El dopaje es más un problema de la sociedad que del deporte
Publicado: 24 Oct 2006 15:32
IÑAKI ARRATIBEL MÉDICO DEPORTIVO
«El dopaje es más un problema de la sociedad que del deporte»
El médico propone tratar el dopaje como un asunto de trampas y apartarlo del debate sobre la salud
http://www.diariovasco.com/prensa/20061021/aldia/dopaje-problema-sociedad-deporte_20061021.html
El médico deportivo Iñaki Arratibel sostiene que para luchar eficazmente contra el dopaje hay que tratarlo como lo que es, una trampa a los reglamentos deportivos, y apartarlo del debate sobre la salud o la drogadicción, que únicamente sirven para confundir. Hoy presentará, en el marco del Congreso Internacional sobre Actividad Física, Deporte y Salud que se celebra en Tolosa una ponencia titulada Actividad física y utilización de sustancias dopantes: un binomio divergente.
- Los médicos deportivos se encargan, obviamente, de la salud de los deportistas. ¿Requieren una atención especial?
- Lo primero que habría que aclarar es hasta qué punto una actividad física competitiva a nivel alto es saludable o, por el contrario, provoca problemas de salud. También hay que entender que la actividad competitiva puede implicar necesidades de control médico que pueden llevar a utilizar pasajeramente algunos medicamentos para evitar una patología. Finalmente, en el deporte de alta competición las necesidades de suplementación médica pueden ser importantes, porque el desgaste es muchísimo mayor y el riesgo de padecer patologías es más alto.
- Entonces...
- Hay que valorar al deportista de alta competición como a un trabajador más. Si a un trabajador cuando tiene un dolor o un problema de salud se le trata para que siga trabajando, ¿por qué vamos a tratar de forma distinta al trabajador deportivo? Además, hay empresas que contemplan el deporte como un espectáculo que requieren que su trabajador siga funcionando.
- Lo que ocurre es que la raya entre el tratamiento médico y el dopaje es muy fina.
- Sí, pero un médico no puede dejar de tratar a ciertas personas sólo porque sean deportistas si su salud requiere tratamiento. El dilema surge cuando se trata de un trabajador cuyo tratamiento médico puede dar positivo en un control antidopaje.
- ¿Cómo se debe actuar entonces?
- Es peligroso usar la salud como arma de la lucha antidopaje, porque el deporte de competición, por su intensidad, duración y repetitividad, quizá pueda ser cuestionado como algo saludable. Hay que considerar el dopaje simplemente como un tema de trampas. Del mismo modo que aceptamos las reglas de un deporte, debe aceptarse que la mejora artificial del rendimiento con métodos no aprobados es trampa y punto. Sin entrar en debates sobre medicamentos o la salud del deportista.
- ¿Y por qué?
- Porque si utilizamos como argumento los medicamentos o que algo va contra la salud, otro médico puede argumentar que no dar el medicamento puede ir contra la salud del deportista. Por ejemplo, Jonathan Vaughters tuvo que abandonar el Tour en 2001 porque le picó una avispa y el médico no quiso darle corticoides para que no diera positivo. Es decir, dejó de hacer su trabajo por algo que en cualquier consulta médica ni se cuestiona.
- Hay quien asocia el dopaje con la drogadicción.
- El dopaje, como la drogadicción, es más un problema de la sociedad que del deporte. Los deportistas, por su juventud y por el dinero de que disponen, tienen más riesgo de caer, pero no porque usen sustancias dopantes sino porque la sociedad se lo pone fácil.
- Pero los deportistas son ejemplo para el deporte no profesional.
- A mí me da más miedo la actividad física pseudocompetitiva. La excesiva popularización de carreras y ultrapruebas, como la Quebrantahuesos, hace que la gente se proponga objetivos y quiera lograrlos a toda costa. Se acepta que un ejecutivo que ha hecho una juerga tome alguna sustancia para estar bien al día siguiente y se acepta que si no hay controles, se pueda tomar cualquier cosa para hacer deporte. Ese sí que es un problema real de salud pública.
- ¿Se usan sustancias para aumentar el rendimiento fuera del ámbito profesional?
- Hay que distinguir entre sustancias ergogénicas permitidas y sustancias prohibidas.
- Pero, ¿está tan clara la distinción?
- No, y eso es lo que me preocupa. Si a un chaval le decimos que tomar vitaminas es dopaje acabará poniendo al mismo nivel las vitaminas que, por ejemplo, los anabolizantes. Y eso sí que es un problema.
