disculpas por las molestias.

De acuerdo, no hay problema.

Me uno, en un arranque peloteril, a la decisión de Don Prez. Así aprovecho y pongo las hostias en remojo.

Ego te espero in nómine pater, et filii, et spiritus sancti.

(Gracias por las espera).


Y los hombres se arrodillaban a su paso, con la certeza de que jamás contemplarían un ser tan magnífico...


No tengo dudas.

Nadie debiera tenerlas, en su sano juicio.

¿Cuál es mi personaje histórico preferido, o lo que es lo mismo, cuál es el mejor personaje histórico de todos los tiempos?

Julio César.

El Hombre.

Si cerramos los ojos y escuchamos las palabras "mundo clásico" la primera imagen que se nos viene a la cabeza es la de Julio César.

Muy por encima del resto de emperadores romanos, muy por encima de grandísimos conquistadores como Annibal o Alejandro Magno.

Y por supuesto, muy por encima de cualquier personaje posterior a su existencia.

Y es que no hay color, amigos.

Nos encontramos ante el ser humano más absolutamente sublime de todos los tiempos, y ante eso, pocas dudas pueden quedarnos que cuestionen su valía.

Pero tranquilos, doy motivos (aunque sé que no haría falta debido a la elección estúpida de mi cultivado y atolondrado contrincante(ya llegaremos al segundo post, ya...)), pero yo es que soy muy cumplidor.

Ha sido la mejor mente maestra militar de todos los tiempos. Doblegáos ante él, que jamás perdió una sola batalla y siempre lucho con menores efectivos que sus enemigos.

Fue odiado ferozmente por sus tíos, y se le invistió con las túnicas de un flamen dialis, sacerdote del dios Júpiter (lo que viene a significar ser obispo en la actualidad), con la intención de que jamás llegara al poder.

Sus tíos sabían de su valía, reconocían el peligro que suponía enfrentarse al mayor genio de todos los tiempos, y lo enviaron a las Galias a morir.

Y Julio César las conquistó por completo.

No se crean lo de Asterix y Obelix. En el cómic puede tener su gracia, no lo dudo, pero absolutamente todos los feroces e indómitos galos fueron aplastados por el genio de César, ampliandose así las fronteras y la grandeza del Imperio Romano.

Antes de esto, recordar a mis amados lectores (no te sientas aludido, Dorian) que César no era el típico militar que dirige la batalla a dos kilómetros de distancia de la misma.

No.

César luchaba en primera línea, destrozando enemigos y ganando posiciones junto a sus soldados.

Y es por eso que todo el ejército le respetaba como a ningún otro General.

Una anécdota:

Siendo jove, y viendo su valía (amedrentado por ella), el entonces poseedor del poder en Roma; el tirano Sila, lo puso a prueba, ordenándole que no se casara con su mujer amada.

César se negó a acatar la orden, como hombre indómito que era, y contestó el célebre:

"En César sólo manda el César".

Este acto de valentía le acarreó pasar mucho tiempo escondido de los asesinos a sueldo de Sila, pero salió airoso.

En sus campañas en Oriente ganó la corona cívica, sólo asequible a los más valientes combatientes, y a los más perfectos generales.

Y gracias a eso mismo, tras la muerte de Sila, César entró en el Senado, y con ello, los cimientos de la historia cobraron otro color que cambiaría todo por siempre.

César llegó al poder de manera arrolladora, y convirtió a Roma en la mayor potencia de toda la historia.

La palabra Imperio tiene su completo significado con César.


Pero César era mucho más que un genial militar y un dirigente sin fisuras.

César fue un abogado y hombre de letras sin parangón en esos tiempos.

César fue un hombre bueno para su pueblo, llevando algo tan inmenso y difícil como era Roma, hasta su mayor esplendor.

Y finalmente vio la muerte no de manos de un soldado enemigo, ni tampoco por el efecto de la naturaleza y el tiempo.

La grandeza de César era tal que despertaba envidias de los mediocres que había a su lado.

