EJH De las feministas retardeds

[CacaDeLuxe]

y ahora pensando, el grupo mas representativo y grande de forocoches no son los cibervoluntarios que hablan de politica, sino los "clickbaiters" "flammers" "trolles" que son los que buscan su multipage de cualquier tema polemico (o sin serlo)
no es facil conseguir un multipage, y es quizas el premio mas buscado

[M. Corleone]

y ahora pensando, el grupo mas representativo y grande de forocoches no son los cibervoluntarios que hablan de politica, sino los "clickbaiters" "flammers" "trolles" que son los que buscan su multipage de cualquier tema polemico (o sin serlo)
no es facil conseguir un multipage, y es quizas el premio mas buscado

Pole.

[poshol na]

Pero y para qué cojones quieres un multipage.
Como lo de dar 5 estrellas a un hilo.
Para qué cojones sirve. Fama foril, supongo, nada más. Pero vamos, habiendo miles de usuarios poca gente se va a fijar en tu nick.

[Chino]

Pero y para qué cojones quieres un multipage.
Como lo de dar 5 estrellas a un hilo.
Para qué cojones sirve. Fama foril, supongo, nada más. Pero vamos, habiendo miles de usuarios poca gente se va a fijar en tu nick.

Lo del multipage es una chorrada. Yo no solo conseguí un multipage, sino que hice un hilo que llegó a 5 o 6 volúmenes... eso sí que es éxito forocochil, hamijo.

Pero lo de las 5 estrellas sí que mola. De hecho, si abres el general y ordenas hilos por la cantidad de estrellas, puedes encontrar cosas muy muy interesantes.

[CacaDeLuxe]

Pero y para qué cojones quieres un multipage.
Como lo de dar 5 estrellas a un hilo.
Para qué cojones sirve. Fama foril, supongo, nada más. Pero vamos, habiendo miles de usuarios poca gente se va a fijar en tu nick.

no lo entenderias xd

no es por fama (fama se consigue posteando mucho -u otras variables-, no con un multipage que mañana nadie se acuerda)

es la satisfaccion personal de que lo has conseguido.
porque no es facil conseguirlo.
es el flameo en estado puro: una confrontacion que sueltas y te vas. que discutan otros jaja

[M. Corleone]

Artículo de MILENA POPOVA (ni idea de quién es, solo pongo el nombre de la autora por darle el crédito que merece) en El País, sobre el tema no ya del consentimiento en las relaciones sexuales, sino de un tema del que se habla mucho ahora, del consentimiento dado pero "como sin ganas" o "porque se ha enseñado a las mujeres que hay que darlo en determinadas situaciones".

Es un tema que me interesa, ya abrí un hilo en Sinideas preguntándome por estos temas, y ya entonces recuerdo a @poshol na diciéndome (con su siempre ponderado e inteligente criterio) que todo lo que no fuera ser simpático, amable y pasearse sin camiseta era un poco forzar.

El tema me interesa, obviamente, porque ideológicamente puedo estar de acuerdo con el tema, pero, como sabéis, tengo un nivel de deseo sexual alto, y no siempre obtengo un "Sí" a mis demandas de frote, regocijo y carnalidad.

El artículo, en el que destaco en negrita lo que más me llama la atención:

Tenemos sexo porque creemos que es lo que toca

Cuando pensamos en el consentimiento, lo hacemos en términos drásticos: o el sexo es consentido o no lo es. Pero la realidad es mucho más complicada.

Para que el consentimiento signifique algo, una de las opciones debe ser no tener nunca relaciones sexuales. Incluidas las relaciones sexuales con nuestra pareja o nuestro cónyuge. Esta es una idea radical que a mucha gente le cuesta aceptar. En parte, porque el sexo es algo que les gusta a muchas personas, así que ¿por qué van a renunciar a él? Pero, sobre todo, porque la sociedad nos enseña que, en muchas situaciones, el sexo es una cosa “esperable”. Es lo que toca. Y entonces acabamos manteniendo un montón de relaciones sexuales que en realidad no deseamos, solo porque creemos que es lo que debemos hacer. ¿Eso es sexo genuinamente consentido? En mi opinión, no.

Veamos algunas de las ideas que nos han imbuido la sociedad y los medios de comunicación para hacernos pensar que “debemos” tener relaciones sexuales incluso cuando no queremos:

“En los hombres es natural querer tener relaciones sexuales todo el tiempo”. El “deseo sexual masculino” está ligado a nuestras ideas de cómo debe ser un hombre. Por eso los hombres pueden intentar dar la impresión de que están ávidos de relaciones sexuales e incluso iniciarlas aunque en realidad no les apetezca.

