Lenina escribió:Cariño, si estuvieras conmigo, en lo último en que ibas a fijar sería en el estado de la casa.
(glups)
Tengo que hacer una confesión: a mí me gusta que me abran las puertas
...esa frase podría tener tantas lecturas, que voy a ser bueno y no les voy a sacar punta, aunque parezca -erróneamente- que las estoy insinuando para hacerte bien visibles esas dobles lecturas y encima pretender que no fui yo quien sacó las dobles lecturas y quedar como un señor.
Lo contrario no sería muy caballeroso. Ya sabes, el espeficicar qué doble lectura puede tener eso que has dicho,que no estoy diciendo que la tenga, sino que podría tenerla, pero que yo no lo estoy diciendo.
Que conste que yo no he sacado el tema.
Eres tú la que has hablado de "puertas".
Yo me estaba comportando.
Ha sido ella, todos lo habéis visto.
Hay días en que me apetece meterme en la cocina y guisar todo el día para sorprender con una cena a mi novio, y eso no me convierte en una maruja.
Créeme: lo
último que haría en mi vida sería llamarte "maruja".
Aunque sólo sea porque en ese mismo instante me atravesarías el cráneo con el palo de la escoba.
No me asusta la escoba, Nicotin. Lo ideal sería que me asustara TU escoba, pero me parece que va a ser que no.
...pues como acabas de ver, ¡a mí sí me asusta la tuya!
De todos modos, y ya que me has abierto la puerta (ehem) al comentario, es un placer que en esta época foferil de hiper-florecimiento mitótico de cretinos, se dignen en regresar los valores del pasado, especialmente si es en forma de una mujer con clase, estilo y
savoir faire.
Que ya te hacía otro año y medio fuera. Mujer, yo comprendo que lo de estar en la cocina y barrer la casa no te deja mucho tiempo, pero coño, unos minutitos para contestar sí te dejará...
Y ahora disculpa... ¡tengo que salir corriendo!