Y ese fue su único error en toda su vida; confiar en quien no debía, criar a un muchacho que después acabaría con su vida.

Y más de 2000 años después, se recuerda a Cayo Julio César como el personaje histórico más impresionante de todos los tiempos.

Y podría extenderme páginas y páginas acerca del asunto, pero ni esto es una lección de historia, ni yo tengo tantos conocimientos en el asunto (bueno, sí que los tengo).

Simplemente es necesario que cada uno de vosotros juzguéis cuál es vuestro personaje histórico preferido, y vuestras dudas rápidamente se disiparan.

Os doy una pista.

Empieza por J, y acaba en ulio César.

¿Veis qué bien?

Nos vemos en los libros.

A tí, Dorian, te veo tras de mí.

- Ave María Purísima.
- Ave Criadillas, el que te va a derrotar te saluda. Sin pecado concebida.
- Padre, tengo una duda —comienza Criadillas mirando a los ojos de Dorian Gray como el que busca la salvación eterna en su espíritu divino de la muerte.
- Ven, hijo mío, siéntate aquí, sobre mis rodillas —sonríe Dorian—, y cuéntame qué duda te nubla la razón desde el día de tu nacimiento. Por cierto, dale recuerdos a tu... santa madre que hace tiempo que no la veo por la iglesia.
- ¿Cuál es mi personaje histórico preferido, o lo que es lo mismo, cuál es el mejor personaje histórico de todos los tiempos? —pregunta Criadillas agachando la cabeza avergonzado.
- ¡Dios! —exclama aterrorizado Dorian —. Hijo mío, ¿qué preguntas son esas? ¿Cómo es posible que a tu edad, con lo bien que lo habías venido haciendo hasta ahora, te surjan dudas ante el debate? ¿Es que no lo tienes claro? ¿Te da miedo tu oponente? ¿El tema tal vez? ¿No tenías otra manera de comenzar? Criadillas, hijo mío, tu padre se avergonzaría de ti. Es una suerte que no lo conozcas. Y por cierto, antes de que se me olvide: no, no es lo mismo personaje histórico preferido que mejor personaje histórico de todos los tiempos. No es lo mismo...

No es el mismo Prez que Arafat,
No es el mismo Mao Pop que Urdu*, ¡qué va!
Tampoco Bud Spencer es igual que Krad.
No eeeeeees lo mismo.
Será que te lías tú sólo, Criadillaaaaaas,
Anda y házte eso mirar,
Que es distinto tener razón que razonar,
Eeeeeees distintooooo.

¡Vale!

