Tras estar tres décadas entre los 66 y los 68 kilos (bajando a 63 cuando estuve jodido de la cabeza), en un año he cogido 8 kilos (de pura grasa). En un puto año. Sin un cambio de hábitos muy radical, solo comer un poco más y hacer un poco menos de ejercicio. Y he tenido que cambiar todos los pantalones (largos y cortos) porque el puto culo no me entraba. Menudo gasto.
Y veía que cogía un kilito más cada mes: 68, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76... y ahí ya me he acojonado (con mis dolores no me conviene bien coger peso...), porque la escalada no parecía tener freno, y he parado de comer dulce como un puto cerdo. Con mucho esfuerzo. Porque soy adicto al azúcar. Así que estoy cenando ligero, suprimir por completo la leche condensada y la Nutella, minimizar el chocolate (una onza al mediodía y otra a la noche), quitar los helados, el salchichón, y tratar de reducir la ingesta de queso. Quitarlo del todo no pienso.
Todo esto, combinado con intentar andar un poco más, sobre todo mientras mi S.E. está haciendo su pilates. Un podcast en los auriculares y a la calle.
De momento, en diez días, he adelgazado UNA PUTA MIERDA, medio kilo. Pero vamos, eso sería 1,5 kilos al mes, y si lo mantengo 5 meses ya volvería a mi peso habitual.
5 meses sin leche condensada ni Nutella ni raciones decentes de chocolate ni crema de cacahuete ni galletas oreo bañadas en chocolate blanco ni galletas escocesas de mantequilla ni Mars ni helados de jaguendas del bueno ni salchichones catalanes de los güenos, y cenando poco, con lo que a mí me gusta cenar, con qué puto hambre me levanto por las mañanas.
Ah, se me olvidaba: el otro día, mientras mi mujer tomaba una cervecita, yo con una puta Coca Cola Zero.
Qué puta vergüenza, no sé ni cómo me atrevo a contarlo.
EJH de las dietas y el régimen y el adelgazar y los intentos (inútiles) de librarse de las lorzas.