Dolordebarriga escribió:PD: Mayhem, mi amorcito agrio; hace tanto tiempo que no me cuentas nada, que me tienes preocupado. ¿Es que me vas a obligar a preguntar a los demás?.
Anda, anda, que no te quejarás. Tú sí que, sin embargo, hace tiempo que no haces ningún post-crónica de Kebab o como se llamara el pueblo ese de borrachos polvorientos en donde estás. O estabas, porque ya es que no sé. No creo que en Kebab vendan ropa de hace dos temporadas. Dudo, a decir verdad, que sepan que la ropa se saca por temporadas.
Te cuento que yo sigo en Barcelona, sí, esa ciudad en la que la ropa de segunda mano no anda precisamente a un euro si no que, paradojas del postmodernismo, es más cara que en las tiendas donde la venden nueva. Me siento pobre y miserable, vestido con ropa de hace dos temporadas rodeado de gente vestida con bambas Allstars y pantalones Hugo Boss.
Cada vez que voy a comprar ropa me siento mendigo. Lo peor es que en el Pull & Bear no se puede regatear siquiera. "Lo que pone en la etiqueta es lo que cuesta, no hay más", me comentan entre indignados y estresados los dependientes, maricones o guarrillas por lo general. Desistiendo en mi intención de comprar un jersei por tres euros, salgo de la tienda y me voy a comprar un pack de cerveza al súper con el mismo dinero. Ahí tampoco aceptan regateos, qué sosos, de modo que tengo que dejar en caja una de las seis voll-damms para poder pagar.
Mientras bebo cerveza caliente en algún portal, pienso en mi amigo al otro lado del océano, el voluntario solidario, ese que se pasea como si fuera un colono español, flamante con su camisa blanca reluciente, rodeado de gente que ha olvidado lo que es el color blanco en la ropa. Tras sentirse durante un rato como Ben Affleck en el estúpido anuncio de Axe (ah, no sabrás cuál digo), se mete en algún cyber y tras tirar al suelo un par de euros con desdén, "quédate el cambio", se sienta a explicar por inet cómo por cuatro duros se ha comprado una montaña de ropa.
Venga, venga.
PD: Insisto en tirarte al barro porque me has eludido vilmente a la primera.