- Padre... —un breve y espeso silencio interrumpe sus palabras—. Padre, no me da miedo el combate, el espíritu de mi defendido y todos sus ejércitos me han penetrado profundamente y estoy convencido de que puedo derrotar a esa maricona de Dorian Gray. Pero...
- ¡Nada de peros! —le interrumpe ofuscado la maricona—. ¿A quién vas a defender, hijo mío?
- Al hombre —responde Criadillas poniendo voz de machote.
- ¿Al hombre? ¿A qué hombre, hijo? —pregunta Dorian curioso.
- A Julio César, padre, porque si cerramos los ojos y escuchamos las palabras "mundo clásico" la primera imagen que se nos viene a la cabeza es la de Julio César.
- ¿Seguro? Mira que a mí no me gusta llevar la contraria pero si cierro los ojos y escucho esas palabras lo primero que se me viene a la cabeza es el griego.
- Sí, padre, a mí también se me viene a la cabeza lo mismo pero no es de arte de lo que me toca hablar esta vez.
- Yo no me refería al arte, Criadillas —comenta Dorian irónicamente—. Pero continúa, háblame de ese hombre.
- Julio César está muy por encima del resto de emperadores romanos, muy por encima de grandísimos conquistadores como Annibal o Alejandro Magno. Y por supuesto, muy por encima de cualquier personaje posterior a su existencia.
- Criadillas, hijo mío —Dorian niega con la cabeza mientras pronuncia estas palabras clavando sus ojos en el suelo—, no sé de dónde te viene esa obsesión por lo romano, por lo militar, por los hombres vestidos de uniforme. Entiendo que Julio César fue una figura destacada del Imperio Romano, tal vez la más conocida de aquellos tiempos, pero de ahí a decir que está por encima de cualquier figura histórica... —Dorian resopla, momento que Criadillas aprovecha para tomar la palabra.
- Nos encontramos ante el ser humano más absolutamente sublime de todos los tiempos, y ante eso, pocas dudas pueden quedarnos que cuestionen su valía —afirma rotundo el huevo.
- Nadie está cuestionando su valía, no puedes ofuscarte ni ponerte como te has puesto por defender al romano... —Dorian se queda pensativo (romano... mano...) y sonríe—. Julio César fue un emperador más, tan famoso como Calígula o Nerón, y que nos dejó los dolores femeninos de la cesárea, su caluroso mes, un calendario desordenado y tres palabras para el paquete de Marlboro. Aparte de eso sólo nos quedan sus aires de pretendida divinidad y su política dictatorial. La fama de cualquier personaje histórico depende, como siempre, del que transcribe la historia de los pueblos. Por esa razón son tan conocidos el caballo de Atila, la espada del Cid, el dolor estomacal de Napoleón o la esvástica de Hitler. No te ofusques, hijo mío, pero personajes como Julio César en la historia los hay a patadas.
- Pero padre —interrumpe Criadillas nervioso— yo he rezado a San Google y he visto cosas. Sobre sus batallas, sobre su genialidad militar, sobre su vida. He encontrado incluso, en la soledad de mis rezos, una anécdota que no venía a cuento en el debate pero que me pareció guay para impresionar al respetable.
- No te confundas, el público aquí es de todo menos respetable —afirma irónico Dorian.
- Ya lo sé, maricona, pero algo de -able tendrá, ¡vamos, digo yo!
- Sí, impresionable. Seguro que les encanta tu segundo post, tus fotitos y demás, y la burla que hagas de mí y del personaje que yo defiendo.
- ¡Es que tú también has elegido a uno...! -—exclama Criadillas dejando la frase en el aire.
- He elegido al personaje más relevante de toda la historia. Ya lo dejé bien claro en mi primer asalto. Ni el César ni todo su vasto imperio estarán jamás por encima de Él. No he elegido a un militar, ni a un general, ni a un dictador. Mi personaje supone el punto de inflexión en la historia de la humanidad. Tu César es sólo un punto más en la gráfica caída de su imperio.
- ¡La palabra Imperium tiene su completo significado con Caesar!
- Y no lo niego, pero sobre gustos no hay nada escrito. Prefiero el Faraón. Te lo recomiendo.
- Lo pondré a descargar en el emule esta tarde. Pero dejémonos de jueguecitos de estrategia que ya le veo llevándome al huerto.
- ¡Más quisieras, Criadillas! Tengo mejor gusto —piensa Dorian—. Sí, sí, al Huerto de los Olivos te voy a llevar para que llores antes de que te crucifique en la cruz que tú mismo estás cargando. Anda, hijo mío, déjame echarte una mano (...) hasta el calvario. Solo en la figura de Jesús de Nazaret encontrarás el perdón de tus pecados y la salvación eterna. ¿Qué vas a encontrar en Julio César además de su arma-dura?
- La grandeza de César era tal que despertaba envidias de los mediocres que había a su lado —afirma rotundo Criadillas.
- ¿También te ha penetrado el espíritu de Eddu? ¿En qué te has convertido, hijo mío? —pregunta retóricamente Dorian negando a la vez con la cabeza.
- No lo sé, padre, por eso he venido a verle. Estoy confundido.
- ¡Y Dinio! ¿A quién más te has vendido, Criadillas? ¿Por cuántos espíritus has sido penetrado?
- ¿Venderme? No, padre, yo lo hago por puro vicio.
- Claro, ahora entiendo por qué defiendes a Julio César: los romanos, los uniformes, el pecado de la gula, los vomitorios... Y vienes a mí para que te meta (...) los dedos hasta la campanilla. ¡Quién te ha visto y quién te ve, Criadillas! —Dorian guarda silencio a la espera de réplica—. ¿Tienes algo más que decirme, hijo mío?
- Sí, tengo un acertijo, a ver qué le parece: es necesario que cada uno de vosotros juzguéis cuál es vuestro personaje histórico preferido, y vuestras dudas rápidamente se disiparan. Te doy una pista: empieza por J, y acaba en -ulio César —Criadillas pone cara de interesante.
- Si empieza por j está claro que es Jesús de Nazaret pero la terminación me despista. ¡Es que me planteas unos acertijos tan interesantes, Criadillas!
- Padre —prosigue Criadillas—, es que en César sólo manda el César. Ya lo dice el dicho: al César lo que es del César.
- Y a Dios lo que es de Dios —concluye rotundo Dorian—. Anda, hijo, pasa a la habitación de al lado y espera a tu madre tiene que estar a punto de llegar. Ahora déjame que aproveche los 50 € que le he pagado a esta bella señorita que se me enfría la comida.
- Hasta luego, Dorian.
- Adiós, Criadillas... Mmmm... A-Dios.


