Pues eso me ha pasado a mí con un plato del restaurante Gioia. Dicen que es uno de los mejores italianos de madrid, y desde luego que si no lo es, se acerca mucho.
Fui y me recomendaron los tagliolini al tartufo, y me lancé a por ellos pese a no ser muy trufero.

Pasta fresca hecha en el restaurante, una yema de huevo a baja temperatura, queso rayado y lascas de trufa. Sin más.
Y todavía hoy, varios días después, sueño con los putos espaguetis...