gajo escribió:creo que esta cosa de la experiencia es la que viene a desfasar a cada uno con respecto a cada uno.los lideres ideologicos son gente que no tiene nada que hacer y que la empieza a liar,y estas cosas tardan mucho en corregirse.
Éstas son palabras dignas de un gran guía espiritual.
Lo bueno y lo malo se retribuyen a si mismos constantemente estableciendo en una balanza diferentes magnitudes y circunstancia de forma que se conforma una estructurada jerarquía que rige las fluctuaciones.
Las relaciones sociales siempre son contractuales, incluso las familiares, el relacionarse con una persona solo tiene como teleologia obtener algun privilegio, aunque este se vea con algún perjuicio dentro de sí. Pero como "lo bueno" y "lo malo" se retribuyen constantemente siempre se haya el equilibrio perfecto.
Dios es la excusa del ser humano de lo patetico y efimero de su existencia, producto de su exacerbada arrogancia que le impide admitir de una vez por toda la inutilidad de su especie.
El dios metafisico ha cedido su puesto en el trono al dios de papel y metal, al dinero, que es el unico que ahora puede salvar a todo el mundo, y, como dije arriba solo es el afan por creer que somos algo mas que una especie inutil.
A veces en millones de libros se encuentran lecciones que una persona podria aprender en tan solo 5 minutos de experiencia.
El arte abstracto no es tanto contemplacion estética como aceptacion de la masa.
La mejor barrera defensiva de la gente es adoptar el rol opuesto al que realmente dicta su subcosciente, y esto es apreciable por ejemplo, ante la ingestion de alcohol, que es cuando las defensas inhibidoras se vuelven altamente vulnerables, desvelando parte de la verdadera esencia de cada uno, la otra parte de la esencia es la racionalidad que se da en la sobriedad.
Postear bajo los efectos del teholirico cannabico es un gustazo.
Pues mi teoría versa sobre la irracionalidad colectiva efímera que se da en ambientes de colegueo cuando se lleva un mínimo de tres cervezas y un máximo de dos botellas de vodka.
Dicha irracionalidad colectiva efímera se caracteriza por un súbito desprendimiento social, entendiéndose por social el resto de la sociedad, dejando a un lado al grupo en cuestión, el de colegueo, desprendimiento social, decía, atribuído posiblemente a la ingestión desbocada de alcohol, aunque también podría bien ser provocado por los motivos que llevan a esa ingestión, que pueden ser de múltiples y diversos talantes, a cual de ellos más raro, como por ejemplo, la falta de afecto, por decir un tópico común que todos entendáis sin problemas.
Íbamos por el desprendimiento social. Pues dicho desprendimiento comporta un segregacionismo voluntario que va ocasionalmente acompañado de una sensación de superioridad sobre el resto de mortales; algo, a mi parecer, muy divertido y en lo que todos seguro habéis caído, si es que no caéis contínuamente, también. Tal sensación suele ser más falsa que los Adidas del moro, pero es una de las partes más importantes de las que integran este caso específico de desprendimiento social.
Porque sí, seguimos en el desprendimiento social, componente de la irracionalidad colectiva efímera. Las consecuencias de este fenómeno pueden tener muchísimos resultados distintos, aunque generalmente nada bueno: "no me acuerdo de nada" suele ser la mejor frase de día siguiente, en contraposición con las nefastas "¿dónde coño están mis pantalones?", "con la oscuridad parecía mayor de edad" o "bfgrl... ffjzs". Alguna buena puede llegar a haber, como por ejemplo... pues... bueno, ahora no se me ocurre, pero digo yo que alguna buena puede haber, porque esto de la irracionalidad colectiva efímera tampoco es tan malo.
Digo yo.
Dolordebarriga escribió: ↑18 Jun 2024 17:36he aclarado mil veces que fue por metérsela por el culo a pelo a una amiga durante la noche/madrugada de fin de año
La irracionalidad esa se da siempre, se respetan las normas por miedo a las represalias, de la misma manera que tratas bien a los demas porque te son utiles, en el momento en el que dejan de aportar cosas, patadon y a tomar por culo, está claro.
La gente no lo cree, porque desde siempre se nos ha venido vendiendo la idea del altruismo, la filia, y el querer a la gente porque sí. Pero esta claro que cada persona a lo largo de su vida tiende a su propio beneficio y a la hora de la verdad no hay cariños que valgan. Si hay que mandar a otro al peo se le manda, siempre y cuando el hecho de mandar a ese alguien al peo no suponga un perjuicio mayor que el beneficio a obtener.
En la mano de cada uno está establecer las prioridades, para unos sera el dinero, para otro sera tener contactos y para otros sera evitar el displacer, o la obtencion del placer.