* Léase Urdu.

Bueno, concluyamos cuanto antes y demos un buen final a nuestro "querido" Dorian y a su salvador particular.

Y es que es una putada, ¿eh?

Eso de saber que ya has echado el resto, y que a mí me queda todo un post para destrozarte.... hum...

¿Nervioso?

Pues prepárate que te va a doler.


Y es que, sincerémonos, pese a que tenías la primera opción, y cerca de 5.000 años de historia para buscar algo que mereciera la pena, tú coges y eliges un personaje que precisamente no es en absoluto válido.

Me explico.

Jesús de Nazaret, al que a partir de ahora llamaremos Jesulín, no es un personaje histórico, amiguete/a, o lo que seas.

No se ha comprobado su existencia nada más que por algunos escritos que lo mencionan (realmente aburridos), y alguna prueba que siguen queriéndonos "colar" a la fuerza los que viven a base de ese bulo que, tristemente, veo que sigues la corriente.

Darle veracidad a la existencia de Cristo es como dársela al Rey Arturo, a Los Reyes Magos, a Juan el Presbítero, a Yuppi (el de los mundos), a Frodo, o a Logroño.

Son cosas que tan sólo conocemos de oídas, sin verdaderas pruebas de su existencia excepto guías Campsa, cintas de video VHS o libros añejos y olvidados en cualquier estantería.

Y lo triste es que todo esto lo sabe hasta el más pintado, todo el mundo, excepto, parece ser, tú.


Elmo y Coco, los personajes históricos favoritos de este siglo para Dorian Gray ¡Bieeeen!

Y es que, Dorian, pese a que tu estupidez (a veces más o menos convincentemente escondida tras tu prosa culta) es de todos conocida, deberías saber que en el Posting se te mira con lupa, y sin embargo ahí estás tú; luciéndola con orgullo.


Pero vamos, que yo soy bueno, y te lo perdono, y no me hace falta seguir diciendo verdades acerca de la falsedad histórica de tu salvador de papel para ganar esto.

Con lo que has puesto, y con mi super emperador tuneado Cayo Julio César, me sobro para darte matarile.

Al ajo:

Dorian, cubriéndose de mierda nada más empezar, escribió:Su valor bibliográfico.... la figura más nombrada en los manuales de historia......... ¡Anda que no!

¡Pues no, cabezón!

Poco BUP debiste estudiar tú, o Bachillerato, como es ahora, para escribir esa chorrada.

¿Jesús de Nazaret, el más nombrado en los manuales de historia?

