Buen análisis del juego de Santoro, coincido en casi todo. Eso sí, te has perdido los dos mejores sets y un buen puñado de puntos preciosos.
No coincido en lo de Federer: el suizo suele estar tan contundente (y no más) como lo requiera el partido, sabe medirse muy bien. Pero hoy ha jugado algunos juegos clave con una maestría avasallante: derechas alucinógenas, y varios reveses cruzados que me han dejado con la boca abierta. El tenis de este tipo es música, y te puedo asegurar que hoy se ha empleado más que "de costumbre".
Y ya mismo dejo todo por hacer y me planto delante de la TV a ver el Nadal-Blake.
Que sí, tiene pinta de ser complicado.
Sobre todo por el público: no sólo porque cada vez se parece más al francés, sino porque Blake, además de ser jugador local, tiene una historia personal de esas de superación que despiertan simpatía en el público... y especialmente en el público estadounidense.
¿Soy el único que va a seguir el US Open?
Nicotin escribió:Tiene una historia personal de esas de superación que despiertan simpatía en el público... y especialmente en el público estadounidense.
¿Que historia tiene detras?
Hablando de historias, y por hacer un off-topic, me hizo gracia como se defendio Armstrong de las acusaciones, diciendo que su historia era demasiado bonita para los franceses.
Que tio.
Por cierto, no puedo ver el U.S Open, pero me gusta esto de las crónicas que te marcas,Niotin.
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jubilao
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Nincontinente escribió:¿Soy el único que va a seguir el US Open?
Me temo que a partir de ahora sí.
Melosidades varias: Busque el firmware de mi deco para estafar al tito Polanco. Enresulta que tuve suerte y hace 4 días que en mi 'deco' se puede, así que me lo agencie y ahora ya puedo ver todo el Satelite Digitalycual, taquilla pornogay incluída, amen de todo lo demás que se vé por ahí. La cagué. Ahora la parienta no se desenchufa de la tele, y total yo curiosée en que canal jugaba el Rafa y después de ver que en ninguno de los de pago se dignaban, pos enresulta que lo daba un eurosport en abierto y no hacía falta de arreglar na. Y para más Inri ejercí de perfecto talismán. Al que le crecieron los enanos fue a Nadal, y no al Blake.
BLAKE! BLAKE! BLAKE! BLAKE! BLAKE! (como taladra el cerebro, jeje)
Urdu escribió: Tengo fotos actualizadas de mi rabo.
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Nicotin
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Palahniuk escribió:¿Que historia tiene detras?
Varias. En su adolescencia sufría una pronunciada escoliosis, que le obligó a llevar el corpiño ese ortopédico (o como se llame) todo el tiempo. Pese a que no podía quitárselo para jugar al tenis, él se empeñó en seguir entrenando con el corpiño ese puesto.
Cuando se pudo quitar el corpiño, empezó a destacar más por su físico de (dicen) guaperas y a salir en revistas americanas, que por sus triunfos. Parecía ser una eterna promesa que no terminaba de explotar (aunque en este US Open ya está explotando, más vale tarde que nunca).
Pero ha sido lo ocurrido el año pasado fue lo que ha tocado al público: durante el torneo de Roma creo, sufrió un delicado accidente que le rompió una vértebra, al golpearse con el poste de la red. Por suerte no llegó a afectar su capacidad motora (pudo haberse quedado paralítico). Muy poco después del percance y mientras se recuperaba en USA, murió su padre (este año dijo en una rueda de prensa que se alegraba de haber tenido el accidente, porque así había tenido que volver a los USA y casualmente pudo pasar los últimos días junto a su padre). A raíz del estrés causado por la pérdida de su padre, sufrió un herpes facial, la infección se complicó y extendió y le paralizó el rostro, estando además en gran riesgo de que su vista y oído quedasen severamente afectados.
Al final, por suerte, no le han quedado secuelas de nada de todo ello, pero como verás la historía no podría ser más propicia a despertar las simpatías del público, especialmente del americano. En un solo año, perdió a su padre y pudo quedar tetrapléjico, ciego y sordo. Por fortuna no pasó nada de todo eso y como resultado, Blake ha madurado un montón: ha cambiado de imagen y actitud, es muy serio sobre la cancha y obviamente ya no está dispuesto a ejercer de guaperas, posar en revistas y que todo eso le distraiga del tenis.
Y, como se está viendo, tras su recuperación ha surgido como un jugador mucho más peligroso que antes.