“La cantidad de sexo que practico con mi pareja es un síntoma de lo feliz que es nuestra relación”. Por eso tenemos relaciones sexuales “de mantenimiento” incluso cuando lo que nos apetece es simplemente ver algo en Netflix.

“Si soy una mujer joven y soltera y no tengo relaciones sexuales, es que soy una puritana”. Por eso las jóvenes pueden mantener un montón de relaciones sexuales mediocres e insatisfactorias para demostrarse a sí mismas y al mundo que están sexualmente liberadas.

Dado que estas ideas se han ido asentando durante décadas, a veces siglos, intentar superarlas individualmente puede ser abrumador. ¿Cómo vamos a transformar nuestras costumbres sexuales para que sean verdaderamente consentidas si tenemos que luchar contra todo eso? Me temo que no hay respuesta sencilla. No podemos corregir la actitud de la sociedad sobre la sexualidad y el consentimiento de forma individual. Pero sí propongo varios puntos de partida. El primero, preguntarnos: ¿Lo hago porque quiero o porque creo que debo? Así entenderemos mejor las presiones invisibles que podemos estar sufriendo. Y en segundo lugar, otra pregunta: ¿Estoy haciendo algo para garantizar que mi(s) pareja(s) puedan decir fácilmente que no en cualquier momento?

Las presiones sociales en torno al sexo y el consentimiento pueden ser avasalladoras. Pero podemos combatirlas juntos si analizamos nuestra forma de relacionarnos con los demás.

Milena Popova es investigadora y ha escrito dos libros sobre consentimiento en la serie MIT Press Essential Knowledge. Uno de ellos, ‘Consentimiento sexual’ (Cátedra), se publica en español el próximo 16 de septiembre.

Ojo, la idea intelectual del artículo es impecable. En el sexo, está claro, el consentimiento es individual y puntual, para cada vez que se intenta follar, de modo que cada vez que queramos follar tendremos que tener el consentimiento de nuestra pareja. No podemos esperar un consentimiento tácito por el hecho de estar emparejados con ella, ni por el hecho de que en otras épocas haya querido sexo. Pero, entonces entramos en la frase en negrita: una de las opciones debe ser no tener nunca relaciones sexuales.

Que no hay mucho debate ahí: claro que puede ser una de las opciones. Como también puede ser una de las opciones de una de las partes de la pareja negarse a viajar, o no ir jamás a la playa. Pero menuda opción radical, no tener nunca relaciones sexuales en el marco de una pareja monógama suprime de raíz la sexualidad en pareja de la parte contraria, e implicaría renegociar por completo el contrato mental y cultural sobre el que se estableció la base de la pareja, puesto que seguramente esa pareja no se inició con esa negativa.

En resumen: que vale el consentimiento cada vez, y que vale que hay que poner las cosas fáciles a la pareja para que pueda decirnos que no (la segunda negrita, yo no lo cumplo, yo pongo morritos, bufo, me vuelvo huraño, si me dejan sin sexo más tiempo del que yo considero "razonable", plazo que cada vez se va ampliando más y más, estoy tratando de mejorar esto y convertirme en un ser de luz como @Cristofín), pero no quiero ni imaginarme el dilema moral, sentimental, personal en el que me pondría mi pareja si me dijera "Te quiero mucho, pero no quiero tener sexo contigo nunca más, y entiendo que no puedes tenerlo tú con otras, confórmate con la masturbación". Porque estoy enamorado, pero creo que no podría soportarlo.

Que igual la autora está pensando en que la parte de la pareja que se queda sin sexo para siempre esté autorizada, en el marco de una relación de pareja sexualmente abierta, a tener sexo con otras personas sin que eso ponga en peligro su unión sentimental, no lo sé.

Todo esto para traer el hilo a su cauce nuevamente, antes de que @Polina venga a reprendernos.

[Chino]

Pero macho, es que la cuestión ya roza lo absurdo en cuanto a intentar analizar y cuantificar absolutamente todo. Si hablamos de vida en pareja, las relaciones sexuales siempre han sido un tema problemático, no es nada nuevo. ¿Cuántos de vuestros amigos os dicen, medio en cachondeo, que desde que tuvieron niños no follan ni una vez al mes?

Es una cuestión de biología, los machos tenemos la testosterona a tope para intentar esparcir nuestra semilla al mundo, y las mujeres una vez obtenido el objetivo de la maternidad, aflojan el deseo. Yo follaría a todas horas, en cualquier lugar y todos los días del año. Sin embargo a mi mujer no le apetece casi nunca, y se tienen que alinear unas cuantas estrellas para que suceda el milagro.