Te digo yo que en esos manuales se nombra con mayor profusión y relevancia a un subnormal de la talla de Godoy que a tu barbudo preferido.

Y es que, colegui, siento recordártelo, Jesucristo, en la historia de la humanidad, no ha pintado un carajo.

Dorian, sin vergüenza, escribió:Su valor enigmático. Encierra uno de los misterios más maravillosos y aún sin desvelar de la historia: la Sábana Santa.

Joder.....

Un misterio maravilloso es el de la construcción de las pirámides de Egipto (seguro que tú eres de los que piensan lo de los esclavos judíos, las canteras, los sillares de piedra de 12 toneladas transportados por troncos de madera y demás.... buff).

Un misterio maravilloso es el de los extraterrestres y su existencia.

Un misterio maravilloso es el de Lustige Blatter.

Pero la Sábana precisamente tiene lo mismo de maravilloso que esto:


El ladrillo. En la mente de Dorian, ¡un enigma sin solución!

Yo te lo explico de forma fácil.

La Sábana Santa es tan sólo un saca dineros inventado por la Iglesia, y tiene de Santo lo que yo de peligroso hincha del Boca Juniors, por ejemplo, y por estúpido.

Espero que esta revelación no te haya provocado un infarto.

O sí.

Su valor político. Porque se rebeló contra el poder reinante y opresor sin utilizar la violencia. Sólo con el poder de sus palabras.

¡Y así le fue, bobo!

Así acabó, muerto joven, con unos dolores que la verdad se ganó a pulso por mongo, por hacer una revolución hippie power flower en una época en la que volaban las hostias y lo más civilizado que había eran la espada, el escudo y las áspides.

Lo dicho, bobos. Tu Jesulín y tú.

Su valor económico. Parte del libro más vendido del mundo versa sólo y exclusivamente sobre él. Debería ser también el santo de los joyeros.

A vueltas con lo de siempre.

A vosotras, las maricas y a las mujeres, os pierde lo de siempre; el tamaño.

¿Qué tendrá que ver la cantidad de volúmenes vendidos de la Biblia con la calidad de la misma, o la certeza de sus palabras?

Que yo sepa, el disco de música más vendido de la historia es el Thriller de Maikol Jackson, y eso no demuestra que sea un gran disco, sino que hay mucho mongólico suelto con el gusto atrofiado.

Lo mismo pasa con La Biblia, un libro que hasta hace bien poco en este país, era casi obligatorio tener en casa, y por motivos bastante poco grandiosos.

Eres un triste y un vendido, Doris.

Es la adoración a su imagen tallada en maderas nobles lo que mantiene a media Sevilla despierta durante una semana para verlo montado sobre una burra, orando en el huerto, prendido, caído, arrastrando una cruz con todo su gran poder, crucificado, muerto y resucitado. La otra mitad va encapuchada o debajo del paso

Pero eso no es obra de tu héroe.

Y lo sabes.

Eso es obra de los mismos de siempre. De ambas partes.

De los que se nutren de la grandeza de tu personaje, y de los estúpidos que les siguen el juego.

La Iglesia, amiguete, es el secreto de su éxito. Y aunque al principio de tu post te has querido desvincular villana y cobardemente de todo ese tinglado, porque sabías que las hostias también te iban a caer por ese lado, es un pequeño detalle que deja por los suelos a Jesulín, y completamente lógico y necesario el que yo lo utilice.

Porque ningún personaje de la historia es tan potencialmente defendible teniendo en cuenta y reuniendo todos estos puntos de vista ni tan difícilmente atacable sin observarlo, como decía al principio, desde un punto de vista estrictamente religioso

Pues ya lo ves; lo he atacado desde un punto de vista poco religioso (excepto la última vez), y he descubierto otro personaje muchísimo más atractivo y mejor en aspectos esenciales para granjearme la victoria en esta paliza.

Yo, a tí y a tu Jesulín, con patatas.


Y por si estabas pensando que esto se acababa....

Jeje.

