pH, más que hamor, frensi.

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putos catalufos! no se hentiende una mierda!

donde esté un buen gallego como Don Manuel...

Pueblo judío Rahola os defiende ergo el fin esta cerca.

Yo si juera judiíco me combertía mañana mirmo.

Avisad a Primeroderecha, no seáis cabrones.

Pilar Rahola, con sus limitaciones, es de los pocos personajes públicos que muestra una postura objetiva en el problema entre Israel y Palestina, frente a la tendencia de considerar a los palestinos unas hermanitas de la Caridad, oprimidas, vejadas y perseguidas.

Ad mea ve-esrim, Pilar, para mayor dolor de los enemigos del pueblo judío.

Hermanitas de la caridad no son pero vejados, oprimidos, perseguidos y hasta exterminados si que son.

Ahora, seguro que Pilar y tu lo veis de otra manera, algo asín como que los palestinos llegaron en una nabe interestelar a colonizar la tierra prometida y se dedicaron a ponerse cinturones explosibos para expulsar a los hijos de Israel de sus legítimas posesiones.

Metiéndome en camisas de once varas políticamente incorrectas casi me atrevería a decir que habría que distinguir entre los pueblos oprimidos y perseguidos de los miserables (de miseria) y primitivos. Pero mejor no lo digo que me pegáis.

tonetti escribió:Hermanitas de la caridad no son pero vejados, oprimidos, perseguidos y hasta exterminados si que son.

Ahora, seguro que Pilar y tu lo veis de otra manera, algo asín como que los palestinos llegaron en una nabe interestelar a colonizar la tierra prometida y se dedicaron a ponerse cinturones explosibos para expulsar a los hijos de Israel de sus legítimas posesiones.

Es el típico argumento goy, tonetti. Y en este punto es evidente que ambas posturas son irreconciliables.

Tetalmente de acuerdo con Toñeti.

Si los palestinos hubieran sido exterminados masivamente en campos de exterminio, otro gallo les cantaría.

Una vez se me ocurrió una frase: ¡Era tan tan tan judío, que era nazi!

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Este verano, en Munich, tuve la oportunidad de desplazarme hasta Dachau (A una media hora en cercanías).

Dachau fue el primer campo del país, y fue usado como modelo para los que vinieron después.

Es realmente interesante de visitar. La entrada es gratuita y existe la posibilidad de coger una audioguía por dos ebros (uno si eres estudiante acreditado).

En la audioguía puedes escuchar algunos testimonios de varios supervivientes. Es gracioso, pero para oír el relato de uno de ellos, que como no era judío, te endosaban una breve explicación de su vida antes del campo. De los otros no. Curioso.

Lo típico, alemán judío de padres comerciantes y adinerados, que pasó su juventud en un internado de bien, estudiando sus cosas hebreas, etc. Supongo que todo esto para que le fueras cogiendo cariño al personaje. Luego salía él mismo relatando cosas de la vida cotidiana en el campo, y de cómo vivió la llegada de las tropas norteamericanas. El tipo hablaba bien en castellano porque acabó sus días en Argentina.

Esto me dio ascopena, la verdad. Pena porque lo que aconteció allí es aberrante. Asesinatos, torturas, hambre, sinrazón, experimentos médicos terribles... Algo que no se podría repetir jamás. Pero el asco es la historia de siempre, el victimismo en el que hoy todavía se siguen bañando los judíos, incluso redimiéndose de todas las cabronadas que ellos han hecho, y siguen haciendo ahora.

Dentro del campo, hay un museo exposición. Llegado a un punto hay un panel informativo que visualiza el número de personas que pasaron por allí, y sus nacionalidades:

Imagen

Si os fijáis hay un Andorrano. Pobre pringao. Los que más recibieron fueron polacos, soviéticos y alemanes. Seiscientos españoles. Sólo en Dachau.

Sus dejo algunas fotografías:

Entrada al campo
Imagen