Y ahora, he podido ver menos partidos de los que quería, pero los que he visto:
Elena Dementieva - Anna Chakvetadze / 6-1, 4-6, 7-6
Interesantísimo partido entre las dos rusas. Parecía que iba a ser un paseo militar para Dementieva (confieso que después del 6-1 inicial sólo seguí viendo el partido mientras hacía tiempo para el Nadal - Blake), pero en el segundo set, Chakvetadze reaccionó contra todo pronóstico, y en el tercer set llevó al partido hasta el desempate final, también contra todo pronóstico. Así, el partido dio un vuelco y lo que empezó como aburrida paliza terminó siendo un partido muy emocionante.
El desempate final fue especialmente intenso: Chakvetadze tenía a Dementieva contra las cuerdas, con un 4-2 en el tie-break. Sin embargo, apareció el famoso "miedo a ganar" y dejó que Dementieva empatase. Ambas jugadoras estaban nerviosísimas (imagable la imagen de Chakvetadze dando saltitos de frustración cuando dejó espacar el 4-2) y los puntos finales se tornaron de verdadero drama. La verdad es que era imposible no sentir simpatía por ambas, que estaban al borde de un ataque de nervios, especialmente Chakvetadze, que tenía una cara de sufrimiento increíble por haber desperdiciado sus opciones y estaba empezando a llorar aún mientras jugaban.
Al final, le perdonó la vida a Dementieva y esta no lo desaprovechó, ganando el angustioso desempate, con el consiguiente derrumbe de la pobre Anna. Al final, el partido mereció mucho la pena gracias a que estuvo muy, muy competido, y gracias a las cotas de intensidad emocional que alcanzó. Buen espectáculo.
Blake - Nadal / 6-4 4-6 6-3 6-1
Si Jenkins le había causado problemas a Nadal pero no tuvo la experiencia ni calidad suficiente para ganarle, fue otro americano quien terminó el trabajo y exactamente con las mismas armas que Jenkins, pero infinitamente mejoradas: servicio, agresividad, condición atlética excepcional y una gran defensa. El tenis de Blake fue, además, de mucho mayor nivel que el de Jenkins: por momentos jugaba con un top-10, y muy a menudo como un top-5.
Nadal volvió a estar incómodo: su mejoría en pistas rápidas es evidente, pero sigue sin jugar con confianza y sin poder desplegar un juego acorde a la velocidad de la pista y el bote particular de la pelota. Esta falta de confianza era evidente en muchos detalles: luchó menos por ciertas pelotas a las que normalmente no renuncia, y cometió un número de errores no forzados impropio de él. Además, Blake era el tipo jugador que menos le va a Nadal (gran servicio, juego agresivo) y, sencillamente, jugó mejor que él. Blake domina el tipo de juego que se precisa en pista rápida y Nadal no. Además, Blake jugó a un nivel extraordinario, muy centrado, planteando un partido muy serio y estudiado, y decidido a dar un 110% de sí mismo.. cosa que hizo.
Hay que decir que Nadal tuvo sus opciones, aunque, lamentablemente, no pudo o no supo aprovecharlas. Los dos primeros sets fueron igualados: Blake estaba jugando mejor realmente, pero estaba lejos de arrollar a Nadal, quien incluso desperdició una gran ocasión de romper el servicio del americano en el primer set. Nadal pareció reaccionar en el segundo y terminó ganándolo: siguió sin jugar bien, pero Blake pareció algo intimidado ante la resistencia del español. El tercer set comenzó igual que los dos anteriores: Blake jugaba mucho mejor, pero Nadal, aun estando mal, daba guerra. Sin embargo esa guerra duró poco, a lo largo del 3er set Nadal volvió a desaprovechar alguna ocasión de hacer daño y Blake se creció definitivamente, desplegando un tenis demoledor, arrolando con su servicio y estrangulando el servicio de Nadal. El cuarto set fue un puro trámite: cuando Nadal vió que Blake seguía al mismo nivel y que iba a resultar casi imposible atacar su servicio, sencillamente se desanimó y se rindió.
En resumen: Blake fue mejor. Así de simple. Es su superficie y su tipo de juego (y su público), y Nadal aún tiene que aprender a desenvolverse en las pistas más rápidas.
Sobre los comentarios que escucho de mucha gente: es imposible saber qué va a deparar el futuro, pero yo no descartaría que Nadal se adapte a las pistas rápidas. Sólo tiene 19 años y ya no necesita aprender mucho más sobre la tierra batida, así que tiene amplio margen para mejorar en aquellas facetas del juego que le impiden trasladarse con mayor éxito a ese tipo de canchas. Tiene el ejemplo de André Agassi, quien también tiene un débil servicio y un juego defensivo, y que llegó a saltarse Wimbledon pensando que jamás podría jugar bien allí... y con los años terminó ganándolo.
