Xavi Fernandez escribió:mayhem escribió:...la única cerveza del mundo (o eso me ha dicho el belga de la tienda) que está hecha de tres cereales: malta, trigo y maíz.
Querras decir cebada, trigo y maiz.
Porque el trigo tambien es malteable, asi como el arroz y algun cereal mas. Creo que algunas cervezas indias tienes tambien cebada, arroz y soja, asi que me parece que no es la unica.
Bonito apunte, Chavi. Eres un solete. Ahora dime: ¿cómo quedaron en su último encuentro el Barça y la Penya?
Como veo que os ha encantado mi bonita e imaginativa iniciativa he decidido ampliarla con el resto de cervezas que me quedaron por catar y no pude hacer en directo. En el mejor de los casos no lo leeréis, la administraci... perdón, los yankis no volverán a liarla y este post no se perderá y a mí me servirá como listado de cervezas probadas y su correspondiente descripción, algo que quería hacer desde hace tiempo porque he perdido por completo la cuenta y por supuesto el recuerdo de las cervezas que he probado.
La que sí estoy catando ahora es la
Glops, una cerveza de elaboración artesanal que hace un tío del Hospitalete, fermentándola durante siete días y posteriormente madurada 21 días (lo pone en la botella). Se nota que es casera, en el sentido que es más mala pero tiene más personalidad. Tiene una carencia de gas importante, así como de alcohol (3'9º). Además era más cara que la mayor parte del resto (2'5 €). Tiene cuerpecito, a pesar de todo.
Pero es la última que compro. El resultado general sería el mismo que si dejáramos una Voll-Damm abierta durante un par de días, le echáramos agua para rebajarla y algo para quitarle el regusto agrio y la embotelláramos.
Un uno.
Y ahora el resto, en diferido:
Nunca había probado una cerveza de maíz, pero la verdad que al haberla probado el gusto me resulta muy familiar: la
Troublette que estoy bebiendo me recuerda sobremanera a la Delirium Tremens, lo cual es sin duda muy satisfactorio. Tiene un sabor suave y dulce, pero al mismo tiempo picante. A pesar de ser de bajo octanaje comparada con el resto (5'5º), tiene cuerpo y es densa. Es de un color bastante amarillo (a partir de ahora las beberé en vaso y no de la botella, como venía haciendo, para poder apreciar otras peculiaridades de la cerveza). Es una buena cerveza y supongo que "equilibrada" es la palabra que mejor la define. Un ocho y medio.
Cuando compré la trapense sabría que sería de los platos fuertes. No sólo por el alto contenido en alcohol de la
Trappistes Rochefort (11'3º), ya que soy bebedor que prefiere cervezas duras a blandas, si no porque sabía por mis experiencias anteriores que las trapenses son siempre bocados apetecibles sin excepción. Me sorprende su color: es negra. Por un momento creo que será una cerveza negra, pero al primer sorbo puedo notar que no lo es. Es sólo una cerveza con un cuerpo tan denso que la hace opaca . El sabor resulta sorprendente: no sólo por su intensidad si no también por el sorprendente toque de regaliz, el regusto dulce y las reminiscencias de la madera donde ha sido elaborada. Es una de las mejores que haya probado jamás. Un nueve y medio.
Vamos ahora con la cerveza con gusto de miel, la
Binchoise. Sí que su olor es distintivo de la miel, pero al catarla esa sensación disminuye. Se nota, pero sólo ligeramente, rollo Miel Pops, lo cual me parece positivo, ya que a mí no me gusta la miel. Su color es de un dorado perfecto, lo cual la hace apetecible a simple vista. Además, su espuma es densa y compacta, lo que contribuye a hacerla deseable. Tiene bastante cuerpo y mantiene, como regusto, el sabor dulce y al mismo tiempo agradablemente amargo del producto de las abejas. Un inmejorable trago sin duda para aquél al que le guste la miel, un excelente trago para los que no gustamos de ella. Un ocho y medio. Por cierto, 8’4º.
Venga.