Cada uno se mueve buscando su propio beneficio, usando a los demas a su antojo, ya sea de buen rollo o mandandolos a la mierda.
Y suena cínico y visceral si, pero no creo que haya nada mas allá que la busqueda del propio bien,
En otras palabras, solo nos dejamos el culo por alguien si las consecuencias nos van a ser beneficiosas.
Si no fuera así habria menos delincuencia, porque en casi todo crimen siempre hay alguien que "pudo haberlo evitado" y no lo hizo.
Por ejemplo, yo veo dos tios dandose de ostias y tengo muy claro que a menos que alguno de los dos me aporte algun tipo de beneficio les pueden dar por el culo a base de bien...
Por supuesto, porque el ser humano se presupone social, pero tampoco implica eso presuponerlo tonto del nabo.
Es decir, hay situaciones de potente talante esperpéntico en las que uno puede escoger entre formar parte de la conducta, por decirlo de algún modo, natural, y la conducta inducida, de lo que se supone debería sacarse alguna especie de provecho moral que nadie conoce demasiado bien; es el caso de las películas de Disney, sólo que esas pelis son mentirosas y el bueno siempre acaba con la buena porque ambos son buenos. Al peo.
No hay una elección correcta universalmente válida, depende de las prioridades de cada uno y las ganas de hacerse el héroe, el tonto o el listo que tenga uno en ese momento.
Porque yo ahora podría decir "coño", y vosotros pensar en una almeja, o en el vacío, o en una botella de cava, o en nada, o quizá hasta penséis en un coño.
Es decir, que cada uno ve la vida a su manera e incluso cuando tenéis que pensar en algo relacionado con una simple palabra, cada uno tira por su senda.
Y esa es la grandeza.
Dolordebarriga escribió: ↑18 Jun 2024 17:36he aclarado mil veces que fue por metérsela por el culo a pelo a una amiga durante la noche/madrugada de fin de año
Los colores, son "accidentes" que diría Aristoteles, es decir, que siempre se dan en un sujeto y no pueden existir por si solos como sujetos, sino como cualidades.
El ser humano, para objetivar un poco estos accidentes los nominaliza, al amarillo le dice amarillo, al rojo, rojo etc...
y aqui es cuando yo planteo...
¿Percibimos todos la cromacidad del mismo modo?
La respuesta facil es decir que si, porque estamos todos igual configurados y por tanto nuestro sentido de la vision estará mas o menos "globalizado".
Pero bien es cierto que por ejemplo, en el sentido del gusto es manifiesto que no todo el mundo saborea igual, lo que para uno está salado para otro está soso.
Si ocurre eso con el gusto, por qué no habría de ocurrir con la visión?. Y si lo que yo tengo entendido como amarillo, para ti fuese color azul pero le dices amarillo.
O si lo que tu llamas rojo yo lo viese morado pero yo le dijera rojo.
Y si cada uno de nosotros percibiera los colores de una manera distinta, solo que globalizando las nominalizaciones.
¿Cómo puedes explicar cómo es un color?.
Cierto es que , habra siempre aproximaciones, ejemplo de ello es la existencia de los denominados cálidos y fríos. Pero, dentro de esas gamas, el albedrío es inmenso.
Por tanto concluyo con, o no existen los colores y es el sujeto el que los aporta de sí, o cada ojo está equipado con una forma distinta de concebir los colores...
A la teoría de la integración social en determinados ambientes, yo también añadiría que en estos hechos interviene el factor competitividad. La competitividad, algo común en la especie humana, hace que cada cual pretenda destacar de alguna manera entre el grupo en que se integra.
Pongamos que el individuo toma como punto de referencia a la sociedad en general. En nuestra sociedad se hace ostentación de las posesiones materiales, por lo cual sería normal que alguien pretendiese una pareja rica, por poner un ejemplo. No sólo por los obvios beneficios directos que podría proporcionarle esto, sino también por no ser menos que los de su entorno (y con ello dejar de integrarse), e incluso por que más de uno le admire/envidie por esa forma de destacar (ahí entra la competitividad) y que ello le lleve a su vez a la satisfacción psicológica de sentirse realizado.
Si nos situamos en un entorno más reducido, como un local de striptease, en el que impera como norma el desbaratarse un poco, comprobaremos cómo los que están ahí tratan de integrarse o también de destacar dentro de la tónica del cachondeo, con el objetivo de ser quien más anime la fiesta. Y si a los factores de integración y competitividad le añadimos el que muchas mujeres precisan de grandes dosis de atención, obtenemos como resultado que en los shows para féminas predomina una fuerte actitud de histrionismo por parte de las mismas.