Entre mi cama y el techo
yo quise recordarte
pero después no quise.
Porque todo recuerdo es
tortura inservible
o álbum de fotos de anciano.
Tortura si estás de malas,
álbum si estás de buenas.
Y así, como me estoy acostumbrando,
con el querer recordarte
vino enseguida el no querer.
Dos olas lucharon,
álzate, cae en calma,
una color, la otra casi tacto.
En la linea de choque de espuma:
yo ya sabiendo nada.
Esto será así siempre:
entre el deleite y el castigo,
querer o ser sincero
y reconocer el humor inútil en todo.
Amantes, dinero, juventud...
Agarrar cantando o arena entre los dedos.
Sólo espuma de frontera entre olas
de tu propio planeta macizo de mar.
Deléitate.
Deléitate.
Esta melodía es lenta.
Escribirás tantas más...
Deléitate.
15 de Junio de 2005
También a Teresa