«El dopaje es más un problema de la sociedad que del deporte»
El médico propone tratar el dopaje como un asunto de trampas y apartarlo del debate sobre la salud
http://www.diariovasco.com/prensa/20061021/aldia/dopaje-problema-sociedad-deporte_20061021.html
El médico deportivo Iñaki Arratibel sostiene que para luchar eficazmente contra el dopaje hay que tratarlo como lo que es, una trampa a los reglamentos deportivos, y apartarlo del debate sobre la salud o la drogadicción, que únicamente sirven para confundir. Hoy presentará, en el marco del Congreso Internacional sobre Actividad Física, Deporte y Salud que se celebra en Tolosa una ponencia titulada Actividad física y utilización de sustancias dopantes: un binomio divergente.
- Los médicos deportivos se encargan, obviamente, de la salud de los deportistas. ¿Requieren una atención especial?
- Lo primero que habría que aclarar es hasta qué punto una actividad física competitiva a nivel alto es saludable o, por el contrario, provoca problemas de salud. También hay que entender que la actividad competitiva puede implicar necesidades de control médico que pueden llevar a utilizar pasajeramente algunos medicamentos para evitar una patología. Finalmente, en el deporte de alta competición las necesidades de suplementación médica pueden ser importantes, porque el desgaste es muchísimo mayor y el riesgo de padecer patologías es más alto.
- Entonces...
- Hay que valorar al deportista de alta competición como a un trabajador más. Si a un trabajador cuando tiene un dolor o un problema de salud se le trata para que siga trabajando, ¿por qué vamos a tratar de forma distinta al trabajador deportivo? Además, hay empresas que contemplan el deporte como un espectáculo que requieren que su trabajador siga funcionando.
- Lo que ocurre es que la raya entre el tratamiento médico y el dopaje es muy fina.
- Sí, pero un médico no puede dejar de tratar a ciertas personas sólo porque sean deportistas si su salud requiere tratamiento. El dilema surge cuando se trata de un trabajador cuyo tratamiento médico puede dar positivo en un control antidopaje.
- ¿Cómo se debe actuar entonces?
- Es peligroso usar la salud como arma de la lucha antidopaje, porque el deporte de competición, por su intensidad, duración y repetitividad, quizá pueda ser cuestionado como algo saludable. Hay que considerar el dopaje simplemente como un tema de trampas. Del mismo modo que aceptamos las reglas de un deporte, debe aceptarse que la mejora artificial del rendimiento con métodos no aprobados es trampa y punto. Sin entrar en debates sobre medicamentos o la salud del deportista.
- ¿Y por qué?
- Porque si utilizamos como argumento los medicamentos o que algo va contra la salud, otro médico puede argumentar que no dar el medicamento puede ir contra la salud del deportista. Por ejemplo, Jonathan Vaughters tuvo que abandonar el Tour en 2001 porque le picó una avispa y el médico no quiso darle corticoides para que no diera positivo. Es decir, dejó de hacer su trabajo por algo que en cualquier consulta médica ni se cuestiona.
- Hay quien asocia el dopaje con la drogadicción.
- El dopaje, como la drogadicción, es más un problema de la sociedad que del deporte. Los deportistas, por su juventud y por el dinero de que disponen, tienen más riesgo de caer, pero no porque usen sustancias dopantes sino porque la sociedad se lo pone fácil.
- Pero los deportistas son ejemplo para el deporte no profesional.
- A mí me da más miedo la actividad física pseudocompetitiva. La excesiva popularización de carreras y ultrapruebas, como la Quebrantahuesos, hace que la gente se proponga objetivos y quiera lograrlos a toda costa. Se acepta que un ejecutivo que ha hecho una juerga tome alguna sustancia para estar bien al día siguiente y se acepta que si no hay controles, se pueda tomar cualquier cosa para hacer deporte. Ese sí que es un problema real de salud pública.
- ¿Se usan sustancias para aumentar el rendimiento fuera del ámbito profesional?
- Hay que distinguir entre sustancias ergogénicas permitidas y sustancias prohibidas.
- Pero, ¿está tan clara la distinción?
- No, y eso es lo que me preocupa. Si a un chaval le decimos que tomar vitaminas es dopaje acabará poniendo al mismo nivel las vitaminas que, por ejemplo, los anabolizantes. Y eso sí que es un problema.