Ha llegado la hora de contribuír a este reducto de cordura y quintales de amor; estos, y no otros, son mis verdaderos hamigos. Desde ahora, vuestros también:
Cuando nos despertamos, la comida dietética todavía seguía allí
- Los chupitos de regla gatuna me proporcionan toda la energía que nesecito en mi duro día a día - Hijadeputahhh!!!
Soy el típico gordo que cuando el profesor Matutes se daba la vuelta, te apuñalaba la espalda con el bolígrafo ansiando respuesta. Me follo a tu hermana y la hago gritar (sí, ella estaba debajo)
Jubilao, lento y despasito me escribió:Claro que si me hubieras atacado por un flanco para tener acceso, y posteriormente rodeado con tus brazos permitiéndome vivir en tu barriga, ya habría sido el acabose.