Peláez escribió: Resulta que un tipo en un aparcamiento al aire libre puede acercarse 10 metros hasta tí para exigirte que apagues el pitillo , pero si en el cine te toca al lado un fulano al que el desodorante abandonó en 1986 te tienes que joder.
O no.
Te levantas, te das la vuelta mirando a todo el cine y gritas:
-¡Este hijo de puta huele a mierda! ¡
Riámosnos de él!
Haciendole ver que no estás del todo conforme en lo que concierne a su higiene personal.
Si en un restaurante, en la mesa contigua a la tuya, dos angelitos comienzan una guerra de bolas de pan con daños colaterales en tu plato y los diligentes progenitores miran al tendido cual consejo de seguridad de la ONU te tienes que joder.
O no.
Te levantas con los ojos inyectados en sangre tirando al suelo la silla. Agarras tu plato profanado y te acercas a la mesa de los indiferentes padres. Introduces el plato (tratando de no romper la loza) en la cavidad bucal del padre hasta más de la mitad (asegurandote que no se lo podrá sacar de ahí si no es con cirugía).
Te giras hacia la madre, la cual se habrá levantado de su asiento histérica y llorosa. Agarras su silla y la rompes contra la simpática chavalada que te ha querido convidar a ése trocito inoportuno de pan que te ha resultado un poco molesto.
Por último, la haces saber a la mujer que sus hijos quizá debieran haber recibido una mejor educación.
Enfatizas tus palabras con puñetazos en el estómago.
Si tu vecina es una señora muy apañada y le da por hacer limpieza general los domingos a las siete de la mañana, sacudido de alfombras incluido, te tienes que joder.
O no.
Haces limpieza general en tu casa procurando que toda la suciedad (polvo, pelusillas, trocitos de materia dura e inclasificable, gotas de grasa, etc...) quede contenida en un recipiente (una jarra nos vendrá de perlas).
Mezclamos el contenido con un poco de agua hasta que la solución sea aproximadamente líquida (o al menos pueda ser ingerida a trozos).
Vamos a casa de la vecina, llamamos a la puerta y la damos los buenos días.
La comentas tus evoluciones en materia de limpieza del hogar mostrándola la cantidad de suciedad que ha salido de tu casa a ésas horas, y la cual será diligentemente ingerida por ella so pena de paliza de muerte.
Con esto nos garantizamos una mayor solidaridad por parte de la vecina cuando se le vuelva a ocurrir realizar una limpieza a fondo a horas inapropiadas.
Un ciudadano de pro debe saber cuando tiene que hacer notar que la libertad de cada uno acaba donde empieza la del otro.