Cuent You

[Dolordebarriga]

Cuéntame, venga...

[Corvux corax]

¿Que Cáceres le da mil vueltas a Barcelona? Vamos, te lo cuento y te lo afirmo.

Así de claro.

[Navajo]

¿Cuanto tiempo estuvisteis liados, vosotros dos?

No me la follo ni con la polla de otro.

[Corvux corax]

[Perro De Lobo]

Buenas noches hamigos

traigo un Cuent You que en realidad es una manera de aprovecharme de este servicio público que siempre ha sido el pH desde el mismísimo día de su fundación. Intentaré ser comedido y aséptico, pero puede que algunos momentos aflore cierto rencor, pues en tanto que ente de hamor, también soy humano.

En mi edificio, justo 2 plantas debajo de mi casa, vivía una anciana majísima que palmó justo tras la pandemia. Su piso fue puesto en venta y, el verano pasado, lo compró una pareja. Arquitectos ella y él.

Yo estuve una vez en casa de la señora, porque se me cayó una maceta por el patio y arrasé sus cuerdas del tendedero, así que bajé a revisarle el asunto (y a arreglarle las cuerdas del tendedero, ya de paso) y ya entonces vi que su piso era como una cápsula del tiempo del tardofranquismo, como un mosquito del mesozoico atrapado en una gota de ámbar, un escenario de la temporada 1 de Cuéntame. Necesitaba una reformita, y supongo que eso mismo pensaron los arquitectos que compraron el piso tras su muerte.

El pasado mes de agosto los nuevos propietarios pusieron un cartelico junto a la puerta del ascensor, con faltas de ortografía y mal redactado, pues en este mundo en el que vivimos el hecho de ser unas personas versadas en un oficio técnico no les obliga a tener una redacción pulcra. Venían a decir que iban a acometer una reforma y que se disculpaban de antemano por todo el ruido y jaleo que iban a provocar. Empezarían el 15/09 (luego tacharon el 09 y pusieron un 08 porque ni siquiera se les daba bien contar los meses)

El meollo: la reforma continúa a día de hoy, con todo lo que, imagino, conlleva una reforma integral de un piso. Ignoro el circuito que sigue una obra estándar así de gorda, pero ayer miércoles, casi 9 meses después de haber empezado, seguían pegando martillazos y picando y tirando el puto edificio abajo. Yo trabajo en casa y mi productividad ha mermado, por culpa de las drogas y de este phoro, pero en cierta medida también por culpa de esa obra. Consternado y compungido, por la tarde le pregunté al portero si sabía cuánto les quedaba de obra.

Tan atribulado como yo (o más, porque a él le toca limpiar los pasillos) me dijo que no daba crédito, que alguna vez se había acercado a husmear (como buen portero) y que lo que había visto le parecía un despropósito. Los arquitectos hacían y deshacían. Un día tiraban una pared, y dos días después se lo pensaban y volvían a levantarla. A la semana siguiente quitaban el doble techo. Luego un muro de pladur. Luego una bóveda de cañón, unos contrafuertes, unos arbotantes. Por lo que había visto, no había nada digno de considerarse rematado. Estaba todo aún a medio hacer. Tienen a dos rumanos currando y siguiendo sus órdenes, y deben estar los pobres con la puta cabeza reventada ya.

Cansado y hasta los huevos morenos subí a casa y llamé al teléfono de la esperanza del ayuntamiento de Carapolla (pobrecito, qué culpa tendrá él en esta historia) para preguntar si había alguna forma de saber cuánto tiempo le queda a una reforma. Es decir, desde mi ignorancia, imaginaba que si alguien va a hacer una reforma en su casa tiene que pedir una licencia de obra por un tiempo X y que esa licencia está abierta a la consulta pública de cualquier interesado. Así es, querido ciudadano, me dijeron, puedes consultar licencias de obras en el portal este que te mandamos por correo.

Accedí al portal mediante uno de mis dispositivos telemáticos y filtré por calle, número, código postal. Una y otra vez consulté, insistí en mi búsqueda, pero por más que buscaba, no encontraba. En la dirección indicada no constaba ningún expediente de reforma (en vigor) que pudiera verse.

Amplié la búsqueda, tras pensar que quizá el portal no funcionaba muy bien, e incluí todos los números de la calle. Y allí estaban los expedientes más peregrinos: desde obras de reforma individuales hasta actuaciones del ayuntamiento, obras menores en colegios, proyectos terminados e inconclusos.. todos los expedientes con sus documentos adjuntos consultables desde el portal. Pero no la obra de los arquitectos locos. No. Están haciendo su reforma y no hay expediente en vigor (quizá lo hubo, la consulta de expedientes finalizados no era tan sencilla y había que solicitarla por otros medios)

Ahora me hallo en esta disyuntiva en la que os pido consejo, porque no conozco a gente más cabal y serena que la que puebla este phoro.

A) Denuncio? Pido una inspección que les meta el miedo en el cuerpo y que les deje una buena multa o que les paralice la obra?
B) Pobrecitos, quieren que su casa y su proyecto de futuro sea perfecto. Déjales que camelen, que seguro que les falta poco. Además, un día te levantas y ya no te gusta tanto el papel pintado y prefieres gotelé. Es lo más normal del mundo.

Hayuda hamigos.

[Polina]

Mi teoría después de degustar tu post cual gourmet y paladear cada palabra y descripción como si rechupetease los huesecillos de una perdiz escabechada, es la siguiente:

El mundo del arte es, en todos sus campos, un terreno abierto a la exploración constante.
Así como Dabiz Muñox o Picasso esbozan y garabatean sin parar, hacen borradores, reformulan, prueban, contrastan...me temo que tus vecinos han comprado un espacio físico que lamentablemente coincide con tu espacio vital, para hacer y deshacer lo que se les ocurra cada día y poder así ver y pasear por las posibilidades que luego materializarán en otras casas en las que de verdad se esté llevando a cabo una reforma que dura lo normal, como mucho mes y medio.
Y tienen a dos rumanos asalariados que no trabajan por proyecto sino que van a la oficina a ver cómo solucionan hoy la nueva mierda que se le ha ocurrido al jefe.

Hamigo, me temo que vives al lado del bloc de notas de dos tarados.

Y en cualquier caso, OPCIÓN A.

[Yongasoo]

Opción A.

Y disco de meo.

[M. Corleone]

Tampoco era necesaria la consulta a la web municipal: si el cartel que pusieron en el portal era un texto escrito a boli diciendo: "Oyganme que vamos a aser una hobra y se habrá ruido y furia y polvo, pero no preocuparse que algún día esto se hacabará como se acaba to lo bueno oyganme", desde ese mismo momento en que tus ojos se posaron sobre ese cartel, ya sabías que eso no tenía licencia de obra. Porque cuando se tiene, lo normal es poner en el portal copia de la licencia de obra municipal.

9 meses de obra es mucho tiempo, y más si les falta mucho para acabar. Supongo que la web municipal tiene la posibilidad de meter una comunicación escrita, cuenta lo que pasa, da la dirección y a ver si les meten caña y/o multa.

Y a ver si revisan qué están haciendo, porque igual te están montando un restaurante de empanadas aaturianas de cecina y queso de cabra.

[Ruttiger]

Tengo curro

[dunker]

Denuncia por hacer ruidos y porque son arquitectos.