Veamos tu flojísimo segundo post (el cual me ha decepcionado bastante, por otra parte. Yo, que te creía mi más digno rival en esta categoría).

Todo lo sitúas en una hipotética conversación entre un tal Criadillas y otra persona a la que tan sólo se la conoce como "Padre" (aunque todos haremos como que no se nota que eres tú, Dorian, jiji. Pero que estúpideces que me haces).

Aparte de arrancarte las vergüenzas y demostrarnos que otro de tus héroes es, nada más y nada menos que, Alejandro Sanz (oh, dioses, quizá incluso por encima de Coco y Elmo en tu escala de repulsivas filias personales), nos regalas unos versos fruto de tu endeble masa encefálica, entre el chascarrillo y la pulla. O es lo que te crees.

Repasemos tu momento de gloria:

Si, amigos, Doris, el otrora respetado forero de esa comunidad de pajilleros compulsivos llamada Trivialnet, un poco más arriba, escribió:No es el mismo Prez que Arafat,
No es el mismo Mao Pop que Puturdu*, ¡qué va!
Tampoco Bud Spencer es igual que Krad.
No eeeeeees lo mismo.
Será que te lías tú sólo, Criadillaaaaaas,
Anda y házte eso mirar,
Que es distinto tener razón que razonar,
Eeeeeees distintooooo.

Me has provocado arcadas, que lo sepas.

Y no es fácil, que estoy hecho a (casi) todo.

Pero sigamos.

Pues de toda la mierda que has parido, lo único que puedo destacar es esto que me pones:

Dorian, por fin parece que se anima y.... ¿combate? ... (sic) escribió:Julio César fue un emperador más, tan famoso como Calígula o Nerón, y que nos dejó los dolores femeninos de la cesárea, su caluroso mes, un calendario desordenado y tres palabras para el paquete de Marlboro. Aparte de eso sólo nos quedan sus aires de pretendida divinidad y su política dictatorial. La fama de cualquier personaje histórico depende, como siempre, del que transcribe la historia de los pueblos. Por esa razón son tan conocidos el caballo de Atila, la espada del Cid, el dolor estomacal de Napoleón o la esvástica de Hitler. No te ofusques, hijo mío, pero personajes como Julio César en la historia los hay a patadas.

1º Julio César no fue un emperador más.

Supuso un antes y un después en la historia de su Imperio, que por ende, ha sido el más importante y lóngevo de toda la historia.

(Si, Historia. ¿Te suena? Es lo que ocurrió en realidad, y de lo que existen pruebas más allá que un libro).

Julio César es el Hombre del pasado, el paradigma de lo grandioso, un adelantado, un fuera de serie, un cras.

Eso te lo dice desde un niño de cinco años, hasta el más sesudo y presbita historiador.

2º Julio César es bastante más importante que Nerón o Calígula.

Los cuales no fueron más que hombres desequilibrados, estúpidos y que casi llevan a Roma a la perdición.

César fue equilibrado y justo, no perdiéndose, como muchos otros, en las ciénagas de la corrupción y la comodidad, expandiendo continuamente sus tierras y siendo admirado y querido por su pueblo, algo harto complicado en aquellos tiempos.

A tí te suenan Nerón y Calígula por:

-El primero, gracias a Quo Vadis.
-El segundo, por la película pseudo-erótica de los años 70.

Apuesto que no has visto siquiera la segunda, pero Calígula es un nombre que se pega, claro.

Si no tienes ni puta idea del tema, al menos sáltame a la yugular, como alguna vez hemos tenido que hacer todos, para tantear mis defensas, pero no pises donde resbala, que no.

3º No hagas gala de tu ignorancia, que me quitas el trabajo y esto pierde la gracia.

Que tú no sepas nada más de los logros de César, no dice nada de malo de él, sino de tí.

De nuevo, espero no haberte provocado un infarto ante tal revelación.

Julio César fue un dictador, si.

Pero no del modo que conocemos ahora.

