Yo he estado cinco años sin discutir ni una sola vez, y ahora me pregunto si es porque ella, inconscientemente, se veía sometida por mí. Juraría que no, tengo buen carácter y no me gusta imponer mis ideas; yo siempre pensé que simplemente no éramos de discutir.
Que no digo que sea ideal, porque de hecho no lo fue.