A mí lo que es Manuel, el hijo del gran Ramón Chao, musicalmente me parece un poco flojeras. Cuando lo pinchan en un garito me quedo a escucharlo con agrado un par de temas, sí, pero es como un polvo con una ex, sólo con ingente alcohol de por medio y en plan "siempre podría ser peor". Pero después, nada, un bluf. Tanto como un gin tonic con la Nórdica o un programa de telecinco sin presentador maricón. Pero es cuando se baja del circo un rato cuando más interesantes me resultan sus extrentricidades perrofláuticas. La última, unirse a la entrañable Josefa de Bastavales, abuela de adopción y estrella folkie disco mediante a sus setentaytantos.
Lo mejor, cuando tras su aparición la vieja le espeta esa frase que nunca puede faltar: -Pero Manu, enjordaches. (Y que dios le guarde los ojos a esa querida senectud, porque el guacho parece un Dejuana cualquiera siguiendo estricta dieta de Metadona)
Y luego van y cuentan como fue en esa modesta cocina donde se gestó uno de sus temas más famosos:
[youtube]hNS0wHqoDiw[/youtube]
En este otro pedazo, Manuel ejerce de palmero en toda su esencia en una regueifa, aka "batalla de rap" que le llaman ahora los eminem's de Puertollano, y que desde el terruño ya tuvimos a bien inventar hace décadas. Sin tupac's y otros negros feos que asesinar para ello.
[youtube]KDLKu707WsM[/youtube]
Manu, ese palmero
- JorgitoForeman
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Manu, ese palmero
Jubilao, lento y despasito me escribió:Claro que si me hubieras atacado por un flanco para tener acceso, y posteriormente rodeado con tus brazos permitiéndome vivir en tu barriga, ya habría sido el acabose.
Ven a mí y calienta tus muñones.