La dictadura de aquella época poco tiene que ver con la de ésta, y si a eso le añadimos la perenne existencia de un Senado, tus argumentos te hacen agua.

Y César era un tipo justo.

Mira; otra anécdota de esas que te gustan:

Tras la guerra civil que sacudió Roma, y tras la victoria, como no, de César, éste tomó las riendas del Imperio. Adivina lo que les hizo a sus enemigos.

Nada.

Y es que César, incluso con las personas que deseaban su muerte, era un tipo clemente y justo.

¡Bien por él!

...


Después me echas en cara lo de meterle mano a San Google, como tú lo llamas (de menudas te ha debido librar en esto de los foros para que lo canonices tan rápidamente).

Pero no soy un mediocre como tú (Eddu dixit), y no necesito de ninguna página web para saber defender lo que yo considere oportuno.

Libros, querida mía. Y leérlos, por supuesto.

Tan sólo eso.

De nada por el consejo.

Dorian, desatada y sudorosa, escribió:He elegido al personaje más relevante de toda la historia. Ya lo dejé bien claro en mi primer asalto......... Mi personaje supone el punto de inflexión en la historia de la humanidad.

Qué poca vergüenza tienes, pillín.

¿Punto de inflexión en la historia de la humanidad?

Tu personaje tan sólo ha servido para servir de escusa y de imagen a un millón de barbaridades que se llevan cometiendo durante siglos y siglos, y supongo, continuarán.

Jesucristo tan sólo ha servido para tomarnos las uvas en cierto día y no en otro, y para que a los estudiantes les den las vacaciones tales días de abril.

Nada más nos queda de Jesulín para tu desgracia.

Prefiero el Faraón

Luego tú sólo continúas con tu ganas de quitarme a mí trabajo.

(Venga, una fotillo diver, que hace mucho que no la pongo y Prez estará de mi post hasta el culo).


Dorian, feliz y desenfrenada, imitando a su heroína, la Faraona de Españña, la Lola; instantes antes de que Criadillas le pegue una merecida hostia por corta. Los de atrás le ríen el acto, y Prez, sentado, evalúa, sonriente y picarón


Por último, sin más argumentos ya, que la falacia y el insulto; Dorian me tacha de chapero, vicioso y de que mi mamá es muy puta, ella.

Todo lo envuelve con su habitual engolamiento para que se note menos y quede como más fino e irónico.

Déjate de tapujos de viejas bebedoras de té, con sombreros de flores en casas victorianas, que estás sobre el ring (bueno, tu cabeza entre la lona y mi pie, como te auguré en algún lugar), y aprende:

Dorian; no me provocarías mayor asco si vistieras como Pipi Lastrum y me cantaras de nuevo esa estupidez con la que te has clavado una medalla en el culo.

Bueno, quizá si.

Te estoy imaginando de esa manera.

Joder, mejor lo dejo.



Veni, vidi, vinci.

Ha sido un paseo, amigos. Antes de que me limpien la sangra salpicada, y bajar del ring, quiero dar las gracias a Collen McCollough y su inestimable (y aconsejabilísima) obra. Je.

Firmo autógrafos en mi camerino. Sólo a mujeres.

Sólo a las más guapas.



Alea Jacta est.

(Y si, lo sé, es una frase muy sobada, pero si no lo decía, no dormía bien).

Prez, cuando quieras.

Bien, perdonen la demora. Vamos al tajo.

La verdad es que Dorian Gray me ha ahorrado bastante trabajo en su primer asalto: no hace falta desglosar nada ya que está todo bastante desglosadito. Si bien hay algunos puntos que están divididos de manera un poco forzada —posiblemente para llegar a un número tan simbólico como el diez—, en general es bastante notable la variedad de argumentos que ha aportado, prescindiendo además del más obvio y también el más endeble y fácilmente atacable: el aspecto religioso.