No digo que Nadal vaya a ganar Wimbledon algún día (no mientras esté Federer), pero, la verdad, en unos años (4,5, quizá menos... quizá antes d elo que pensamos) no le descarto en absoluto como serio candidato al US Open. Tal vez nunca será el principal favorito en una pista tan rápida, pero tiene las armas necesarias para llegar a competir por ese torneo cuando sea un jugador más maduro. En futuros Open de Australia sí le veo dando mucha guerra: es un cemento más lento y con más bote de la pelota, y ahí su juego va a ser menos vulnerable que en este US Open.
En cuanto a Blake, está jugando como nunca en su vida. No creo que gane el US Open, pero su actuación está siendo impresionante, y su juego es para quitarse el sombrero. El tenis del que ha hecho gala frente a Nadal y Robredo ha sido toda una hazaña.
Agassi - Malisse / 6-3, 6-4, 6-7, 4-6, 6-2
Otro interesantísimo partido.
Es una delicia ver a Agassi con 35 años y dando lecciones de sabiduría y saber estar, frente a un jugador 10 años más joven. Este Agassi está muy lejos de aquel niñato inmaduro de hace casi 20 años, tanto físicamente (para peor, lógicamente) como mentalmente (para muuucho mejor). Atesora una experiencia y una sabiduría enorme, y hace un juego increíblemente sencillo y efectivo que le permite sufrir un desgaste físico mínimo. Apenas corre, pero apenas lo necesita. Su típico juego desde el fondo de pista es ahora una labor de artesanía en la que hay mucha madurez y mucha inteligencia.
Así, con precisión quirúrgica y un savoir faire cultivado a lo largo de tantos años, Agassi ganó con facilidad los dos primeros sets al belga Malisse. Incluso su servicio, tan lento como de costumbre, es ahora casi un arma: flojo, pero colocado. Sobre su resto, sin palabras: sigue siendo uno de los mejores restadores de la historia, sin lugar a discusión. Por lo demás: intercambios angulados que sacaban a Malisse de la pista, y un juego que puede resumirse en esa única palabra: eficacia.
En el tercer set, Malisse se dio cuenta que, o despertaba, o Agassi le dejaba fuera del torneo. El belga empezó a luchar hasta forzar un intenso tie-break, que, pese a la veteranía y frialdad casi zen de Agassi, terminó venciendo Malisse. Así, conseguía alargar el partido, lo cual preocupaba mucho al público americano. Agassi ya no está para luchas épicas de cinco sets... se supone. Malisse se impuso también en el cuarto set con relativa facilidad. El público yankee estaba bastante callado: parecía que Agassi había desperdiciado la ocasión de ganar y que Malisse iba a vencer por cansancio.
Pero no. En el quinto set, Agassi volvió a dar una lección de ciencia tenística, y recurrió a su infinito oficio para anular a Malisse y llevarse el partido. Veteranía e inteligencia al servicio de esta leyenda del tenis, que lleva camino de dar seguir dando ejemplo algún que otro año más.
Blake - Robredo, 4-6, 7-5, 6-2, 6-3
Tras dejarnos sin Nadal, y para tapar la boca a los detractores subnormales del mallorquín, Blake ha hecho otro partidazo inmenso para derrotar a Robredo.
Ya he dicho varias veces que tengo debilidad por Tommy Robredo: su tenis es precioso, muy clásico, merece la pena verle jugar prácticamente siempre. Y el partido comenzó con un Blake algo nervioso, y un Robredo jugando de maravilla. El español ganó el primer set con relativa autoridad (Blake puede estar nervioso pero es duro), y los seguidores de Robredo (entre quienes me cuento) empezábamos a soñar con verle pasar de ronda.
No pudo ser: por muy bonito que fuese el tenis de Robredo, Blake resucitó y volvió a ser el que se había deshecho de Nadal. De nuevo se convirtió en un jugador demoledor. El segundo set estuvo reñido y fue el más disputado y bonito: ambos jugadores realizaban un gran tenis y el partido era un absoluto tú a tú. Al final, por desgracia, Robredo dejó escapar sus opciones y Blake se creció... y cuando Blake se crece en este US Open, hay que echarse a temblar.
Cuando Blake ganó el segundo set, pese a que estaban 1 a 1, el partidó pareció quebrarse por completo. El americano salió a matar en el tercer y cuarto sets. Fue arrollador. Le salía todo. Todo.
Robredo ya no pudo hacer nada ante el vendaval Blake. En nada recordó al Robredo del primer set. Blake empezó a parecer más y más grande y le neutralizó como antes había hecho con Nadal. Blake demostró que no sólo ganó a Nadal porque el mallorquín estuviese mal. Robredo salió a ganar, y también se vió sobrepasado por el tenis muy completo y muy atlético de Blake.
Ahora viene un, a priori apasionante, Blake-Agassi, que espero no perderme. Podría ser grande. Ya veremos.
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.