Pero entra dentro de la relación de pareja el entendimiento de esas diferencias de deseo, la comunicación, e incluso el ceder en ciertos momentos. Porque al final todo es una cuestión de llegar a un acuerdo entre el "follaría las 24 horas del día, 7 días a la semana" y el "no te toco con un palo para el resto de nuestras vidas".

Los habrá que no entiendan la opción del diálogo y directamente fuercen a sus parejas... MAL. Los habrá que no se atrevan a discutir ese tema y se pasen la vida haciéndose pajotes o tirándose a la vecina tetuda de la urba... Esto ya es mal, pero con matices. Y los habrá que directamente pedirán el divorcio.

Yo supongo que a lo largo de la historia, según ha ido avanzando la educación, en la vida en pareja se ha pasado de una imposición sexual por parte del hombre, a cierto nivel de acuerdo o incluso a negaciones como la que comenta la tía esa, que conlleva a divorcios y cuernos varios.

Pero también te digo, amigo corle... que si bien decía el gran paquirrín:



Yo diría que un matrimonio con 0 sexo no es un matrimonio sino una amistad, y a veces ni eso.

[Doctor Beaker]

Yo lo entendí como que tiene que existir la posibilidad de decir indefinidamente que no, que de alguna manera es distinto de decir "no, nunca más". Igual la palabra consentimiento trae mucha miga: consentimiento no significa entusiasmo tanto como permiso, nocierto. Habría quizás que buscar una palabra que implicara un poco más de deseo mutuo; consenso suena más apropiado, aunque un poco tiene la temperatura del Polo.

[Polina]

Muy bien el artículo.
Muy bien lo de hablar de qué pasa si a una de las partes no le apetece.
Muy bien lo de preguntarse a uno mismo hasta qué punto está o no presionando.
Muy bien que la otra parte se plantee hasta qué punto está cediendo a la hora de hacer algo que no le apetece en absoluto.
Muy bien lo de replantearse la relación, el tipo de relación o hasta qué punto se puede mantener una relación de pareja sin apenas sexo.
Quizá el modelo monógamo extendido y aceptado como única posibilidad va tocando a su fin y hay que abrir la mente y valorar las relaciones abiertas.

Es un tema jodido y por lo que observo a mi alrededor efectivamente la mayoría de mujeres nos vemos (o nos hemos visto) "forzadas" a mantener relaciones cada cierto tiempo para suavizar la tensión de nuestras parejas porque no aceptan un no por respuesta sin insistir, presionar, cabrearse, chantajear emocionalmente.

Es un verdadero coñazo.

Y también diré, Chino, que no es tanto el tema hormonal o biológico lo que hace que haya más o menos apetencia, porque a una mujer que lleva dos años sin follar con su marido porque no le apetece (a ella) de repente se le cruza un tipo interesante que le hace tilín y se convierte en una desatada sexual cuando dos días antes no le apetecía nada.
Porque el que no le apetece es su marido, no el sexo.
No comprendo qué extraños vericuetos se esconden detrás, pero pasa.

[Polina]

Muy bien el artículo.
Muy bien lo de hablar de qué pasa si a una de las partes no le apetece.
Muy bien lo de preguntarse a uno mismo hasta qué punto está o no presionando.
Muy bien que la otra parte se plantee hasta qué punto está cediendo a la hora de hacer algo que no le apetece en absoluto.
Muy bien lo de replantearse la relación, el tipo de relación o hasta qué punto se puede mantener una relación de pareja sin apenas sexo.
Quizá el modelo monógamo extendido y aceptado como única posibilidad va tocando a su fin y hay que abrir la mente y valorar las relaciones abiertas.

Es un tema jodido y por lo que observo a mi alrededor efectivamente la mayoría de mujeres nos vemos (o nos hemos visto) "forzadas" a mantener relaciones cada cierto tiempo para suavizar la tensión de nuestras parejas porque no aceptan un no por respuesta sin insistir, presionar, cabrearse, chantajear emocionalmente.

Es un verdadero coñazo.

Y también diré, Chino, que no es tanto el tema hormonal o biológico lo que hace que haya más o menos apetencia, porque a una mujer que lleva dos años sin follar con su marido porque no le apetece (a ella) de repente se le cruza un tipo interesante que le hace tilín y se convierte en una desatada sexual cuando dos días antes no le apetecía nada.
Porque el que no le apetece es su marido, no el sexo.
No comprendo qué extraños vericuetos se esconden detrás, pero pasa.
Imagino que el hartazgo, la convivencia que todo lo pudre, la falta de novedad...es comer todos los días macarrones.