El primer mensaje de Criadillas me ha parecido más un documental de historia de La 2 que otra cosa. Hay algunos asertos discutibles (si cierro los ojos y pienso en «mundo clásico» me viene a la mente otras cosas antes que César. Y eso de que está por encima de Alejandor es discutible).

Abro una pequeña digresión fuera de concurso. Seguramente conozcas la anécdota —posíblemente apócrifa—, pero permítame que haga un paréntesis en mi veredicto para contarla: cuando César arribó a Gades con su ejército, se topó con una estatua de Alejandro Magno —recuérdese que Gades había sido colonia griega— y ante ella rompió a llorar. Interrogado por sus soldados, dijo que lloraba porque a su edad Alejandro Magno era dueño de la mayor parte del mundo a la sazón conocido, mientras que él aún no había hecho nada. Perdonad el rollo, pero un poco de culturilla nunca viene mal. Ahora vuelvo al ustedeo y prosigo con los considerandos.

En fin, que prácticamente sólo se dice que César era un general formidable. El resto de cosas —que era odiado por su familia, que era muy valiente, que le tocaba las narices a Sila...— se me antojan bastante anecdóticas.

En su segundo asalto Dorian emplea un estilo de confesionario —siempre se agradecen las innovaciones estilísticas y narrativas— y alterna lo sutil —surtido de anfibologías y dobles sentidos— con alguna que otra chabacanería —hombre, que lo de citar a las madres está muy visto...— Cuestiona con motivo aquello de «cerrar los ojos y pensar en el mundo clásico» que ya mencioné anteriormente, señala que César, aunque una figura notable, es equiparable a otras figuras históricas notables, mientras que defiende la clara diferencia de Jesús frente al resto, acusa a Criadillas de googleista y argumentalmente poco más entre el alud de semántica y hojarasca.

Criadillas replica extensamente poniendo en duda la existencia misma de Jesús, discutiendo su influencia história (pero hombreeeee...), ridiculizando la Sábana Santa —ahí tiene razón: con el montón de enigmas bastante más serios que tiene Jesús y sacar ése...—, caricaturiza su sistema pacifista —ha tenido su gracia—, ataca el argumento del número de ejemplares de la Biblia —muy astuto el argumento de Michael Jackson— y menciona que la fama de Jesús se debe a otros más que a sí mismo.

Por cierto, Criadillas, una pequeña metedura de pata:

Criadillas escribió:Todo lo sitúas en una hipotética conversación entre un tal Criadillas y otra persona a la que tan sólo se la conoce como "Padre" (aunque todos haremos como que no se nota que eres tú, Dorian, jiji. Pero que estúpideces que me haces).

Mientras que Dorian escribió:- Y a Dios lo que es de Dios —concluye rotundo Dorian—.

Sigamos —joder Criadillas, esto es más largo que un día sin pan—. Ridiculiza el arranque Alejandrista (Sanz, no Magno) de Dorian —lo había puesto a huevo—, defiende la supremacía de César sobre otros dirigentes romanos —sobre Nerón o Calígula no hay ninguna duda— y aprovecha para ilustrarnos sobre su sentido de la justicia. Para terminar, alude al chiringuito montado alrededor de Jesús —aunque esto es achacable a otros antes que a él mismo—.

Bueno, resumamos. En los primeros asaltos está mejor Dorian, principalmente porque está mucho más argumentado. En los segundos, el Sr. Gray baja algo —vuelve a enredarse ua vez más y acaba sepultado por su léxico exhuberante— y Criadillas se muestra algo irregular —puntos graciosos y ocurrentes y otros no tanto, como las fotos, que están bastante traídas de los pelos. Y también argumentos atinados y otros menos afortunados—.

Por tanto, debemos fallar y fallamos en favor de:

Dorian Gray.



¡A Barrabás! ¡Queremos a Barrabás!





Por cierto, una cosa a ambos. Julio César NO fue emperador. Fue general, senador, triunviro, cónsul y, al final, dictador vitalicio. Pero no emperador. El primero en usar dicho título fue su sucesor, Octavio Augusto.