
Señorito Mahatma de salón y caballero andante defensor de causas pobres:
No le tome en cuenta aquí a la gorda zampabollos sus exabruptos. Creo que debe estar sorprendida de que la realeza intervenga en las luchas intestinas del piojoso campesinado foreril. Ya se sabe, una familia india puede esperar la intervención de sus vecinos en mitad de una disputa doméstica, pero la aparición del mismo Buda en la puerta resultaría sorprendente y absurda. “¿No tiene el Buda nada mejor a lo que dedicarse?”, le dirían.
PD: ¿Ve usted la imagen antepuesta? Es la evolución en tamaño (nótese la regla) de ese bonito instrumento llamado “viola de gamba”. Como podrá comprobar, cada gamba es aún mayor que la anterior. Era por ilustrar con imágenes el fenómeno.