Nicotin escribió:Y "eso" según tú se trata del "talento" y de momento sólo sabemos (Josemari y yo) que se trata del talento por la sencilla razón de que tú dices que se trata del talento. Cuando tú misma estás reconociendo que la diferencia entre Sarkozy Jr. y Buffet podría residir no necesariamente en el talento, sino en la voluntad, el interés, la capacidad de trabajo o la ambición.
Vamos, de momento y salvo que algo se me escape, veo que tu argumento es como la pescadilla (¡¡huy!!) que se muerde la cola: que el talento es el factor X porque lo dices tú.
Se te escapa, se te escapa. Pero es lógico teniendo en cuenta que a veces no puedo publicar el mensaje que acabo de terminar de escribir porque ya me estás contestando; léete las cosas con tranquilidad antes de lanzarte sobre el teclado o, directamente, discute contigo mismo y será, supongo, cuando tarde o temprano acabes dándote la razón. Y, es que, digo literalmente que Sarkozy Jr. jamás llegará al Olimpo profesionalmente hablando porque es obvio que no tiene talento. Ese talento que según el faro que no guía tus razonamientos se resume en la capacidad para el desempeño o el ejercicio de una ocupación y la capacidad de entendimiento, esto es: inteligencia/aptitud. Pero a partir de aquí viene lo divertido porque me llevas la contraria desarrollando exactamente lo mismo que yo he dicho en dos frases. Bravo.
Venga, apliquémoslo al ajedrez ya que ahora conviene que la música sea "demasiado subjetiva" --con lo bien que te había quedado lo de Celine Dion y Alicia de Larrocha, cachis--. Una persona que se ha formado desde temprana edad para el ajedrez --jugando, entrenando y estudiando-- no llegará jamás al nivel que alcanzó Kaspárov si carece de talento; será un buen jugador e incluso podrá ganarse la vida más o menos dignamente enseñando a otros, pero no conseguirá la excelencia por mucho esfuerzo, dedicación y voluntad que le ponga. Y si es ambicioso además de todo lo anterior acabará frustrado porque a lo único que aspirará será a ir de pueblo en pueblo para enfrentarse a otros que, como él, no han conseguido subir los dos últimos peldaños. Aplica esto mismo a lo que te dé la gana y no olvides que cuando se habla de tangentes a veces también entran en juego los catetos.
Nicotin escribió:La frase "a más inversión, más riesgo" es una trampa demasiado fácil como para que -al menos yo- caiga en ella. Porque resulta que no he hablado de inversión, sino de patrimonio. Si esa frase la aplicamos a lo que yo estaba diciendo ("a mayor patrimonio, más riesgo")... bueno, verás que no hace demasiada falta señalar en qué punto chirría el argumento.
Patrimonio <> Inversión ---> conceptos distintos.
alarma ovillo alarma ovillo alarma ovillo
1.- Entiendo entonces que el galeón te cae del cielo, ¿no es eso? Vamos, que aunque patrimonio e inversión sean conceptos distintos no ves a dónde quiero llegar con esa frase tan tramposa como compleja. Bajemos pues a tierra firme y dime si supone lo mismo perder en una mala maniobra un trastero que un local comercial en el Paseo de Gracia. En ambos casos se trata de acumular patrimonio, ¿sí?, pero la inversión que supone la adquisición es, en el segundo, un tanto más arriesgada por muy sólida que pueda parecer a priori.
2.- Cuando digo que en el apartado (-) excluyes a un porcentaje considerable de población me refiero a esa división tan extremista que haces. O, si lo prefieres, creo que por debajo de eso que tú llamas masa crítica hay bastantes más posibilidades.
3.- Un patrimonio grande dispone de más recursos pero también de muchas más complicaciones para mantenerse, protegerse o crecer. Y no intento provocar que me vengas con el "pobres niños ricos" de siempre porque, obviamente, soy la primera que elegiría con los ojos cerrados tener que enfrentarme a ese tipo de dificultades. Pero es que resulta que estamos hablando del talento necesario para llegar a acumular ese patrimonio (+) y, sobre todo, para que rinda en proporción al volumen del mismo; si se trata de que un banco te caliente el dinero para vivir de la renta hasta mi abuela puede pero si lo que quieres es administrar ese patrimonio, se requiere un nivel --pon aquí técnico, estratégico o lo que se te ocurra-- para empezar a hablar que ni mucho menos está al alcance de cualquiera. Tampoco es nada sencillo protegerlo en el sentido que planteas; en este país evadir impuestos empieza a considerarse una cuestión de legítima defensa ya que globalmente considerados, rayan lo confiscatorio. Esto es así aunque nuevamente tenga que aclarar que prefiero que me sangren cada año a que Hacienda me devuelva dinero. Si las cifras de las que hablamos son realmente obscenas es fundamental, además de diversificar para que en una de esas no te cojan con todas las lentejas en la misma cazuela, tener control absoluto; algo prácticamente imposible si no delegas y, llegado el caso, tres de cada dos buitres que revolotean a cada paso que das estarán dispuestos y preparados por defecto para chulearte. Y así hasta el infinito, por lo que no me digas que basta con ponerle bolitas al geranio y regarlo con regularidad para que florezca. Porque no.
4.- En el último párrafo
también hablaba de barcos así que explícame por qué es más sencillo hundir un esquife mientras yo, acomodada en tu humildad, voy enviando los apuntes a Estocolmo.